MDN
Afganistán
Redacción EC

Dos explosiones sacudieron el lunes la capital afgana, , y causaron la muerte de al menos a 26 personas, entre ellas nueve periodistas que llegaron para informar sobre el primer estallido y que, aparentemente, fueron objetivo de un atacante suicida, dijeron autoridades.

El atentado doble, que ocurre una semana después de la muerte de 60 personas en un centro de votación en la ciudad, destacó la creciente inseguridad en después de que el Gobierno reiteró su compromiso para mejorar sus defensas.

Los ataques tuvieron lugar en la zona de Shash Darak, en el centro de la ciudad, donde, además de la sede de la OTAN y numerosas embajadas extranjeras, está la sede del servicio de inteligencia del país.

El primer suicida iba a bordo de una motocicleta, dijo el vocero de la policía Stanekzai. La segunda explosión estaba pensada contra quienes se acercaron al lugar para asistir a las víctimas de la primera.

El segundo atacante iba a pie y fingió ser uno de los muchos reporteros que llegaron a la zona, apuntó el portavoz añadiendo que su objetivo eran los periodistas ya que se inmoló cuando aún estaba entre ellos.

Según Agence France-Presse, el jefe de los fotógrafos de la agencia en Kabul, Shah Marai, estaba entre los fallecidos. Marai murió en la segunda explosión, dirigida contra un grupo de periodistas que corrieron a reportar el primer ataque.

Ocho periodistas afganos perdieron la vida y seis más resultaron heridos en el doble atentado, señaló el Comité de Seguridad de Periodistas Afganos, un grupo que monitorea los medios locales, que condenó con contundencia todos los ataques contra reporteros.

"Estos ataques causaron un sufrimiento indecible a familias afganas", dijo Tadamichi Yamamoto, un alto funcionario de Naciones Unidas en Afganistán. "Estoy indignado por este ataque que pareció haber sido gestado deliberadamente contra periodistas", declaró en un comunicado.

Los ataques perpetrados en una rápida sucesión fueron un sombrío recordatorio de la capacidad de los talibanes y de un grupo local vinculado a Estado Islámico para desatar el caos y la violencia a pesar de las ofensivas aéreas estadounidenses tras la llegada al poder en Washington de Donald Trump.

Estado Islámico se atribuyó la responsabilidad por las dos explosiones del lunes en Kabul donde murieron 26 personas, entre ellas cuatro policías. Cuarenta y nueve personas resultaron heridas, sostuvo Hashmat Stanekzai, un alto funcionario de la policía.

Fuente: Agencias

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