A fines de junio, la Corte Suprema de tomará una decisión fundamental: penalizar el . Pero no será necesario esperar hasta esa fecha para saber que el histórico fallo de 1973 -el conocido - será revocado. La filtración a la prensa del borrador de un documento escrito por el magistrado conservador Samuel Alito, ha disparado la alarma y ha vuelto a dividir al país sobre un tema ultrasensible.

El presidente de la Corte Suprema, el también conservador John Roberts, confirmó la autenticidad del documento, pero ya dijo que iniciará una investigación sobre cómo llegó a manos del portal Político, quien se encargó de difundirlo el lunes por la noche.

¿Cómo un derecho conseguido hace casi medio siglo está cerca de ser anulado?

Si se revoca el fallo Roe vs. Wade, en todo el país, sino que cada estado tomará la decisión sobre su prohibición o el plazo de tiempo que tiene una mujer para interrumpir su embarazo.

“Esto va a tener repercusiones socioeconómicas tremendas”, señala a El Comercio la politóloga María Puerta Riera, profesora de Ciencias Políticas en el Valencia College de Orlando.

“Va a afectar, sobre todo, a las mujeres más vulnerables, a latinas o afroamericanas que no van a tener los medios para viajar a los estados que sí podrían permitir el aborto. Va a perjudicar a las más pobres, a las que tienen varios hijos, a un sector de la población para el cual no hay recursos legales”.

Manifestantes 'pro-choice', o a favor del aborto, llegaron hasta la Corte Suprema para protestar contra la posibilidad que se revierta la ley que permite este procedimiento desde 1973. (AP Photo/Sue Ogrocki File)
Manifestantes 'pro-choice', o a favor del aborto, llegaron hasta la Corte Suprema para protestar contra la posibilidad que se revierta la ley que permite este procedimiento desde 1973. (AP Photo/Sue Ogrocki File)
/ Sue Ogrocki

Actualmente, la ley señala que se permite el aborto hasta las 23 o 24 semanas por cualquier motivo, pero ahora podría reducirse a 15 semanas o simplemente ninguna.

Si en junio la Corte Suprema oficializa su decisión, hay varios estados que ya están listos para imponer sus restricciones. Según el Instituto Guttmacher, 26 de los 50 estados de Estados Unidos prohibirían el aborto, entre ellos Arkansas, Idaho, Kentucky, Misisipí y Texas. Esto pese a que diversas encuestas señalan que un 60% de los estadounidenses consideran que el aborto debe mantenerse legal en todos o la mayoría de los casos.

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El destino de los derechos obtenidos

La noticia ya provocó manifestaciones frente al edificio de la Corte Suprema, cuya aprobación sigue bajando y el año pasado llegó a 40%.

“Es de esperar futuras acciones de protesta por lo menos por los próximos dos meses antes de que dicho dictamen sea oficialmente publicado. Al ser una decisión que afecta las leyes federales, estas marchas no se reducirán a Washington DC sino que se expandirán a otros centros urbanos”, señala a El Comercio Ani De la Quintana, directora asociada de la consultora en gestión de riesgos globales, Control Risks.

“Es probable que estas marchas y protestas intenten presionar al gobierno de Biden para que tome medidas que protejan el derecho al aborto, a través de acciones tales como la codificación del derecho al aborto en la ley federal. Mientras tanto, los activistas contra el aborto responderán con contraprotestas”, agrega.

Frente a la Corte Suprema también se congregaron personas que apoyan la prohibición al aborto.
Frente a la Corte Suprema también se congregaron personas que apoyan la prohibición al aborto.

Para Soledad Vallejos, periodista y escritora argentina experta en temas de aborto, cambiar lo que se logró con Roe vs. Wade no solo afectará a las mujeres, sino el derecho a la salud y la privacidad.

El movimiento de mujeres norteamericano fue lo suficientemente fuerte como para lograr ese fallo en los años 70, y desde entonces se dio por sentado que nada lo podía poner en riesgo. Pero en los últimos 10 años hemos visto un crecimiento de la reacción conservadora a nivel global, impulsada por una alianza de sectores políticos con sectores profundamente conservadores y reaccionarios de distintas iglesias. Me parece que los feminismos en general no advirtieron esto a tiempo, entonces se dio por sentado que ciertos derechos garantizados no eran necesarios defenderlos o velar por su continuidad”, expresa a este Diario.

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Política y religión

Esta casi segura decisión de la Corte Suprema también podría arrastrar a otros fallos que van en contra del conservadurismo de sus jueces, que son mayoría, como el matrimonio igualitario.

“También podría ir en contra de los métodos anticonceptivos, porque eso está atado al tema del aborto, y los activistas provida también quieren que se niegue el derecho a la contracepción”, agrega Puerta Riera.

“Estos magistrados conservadores no solo lo son desde el punto de vista político. Hay algunos, como Amy Coney Barrett -que fue propuesta por Donald Trump en el 2020- que están muy vinculados a la iglesia. Ya pasar a ser un tema filosófico-religioso”, explica.

Los nueve integrantes de la Corte Suprema de Estados Unidos: De pie están Brett Kavanaugh, Elena Kagan, Neil Gorsuch y Amy Coney Barrett. Sentados están Samuel Alito, Clarence Thomas, John Roberts, Stephen Breyer y Sonia Sotomayor. REUTERS/File Photo
Los nueve integrantes de la Corte Suprema de Estados Unidos: De pie están Brett Kavanaugh, Elena Kagan, Neil Gorsuch y Amy Coney Barrett. Sentados están Samuel Alito, Clarence Thomas, John Roberts, Stephen Breyer y Sonia Sotomayor. REUTERS/File Photo
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Actualmente, la Corte Suprema está compuesta por tres jueces liberales y seis conservadores, tres de los cuales fueron nombrados por el .

“Los nombramientos que logró concretar Trump significaron un desequilibrio a favor del sector conservador, y no se trata de un conservadurismo en un sentido liberal tradicional, sino de un conservadurismo con un fuerte peso de iglesias evangélicas. Es un tipo de justicia que está lejos de pensar en lo confesional como algo privado”, apunta Vallejos.

Asimismo, Puerta Riera señala que los jueces no están decidiendo por lo que piensa la mayoría de los estadounidenses, sino por esa pequeña base ultraconservadora que los ha promovido como magistrados.

“Esta base tiene controlada la Corte Suprema y también las legislaturas estatales, que son muy importantes. La raíz de la democracia en Estados Unidos está en los gobiernos locales y estatales, no es solo es el Congreso en Washington”, detalla.

Y en este aspecto viene una cuestión fundamental: el componente político en un año electoral, pues en noviembre serán las elecciones legislativas de medio término, que podrían determinar que los republicanos retomen el control del Congreso.

Para Puerta Riera, no obstante, podría generar el efecto contrario y movilizar a los votantes demócratas e independientes que no pensaban participar en los comicios:

“Esto va a ocasionar un cambio en la dinámica electoral que nosotros estábamos viendo hasta ayer, porque muchos jóvenes estaban pensando no votar. En las elecciones legislativas no suele haber mucha participación. Pero antes de esta filtración, había la certeza de que los demócratas iban a perder las dos cámaras, o al menos la Cámara de Representantes, pero ahora hay un juego nuevo. Esta decisión tendrá consecuencias en estas elecciones”.