El elefante pigmeo fue encontrado a orillas de un río en Kalabakan, en la isla de Borneo. Su cadaver presentaba heridas de balas en la cabeza y el cuerpo, además, los colmillos le habían sido extirpados. (AFP)
El elefante pigmeo fue encontrado a orillas de un río en Kalabakan, en la isla de Borneo. Su cadaver presentaba heridas de balas en la cabeza y el cuerpo, además, los colmillos le habían sido extirpados. (AFP)
/ SABAH WILDLIFE DEPARTMENT HANDOU
Redacción EC

El cuerpo y la cabeza estaban agujereados a causa de las 70 balas que recibió. Los colmillos le habían sido extirpados y el cadáver estaba amarrado a un tronco, flotando en un río. El cuerpo correspondía a un asesinado por cazadores. La escabrosa escena fue hallada por un grupo de pescadores que se encontraban al norte de la isla Borneo.

Durante la autopsia, un grupo de veterinarios y funcionarios del Departamento de Vida Salvaje del distrito de Sabah () determinaron que los disparos se dieron a corta distancia, usando un arma semiautomática. Augustine Tuuga, director del Departamento, afirmó que la muerte del animal fue “cruel”, pues el paquidermo no habría muerto hasta que los cazadores furtivos lo ejecutaron con un tiro en la cabeza para después quitarle los colmillos, según “La Vanguardia” de España.

La noticia se dio a conocer el pasado miércoles 25 de setiembre. La Policía de Malasia ha desplegado un operativo para buscar y detener a los cinco o seis cazadores que habrían participado del crimen, detalló Tuuga. El director del Departamento de Vida Salvaje, además, ofreció una recompensa de 10.000 ringgit malayos (unos US$2.380) a quien brinde información que permita dar con su paradero, informó el portal Free Malasia Today.

Tuuga también anunció que están evaluando la posibilidad de que la recompensa se eleve hasta los 20.000 ringgits (US$ 4.776). Un miembro del equipo que realizó la autopsia, Sen Nathan, agradeció la ayuda de la empresa agrícola “Sabah Softwoods Berhad”, que les ofreció maquinaria pesada para sacar el cuerpo del animal del río.

El hecho que solo haya 1.500 elefantes pigmeos hace que estos ejemplares se encuentren en peligro de extinción, según “La Vanguardia”. Esta subespecie del elefante asiático es la más pequeña de todas, posee unos colmillos finos y una orejas amplias. Desde 1997 la Ley de Conservación de Vida Salvaje protege al elefante pigmeo, castigando con hasta cinco años de cárcel y una multa de US$60.000 a quienes atenten contra la especie.

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