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Naruhito y el inicio de una nueva era imperial en Japón
Gisella López Lenci

En agosto del 2016, hubo un antes y un después en la cerrada y conservadora dinastía japonesa. El anunció su intención de renunciar en favor de su heredero, Naruhito, debido a su edad y su frágil estado de salud. Así, se convirtió en el primer emperador en 200 años en dar un paso al costado.

Han pasado casi tres años de aquel inédito anuncio, que implicó que se aprobara una ley especial para permitir el relevo en vida. Por ello, y ante la cautela tradicional de la casa imperial japonesa, recién este miércoles Naruhito se convertirá en el nuevo emperador, mientras que Akihito pasará a ser emperador emérito.

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A sus 59 años, será la cabeza del Trono de Crisantemo y tendrá la dura tarea de seguir manteniendo las tradiciones de un pueblo orgulloso de su historia, al mismo tiempo de dar nuevos aires a una monarquía que parece haberse quedado en el tiempo.

Y esto último atañe directamente a la propia familia de Naruhito. Su hija, Aiko, de 17 años, no podrá ser coronada emperatriz, llegado el momento, simplemente porque es mujer.

Su madre, la princesa Masako, una diplomática de carrera que por amor entregó sus días a la monarquía, sigue padeciendo episodios de depresión debido al choque que le significó vivir confinada en el palacio bajo la presión de tener que dar a luz a un hijo varón, el cual nunca llegó.

La ausencia del heredero provocó que la tradición estrictamente patrilineal empezara a tambalearse. El gobierno nipón se mostraba intranquilo ante la posibilidad de considerar un cambio en las leyes para poder permitir a Aiko convertirse en emperatriz. Finalmente, en el 2006, el nacimiento de Hisahito, sobrino directo de Naruhito y único nieto varón de Akihito, desinfló la presión asegurando el futuro de la familia imperial.

El árbol genealógico de la casa imperial japonesa.
El árbol genealógico de la casa imperial japonesa.

— Una nueva era —

El país se rige por el calendario occidental, el gregoriano, pero también mantiene la tradición de establecer sus períodos de la historia según la era en la que gobiernan los emperadores. Ello pese a que el emperador tiene más una figura simbólica y no se inmiscuye en las tareas del gobierno.

Aunque Akihito hizo su anuncio en el 2016, recién el 1 de abril se dio a conocer el nombre de la nueva etapa: Reiwa, que significa “armonía y paz”, de acuerdo a la combinación de los símbolos japoneses o ‘kanjis’ utilizados para formar la palabra. Es decir, Naruhito será emperador bajo la era Reiwa y pasará a tener ese nombre cuando fallezca.

Akihito ha gobernado desde 1989 bajo la era Heisei, o “logro de la paz”, una etapa de altibajos para los japoneses, cuando aún disfrutaban del apogeo económico gracias a su despegue tecnológico, pero que también soportó catástrofes como el terremoto y tsunami del 2011 y el ataque con gas sarín en el metro de Tokio, ocurrido en 1995.

El nombre de estas eras es cuidadosamente escogido por una comisión de expertos, y por ello se toman el tiempo necesario para designar los caracteres que formarán las palabras. Sin embargo, esto ha hecho que todas las oficinas del gobierno corran contra el tiempo en las últimas semanas para actualizar su base de datos y documentos con el nuevo nombre.

Los tesoros imperiales de Japón.
Los tesoros imperiales de Japón.

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