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Un hombre lleva pertenencias rescatables de su casa afectada por las inundaciones en el distrito de Shikarpur de la provincia de Sindh, en Pakistán. (AP/Fareed Khan)
Redacción EC

están siendo azotado por las peores inundaciones de su historia que ya causaron la muerte de más de 1.100 personas. Desde su independencia del Imperio británico ha estado sufriendo catástrofes meteorológicas que han provocado decenas de miles de muertos y pérdidas económicas inimaginables.

Un tercio del país ha quedado sumergido por las lluvias del monzón, que han causado la muerte de 1.162 personas desde junio, según el último balance difundido el miércoles. Estas han arrasado tierras agrícolas básicas para la economía y han destruido o dañado gravemente un millón de hogares.

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Helicópteros evacuan a personas aisladas en las montañas del norte y barcos recorren las anegadas llanuras del sur: Pakistán continúa movilizando todos sus medios para ayudar a los damnificados.

Las fuerte lluvias están afectando a 33 millones de personas y dejando daños por valor de 10.000 millones de dólares, según fuentes oficiales.

Entre el domingo y el lunes murieron 28 personas en todo el país, informó la Autoridad Nacional de Manejo de Desastres (NDMA). Sin embargo, la entidad reconoció que no ha podido acceder a las comunidades aisladas de las regiones montañosas en el norte del país, por lo cual la cifra podría aumentar.

El Indo, el río que atraviesa la provincia de Sind en el sur, no deja de crecer alimentado por decenas de riachuelos y torrentes desbordados por las fuertes lluvias y el deshielo de los glaciares. Las compuertas de una importante represa se han abierto para hacer frente a un caudal de más de 600.000 m3 por segundo, indicó un responsable del embalse, cerca de la ciudad de Sukkur, en la provincia de Sind, donde viven unas 500.000 personas.

Las autoridades han advertido que los torrentes de agua llegarán a esta provincia del sur en los próximos días, lo que empeorará la situación de millones de personas ya afectadas por las inundaciones.

Constante problema

La joven nación sufrió sus primeras riadas de importancia apenas un mes después de su independencia, en setiembre de 1947. Pero, estas inundaciones solo fueron la antesala de la devastación de 1950, con 2.190 fallecidos, el mayor número de víctimas mortales por este tipo de catástrofe natural hasta la fecha en Pakistán, según datos de la Comisión Federal de Inundaciones.

Las fuertes lluvias provocaron la muerte de 679 personas tan solo cinco años después, en 1955, y decenas de fallecidos en nuevas riadas los años posteriores hasta 1973, cuando unas nuevas inundaciones dejaron 474 víctimas.

Pakistán superó la barrera de los mil fallecidos por primera vez en casi medio siglo con las fuertes lluvias de 1992, que dejaron más de 38.000 kilómetros cuadrados sumergidos. Una devastación solo superada en tiempos recientes por las megainundaciones de 2010 tras un monzón particularmente intenso, en las que murieron 1.985 personas y 20 millones resultaron afectadas.

Tras aquella catástrofe, el país asiático ha continuado registrando centenares de fallecidos anualmente. Solo en 2020, última fecha para la que la Comisión Federal dispone de datos, murieron 409 personas.

El balance de esta sucesión de inundaciones asciende a 13.262 en 75 años, más de 15.000,  según un análisis publicado en 2011 de la académica paquistaní Misbah Manzoor.

Escasez

Muy dependiente de su agricultura, Pakistán espera graves consecuencias para una economía precaria que ya nota las primeras consecuencias del desastre, con una explosión de precios de productos alimentarios como las cebollas, los tomates o los garbanzos.

Estados Unidos anunció el martes un envío de 30 millones de dólares de ayuda humanitaria. También empezaron a llegar vuelos de carga de China, Turquía o Emiratos Árabes Unidos.

Por todos lados aparecieron campamentos improvisados para acoger a los desplazados, que deben aguantar el fuerte calor y la escasez de agua potable y comida.

En una clínica improvisada en Sind, los doctores curan a pacientes que tuvieron que andar descalzos por agua sucia, empantanada y llena de escombros.

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