Los 2.260 refugiados aceptados por Birmania forman parte de los 4.255 que han recibido autorización para volver del departamento birmano de Inmigración. (Foto: EFE)
Los 2.260 refugiados aceptados por Birmania forman parte de los 4.255 que han recibido autorización para volver del departamento birmano de Inmigración. (Foto: EFE)
Redacción EC

Rangún. La repatriación de los 723.000 miembros de la minoría que escaparon de (Myanmar) a Bangladesh el año pasado comenzará el 15 de noviembre con un grupo de 2.260, indicaron fuentes oficiales birmanas.

El grupo llegará al centro de recepción de Nga Khu Ya y se alojará temporalmente en el campamento Hla Phoe Kahung, ambos en el estado de Rakáin (antiguo Arakan), según el Ministerio de Asuntos Exteriores birmano citado hoy por la prensa local.

Los 2.260 refugiados aceptados por Birmania forman parte de los 4.255 que han recibido autorización para volver del departamento birmano de Inmigración.

Los Gobiernos de Bangladesh y Birmania anunciaron el pasado día 30, tras una reunión en Daca, que acordaron empezar la repatriación a mediados de noviembre, pero no ofrecieron una fecha para completar el proceso.

El anuncio surgía casi un año después de que ambos países firmaran, el 23 de noviembre de 2017, un acuerdo para el retorno de los refugiados.

Miembros de la ONU y organizaciones no gubernamentales han condenado el comienzo de la operación de repatriación porque, en su opinión, no existen las condiciones para su regreso a Rakáin, el estado en el oeste de Birmania del que huyeron tras la violencia que estalló a finales de agosto del año pasado.

"Devolver a los rohingyas a Birmania en un momento en el que no existen mecanismos para garantizar su seguridad, dignidad y derechos humanos es irrazonable", indicó hoy la ONG Burma Human Rights Network en un comunicado.

Más de un millón de rohingyas, una comunidad mayoritariamente musulmana que el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos considera "apátrida", han escapado de Birmania en distintas oleadas desde finales del siglo pasado.

La última avalancha comenzó con la operación militar lanzada para capturar a los miembros del Ejército de Salvación Rohingya de Arakan (ARSA) que habían perpetrado una treintena de atentados coordinados en Rakáin el 25 de agosto de 2017 y llevó a 723.000 rohingyas a buscar refugio en Bangladesh.

Un informe de la ONU presentado el pasado septiembre calificó la operación militar en Rakáin contra los rohingyas de "genocidio intencionado", además de hallar indicios de crímenes de guerra y contra la humanidad.

Las autoridades birmanas, que han rechazado este informe, consideran a la mayoría de los rohingyas en su territorio emigrantes bengalíes y les someten a numerosas restricciones, como la limitación de la libertad de movimiento.

Fuente: EFE

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