Un joven (C) celebra con una bebida para conmemorar el "Día de la mayoría de edad", cuando Japón honra a las personas que cumplen 20 años este año para significar la edad adulta, en una calle de Yokohama el 10 de enero de 2022. Foto de archivo.
Un joven (C) celebra con una bebida para conmemorar el "Día de la mayoría de edad", cuando Japón honra a las personas que cumplen 20 años este año para significar la edad adulta, en una calle de Yokohama el 10 de enero de 2022. Foto de archivo.
/ Agencia AFP
Redacción EC

Mientras que la mayoría de países promueven campañas para reducir —y muchas veces evitar— el consumo de , va en otra dirección. Este país asiático se encuentra realizando un concurso para conseguir ideas de negocio destinadas a promover que los jóvenes beban más alcohol. Aquí te explicamos la razón detrás de esta inusual campaña.

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Por un lado, las nuevas generaciones de jóvenes nipones se han caracterizado por no consumir mucho alcohol. Y con la llegada de la pandemia de coronavirus, este rubro —tal y como paso con muchos otros— se contrajo y con su caída a nivel de consumo, pasó lo mismo con los impuestos que tienen las bebidas espirituosas, como el orgullo nacional: el .

Esta foto tomada el 14 de septiembre de 2016 muestra a un empleado de la cervecería Ozawa Shuzo pegando etiquetas en botellas llenas de sake en Ome, en la periferia occidental de Tokio. Foto de archivo.
Esta foto tomada el 14 de septiembre de 2016 muestra a un empleado de la cervecería Ozawa Shuzo pegando etiquetas en botellas llenas de sake en Ome, en la periferia occidental de Tokio. Foto de archivo.
/ Agencia AFP

Ante esta vertiginosa caída en la recaudación fiscal, la a Agencia Tributaria de Japón decidió lanzar un concurso que se llama “¡Viva el Sake!”. Con esta campaña, buscan volver nuevamente atractiva esta bebida y poder así “revitalizar la industria de los licores y solucionar sus problemas”, según dice en su página web.

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El objetivo principal de esta iniciativa es “incrementar el conocimiento entre la población sobre el sector de las bebidas alcohólicas, que está atravesando dificultades debido al covid y a la baja tasa de natalidad, que conlleva que haya menos consumidores”, según explicó a EFE un portavoz de la Agencia Tributaria japonesa.

Esta convocatoria —que empezó desde inicios de julio— consiste en pedirle a los jóvenes que están entre los 20 y 39 años de edad, que compartan las ideas de negocio que tengan para impulsar el consumo entre sus pares. No se centra solo en el sake, ya que también se considera a otras bebidas como el shochu, el vino, la cerveza o el whisky.

Se espera recibir propuestas innovadoras que incluyan herramientas como la inteligencia atificial o entornos como el metaverso. El plazo para participar es hasta el 9 de setiembre de este año, en noviembre se realizará una presentación con los planes de los finalistas.

El sake, una bebida fermentada hecha de arroz, ha atravesado tiempos difíciles en su tierra natal en medio de cambios en los gustos, pero los fabricantes están dando la bienvenida a su creciente popularidad en el extranjero. Foto de archivo.
El sake, una bebida fermentada hecha de arroz, ha atravesado tiempos difíciles en su tierra natal en medio de cambios en los gustos, pero los fabricantes están dando la bienvenida a su creciente popularidad en el extranjero. Foto de archivo.
/ Agencia AFP
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Reacciones y recaudaciones

Desde el principio, esta campaña ha recibido todo tipo de reacciones. Especialmente hay un buen número de críticas enfocadas en señalar que la iniciativa promueve hábitos poco saludables. Ante ello, el portavoz señaló a EFE que la Agencia Tributaria “no busca que haya un consumo excesivo de alcohol y también trabaja para educar a los jóvenes para un consumo moderado”.

Por otro lado, la necesidad de esta campaña se hace tangible al analizar las cifras de los impuestos recaudados en años anteriores. Las personas bebían menos alcohol en 2020 que en 1995, las cifras se han desplomado de 100 litros a 75 litros por persona anualmente.

La recaudación de impuestos durante el ejercicio fiscal 2020 en Japón, disminuyó en 110.000 millones de yenes (803 millones de dólares) hasta los 1,13 billón de yenes (8.300 millones de dólares), lo que supone la mayor caída en 31 años, según los datos de la Agencia Tributaria. Y a esto se une el tem de que los impuestos fiscales sobre el alcohol se han ido reduciendo con el paso de los años. Según recoge el periódico The Japan Times, en 1980 el impuesto a las bebidas fue el 5% de los ingresos totales, mientras que en 2020 solo llegó al 1,7%.

Botellas de sake expuestas en una tienda de vinos de París el 18 de septiembre de 2007. Foto de archivo.
Botellas de sake expuestas en una tienda de vinos de París el 18 de septiembre de 2007. Foto de archivo.
/ Agencia AFP

Además, en el mismo año, el gasto promedio per cápita de alcohol en bares y restaurantes fue de 9.000 yenes (unos 66 dólares), lo que supone menos de la mitad del registrado un año antes, según datos del Ministerio del Interior. Al mismo tiempo, el gasto medio de cada hogar japonés en bebidas espirituosas se elevó desde los 41.000 yenes (299 dólares) de 2019 hasta los 46.000 yenes (336 dólares) en 2020.

Otros datos oficiales y las hojas de resultados de empresas japonesas del sector también muestran un descenso marcado de las ventas de productos con contenido alcohólico, frente a la tendencia alcista de bebidas sin alcohol similares a la cerveza o a los cócteles, y de otros productos con propiedades energéticas o con supuestos beneficios para la salud.

Esta evolución se atribuye a las medidas anticontagios del país asiático durante la pandemia, que incluían la recomendación a los ciudadanos de evitar salir de casa salvo para desplazamientos esenciales —aunque Japón nunca aplicó el confinamiento obligatorio—, y las restricciones de horarios para bares o restaurantes o incluso su cierre temporal.

Por su parte, el Banco Mundial estima que el 29% de la población en Japón tiene 65 años de edad o más. Se trata de la proporción más alta del mundo sobre este grupo etario. Esta variable también juega en contra del incremento de consumo en general. Por ello, esta campaña que impulsa el consumo del sake intenta solucionar solo un aspecto mínimo sobre la economía nipona que pronto se enfrentará a problemas como la necesidad de contar con personal más joven para determinados tipos de trabajo y el cuidado de adultos mayores.

Con información de EFE.



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