(Foto: AFP)
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Gisella López Lenci

Las elecciones del martes, donde se renovará el Congreso de , son claves pues empoderarían a y lo pondrían en camino a la reelección, o podrían hacerle bajar el tono de su discurso confrontacional.

Para el doctor en Ciencias Políticas y profesor de la Universidad Internacional de Florida, Eduardo Gamarra, lo más probable es que el Partido Demócrata solo recupere la cámara baja.

—¿Cree que los demócratas puedan recuperar el Congreso en estas elecciones?
El escenario más posible es que los demócratas recuperen el control de la cámara baja, pero no de la cámara alta. Y no sería inusual porque es el patrón normal de la política norteamericana, pues el presidente suele perder las elecciones de medio término.

—¿Si se da ese escenario también habría bloqueo en el Congreso para obstaculizar los proyectos de Trump?
En un sistema presidencialista y bicameral, cualquier legislación tiene que pasar por ambas cámaras. Si los demócratas llegan a controlar la cámara baja le va a ser muy difícil al presidente llevar adelante el resto de su agenda legislativa.

Los demócratas podrían darle un gran impulso a la investigación del fiscal especial Robert Mueller −a cargo de la trama rusa−, podrían conminar al presidente a entregar el registro de sus impuestos. Hay que tener en cuenta que si controlan la cámara baja, también controlarán la presidencia de todas las comisiones legislativas ahí.

—¿Y si los demócratas dan la sorpresa y logran tener el control del Senado? ¿La gestión de Trump sería mucho más complicada?
Si ganan el Senado, Trump ya está fregado, porque si logran controlar ambas cámaras, la posibilidad de un ‘impeachment’ o juicio político se eleva enormemente. Si se jubila otro miembro de la Corte Suprema, los nominados que proponga el presidente ya no prosperarían. Pero ellos ya están previendo una derrota en la cámara baja, pues esta semana están pendientes de nombramiento unos 400 jueces conservadores en la Comisión de Justicia.

—¿Qué trabajo han estado haciendo los demócratas estos dos años, tras la derrota de Hillary Clinton en el 2016, a nivel de bases como para poder controlar de nuevo la Cámara de Representantes?
El Partido Demócrata ha movilizado a mucha gente, sobre todo a mujeres y jóvenes en temas como el sistema de salud y el control de armas.

Sin embargo, también ha habido una enorme movilización por parte de los republicanos. Ellos han utilizado el tema de la migración y del nombramiento del juez Brett Kavanaugh. Por eso, al parecer, vamos a tener la tasa de participación más alta en décadas para una elección de medio término, pues se prevé una asistencia de entre el 50% y el 70%.

—¿Si los republicanos se quedan con la Cámara de Representantes se aseguraría la reelección de Trump en el 2020?
No necesariamente, pero sí le daría una gran ventaja y eso consolidaría la agenda de los republicanos, se pararía la investigación de Rusia, se consolidaría el tema migratorio. Inclusive la posibilidad de que se reforme la Constitución, con la nueva propuesta del presidente de quitar la nacionalidad por nacimiento, algo que es inconstitucional.

—En el lado demócrata, hay un récord de candidatos de grupos minoritarios y que no necesariamente pertenecen al ‘establishment’ y que están más a la izquierda del partido. ‘Cree que este sector llegue a dominar la cámara baja?
El sector de izquierda −que no es muy izquierdista en realidad− probablemente llevará a algunos representante a la cámara baja, pero la mayoría serán hombres y mujeres de centro porque yo creo que saben bien que una agenda radical de izquierda no tendrá mucho apoyo. Por ejemplo, en las encuestas de intención de voto por un candidato demócrata para el 2020, Bernie Sanders sale tercero.

—¿Cuáles han sido las lecciones que han aprendido los demócratas en estos dos años?
Hay lecciones como no demonizar demasiado a Trump. Aprendieron que la salud es un tema vital y que la reforma republicana fue mala y que pueden ganar con el tema de la reforma de salud. Aprendieron que en el tema de la reforma migratoria no pueden hablar de fronteras abiertas, ningún demócrata habla hoy en día de eso.

—¿Y en el lado republicano?
Ahí el asunto es complicado porque hoy el Partido Republicano es el partido de Trump. Por eso la elección del martes es vital. Si ganan, no hay vuelta atrás. Si pierden, ahí es donde van a venir las lecciones sobre los errores y si se moverán más hacia el centro, o incluso si Trump llegará a ser el candidato para el 2020.

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