África se fractura: la inmensa grieta que muestra cómo el continente terminará dividiéndose

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Todavía falta mucho tiempo para que el continente africano termine su escisión, pero el proceso ya se ha iniciado y se hizo evidente desde el 2005, cuando apareció una inmensa grieta de 60 kilómetros de largo en el desierto de Afar, en Etiopía, que alertó a los geólogos, quienes desde entonces –o incluso antes– vienen anticipando que África oriental terminará dividiéndose para formar un subcontinente.

Para refrendar sus teorías, en el 2018 otra grieta apareció en el condado de Norak, en Kenia, también en el este africano, en lo que se conoce como el Gran Valle del Rift. Aquella vez, la abertura de cientos de kilómetros destruyó carreteras y viviendas, que en un principio se atribuyeron a las lluvias que cayeron en la zona.

Sin embargo, los geólogos nuevamente advirtieron que era el interior de la Tierra el que estaba clamando y dando indicios, de manera mucho más rápida de lo esperado, de que se estaba partiendo.

A fines de febrero, y gracias a nuevas mediciones satelitales, los expertos ya confirmaron a través de una publicación en la revista “Geophysical Research Letters” que esta grieta efectivamente se llenará de agua oceánica y dará paso a un nuevo mar. ¿Cómo ha podido pasar esto?

Hace unos 500 millones de años los continentes no existían como los conocemos actualmente, sino que estaban unidos en lo que se ha llamado Pangea, un gran supercontinente. Así, si miramos bien un mapamundi, nos fijaremos que la costa atlántica sudamericana concuerda con la costa atlántica africana, por ejemplo.

La corteza terrestre está formada por placas tectónicas, las cuales están en constante movimiento. En América del Sur están la placa Sudamericana y la placa de Nasca, pero hay una docena más en todo el planeta, además de una treintena de placas menores.

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En el caso de África, está la gran placa de Nubia, o placa Africana, pero también está la placa de Somalia, ubicada en el Gran Valle del Rift. Los movimientos entre estas y la placa Árabe están produciendo una maravilla geológica que está obsesionando a los académicos, pues pueden corroborar el inicio de la formación de un nuevo continente, aunque esto ocurra en varios millones de años más.

Así, estas tres placas se están separando lentamente, lo que provocará la división del continente y que los territorios que abarcan países como Eritrea, Etiopía, Somalia, Yibuti y Kenia se dividan del resto de África para convertirse en una gran isla, tal como ya ocurrió con Madagascar.

“Esto es único porque se está formando una cuenca sedimentaria. Muchas de estas cuencas se han formado en los tiempos cretácicos y jurásicos, y la única forma de entenderlas ha sido con las rocas antiguas”, señala a El Comercio el doctor Aldo Alván, director de la Escuela de Ingeniería Geológica de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

“Esto es único porque se está formando una cuenca sedimentaria. Muchas de estas cuencas se han formado en los tiempos cretácicos y jurásicos, y la única forma de entenderlas ha sido con las rocas antiguas”

Según los estudios, ya desde hace unos 30 millones de años la parte oriental del continente africano está en proceso de separarse del lado occidental a un ritmo de 2,5 a 5 centímetros anuales.

Adicionalmente, la microplaca de Victoria, también en África oriental, está girando en sentido contrario al resto de placas de la región, lo que está provocando la formación de un nuevo mar.

De esta manera, el Gran Valle del Rift –una región repleta de fallas, depresiones, valles y volcanes que se extiende a lo largo de África oriental– es el protagonista de cómo una grieta continental puede convertirse en una grieta oceánica.

Ken Macdonald, geofísico marino y profesor emérito de la Universidad de California en Santa Bárbara, explicó a la cadena NBC que cada límite de placa en la región de Afar –ubicada justamente entre las placas africana, somalí y árabe– se está extendiendo a diferentes velocidades, pero las fuerzas combinadas de estas están creando lo que se conoce como un sistema de cresta que provocará la formación de un nuevo mar.

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“El golfo de Adén y el mar Rojo se inundarán en la región de Afar y en el Gran Valle del Rift de África Oriental y se convertirán en un nuevo océano, y esa parte de África oriental se convertirá en su propio pequeño continente separado”, ha señalado el experto.

Por eso, aunque aún falten millones de años para que ocurra la esperada división, esta zona del continente africano es un punto único en el planeta donde se pueden estudiar procesos geológicos que servirán para entender mejor el comportamiento de la Tierra.