Los jóvenes blogueros Astiaj Haghighi y Amir Mohammad Ahmadi pasarán los próximos 10 años y seis meses en prisión. Tienen 21 y 22 años, respectivamente. ¿Su delito? Publicar en redes sociales un video donde bailan juntos ante el icónico monumento de la plaza Azadi (Libertad) de Teherán, algo que la justicia de Irán interpretó como una muestra de apoyo a las manifestantes que estallaron en el país tras la muerte de Mahsa Amini a manos de la policía de la moral, 16 de setiembre del 2022.
El video de 16 segundos fue publicado en octubre del 2022 y el pasado 29 de enero ambos jóvenes fueron sentenciados.
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En la grabación, la joven Astiaj Haghighi aparece sin el velo que cubre la cabeza, algo que es obligatorio en Irán.
Además de la obligatoriedad de llevar el velo, las estrictas normas de la República Islámica prohíben a las mujeres bailar en público y mucho menos con un hombre.
La pareja fue arrestada por la policía el 1 de noviembre de 2022 en su casa en Teherán.
Para el 15 Tribunal Revolucionario de Teherán, ellos fueron condenados por “fomento de la impureza y la indecencia, montaje y colusión contra la seguridad nacional y propaganda contra el régimen”.
Además del encarcelamiento, también se les prohibió realizar actividades sociales en Internet y salir del país durante dos años una vez que recobren su libertad, según la agencia HRANA.
La agencia HRANA informó que se les negó el acceso a un abogado durante los procedimientos legales que acabaron con la condena.
De acuerdo con el diario español El País, en la sección 15 del Tribunal Revolucionario de Teherán se suele juzgar a disidentes y periodistas críticos con el régimen. También están viendo casos de los detenidos en las manifestaciones. Tanto Amnistía Internacional como Human Rights Watch consideran que en este y otros tribunales similares los procesos se celebran sin garantías para los acusados.
14.000 personas
han sido arrestadas en Irán en el contexto de las manifestaciones contra el régimen, según Naciones Unidas.
El juez que preside la sección 15 del Tribunal Revolucionario de Teherán es Abolqasem Salavati, a quien los activistas de derechos humanos iraníes apodan “el juez de la horca” por la facilidad con la que condena a la pena de muerte, enfatiza El País.
El diario español recuerda que Salavati condenó a muerte al ciudadano británico-iraní Alireza Ajbari por “corrupción en la tierra”, entre otros graves cargos que no están relacionados con las protestas. El hombre fue ejecutado en enero.
En Irán estallaron protestas callejeras desde la muerte de Mahsa Amini, una joven kurda de 22 años que falleció tras haber sido arrestada por la policía de la moral por, supuestamente, infringir el código de vestimenta que rige en la República Islámica al no llevar el velo.
Al menos 488 personas han muerto, 64 de ellas menores de edad, por la represión de las protestas que estallaron tras el fallecimiento de Amini, según el último balance de la ONG Iran Human Rights publicado este año.
Condenados a muerte y ejecutados en el contexto de las protestas en Irán:
Mohammad Mehdi Karami, campeón de kárate de 22 años, fue ahorcado el 7 de enero, solo 65 días después de su detención. Según el servicio persa de la BBC, tuvo menos de 15 minutos para defenderse en el tribunal. Fue arrestado en relación con el asesinato de un miembro de la fuerza paramilitar Basij durante las protestas en la ciudad de Karaj, al oeste de Teherán, el pasado 3 de noviembre. Luego de ello fue acusado del delito de "corrupción en la Tierra" y fue juzgado ante un Tribunal Revolucionario en Karaj el 30 de noviembre.
Seyed Mohammad Hosseini fue ahorcado la madrugada del sábado 7 de enero del 2023. Participó en las protestas contra el régimen el año pasado y fue condenado por matar a Seyed Ruhollah Ajamian, miembro de la fuerza paramilitar Basij, en Karaj el 3 de noviembre, según la agencia de noticias judicial iraní Mizan.
Majid Reza Rahnavard, de 23 años, murió ahorcado en una grúa en plena calle en Mashad, a unos 900 kilómetros al este de Teherán, en la que fue la primera ejecución en público de un manifestante detenido en las protestas. Fue ajusticiado 23 días después de su arresto el 19 de noviembre del 2022. Había sido acusado de matar a puñaladas a dos miembros de la milicia paramilitar Basij y sobre él también pesaba el cargo de “enemistad con Dios”.
Mohsen Shekari fue ejecutado a primera hora del 8 de diciembre del 2022 después de que fuese condenado a muerte el 29 de noviembre por herir a un paramilitar basij con un cuchillo, bloquear una calle y crear terror en Teherán, informó la agencia Mizan, del Poder Judicial. Fue el primer manifestante ejecutado por su participación en las protestas que sacuden Irán desde la muerte de Mahsa Amini a mediados de setiembre del 2022.
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