MDN
Gran Bahama
Redacción EC

Bahamas. El se estacionó sobre en el noroeste de las durante más de un día y medio provocando inundaciones, con paredes de agua que alcanzaron el segundo piso de los edificios y casas. La isla de  fue la principal afectada.

En Bahamas, los equipos de rescate, ya apoyados por ayuda internacional, continúan movilizándose para asistir a los miles de afectados en el noroeste del país, en las Islas Ábaco y Gran Bahama.

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Las inundaciones masivas han dejado inutilizable el principal hospital en la isla de Gran Bahama, dijo el martes a The Associated Press el Ministro de Salud de Bahamas, Duane Sands. Agregó que el meteoro también devastó otras partes de la infraestructura de salud.

LaQuez Williams, pastor de la Catedral Jubilee en Gran Bahama, abrió su iglesia como refugio para unas 150 personas. A medida que avanzaba la tormenta, Williams dijo que desde lo alto podía ver personas en los tejados buscando amparo.

"Estaban pidiendo ayuda, pero no se podía salir a buscarlos", dijo Williams. "Fue muy difícil porque uno se siente impotente".

El portavoz de la Cruz Roja Matthew Cochrane dijo que se cree que más de 13.000 viviendas, alrededor del 45% de las residencias en Gran Bahama y Ábaco, sufrieron daños severos o quedaron destruidas por completo.

Funcionarios de las Naciones Unidas indicaron que se necesitarán alimentos para más de 60.000 personas en las islas, mientras que la Cruz Roja señaló que unos 62.000 residentes requerirán agua potable.

“Es una devastación total. Quedó destruida. Apocalíptico. Parece como si una bomba hubiera explotado”, dijo Lia Head-Rigby, quien ayuda a manejar una organización local de asistencia y que realizó un recorrido aéreo por las Islas Ábaco, una de las zonas más afectadas.

“No se puede reconstruir lo que estaba ahí; hay que empezar de nuevo”.

Dijo que su representante en Ábaco le informó que “hay muchos más muertos” y que se están recuperando los cuerpos. El primer ministro también prevé un aumento en el número de decesos y pronosticó que la reconstrucción requeriría de un “gran esfuerzo coordinado”.

“Estamos en medio de una de las peores crisis nacionales en la historia de nuestro país”, dijo el primer ministro de Bahamas, Hubert Minnis. “No se escatimarán esfuerzos ni recursos”.

En tanto, las autoridades de emergencia han tenido problemas para acceder a las víctimas en medio de condiciones aún demasiado peligrosas para los rescatistas, quienes exhortaron a la población a resistir.

“Queríamos salir, pero no es un riesgo que seamos capaces de tomar”, dijo Tammy Mitchell, de la Agencia Nacional para el Manejo de Emergencias de las Bahamas en declaraciones a la estación radiofónica ZNS. “No queremos que la gente crea que nos olvidamos de ellos... Sabemos las condiciones por las que pasan. Sabemos si están atrapados en un ático”.

Dorian azotó las Islas Ábaco y la Gran Bahama, en el norte del archipiélago, con vientos de hasta 295 kilómetros por hora (185 millas por hora) y lluvias torrenciales hasta que finalmente avanzó el martes a aguas abiertas y en dirección a Florida. 

En las costas de Florida, Georgia y Carolina del Norte se emitieron avisos de evacuación para más de 2 millones de personas. Aunque la amenaza de un impacto directo a Florida prácticamente ha desaparecido, se prevé que Dorian pase peligrosamente cerca de Georgia y Carolina del Sur, e incluso que toque tierra en Carolina del Norte el jueves o viernes.

“No se arriesguen. Salgan de ahí”, pidió Carlos Castillo, funcionario de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias.

Coto informó desde San Juan, Puerto Rico, y Weissenstein desde Nassau, Bahamas. Los periodistas de The Associated Press Tim Aylen en Freeport, Bahamas; Russ Bynum en Georgia; y Seth Borenstein en Washington contribuyeron a este despacho.

Fuente: AP / AFP / EFE

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