(Fotos: AFP / Reuters / AFP)
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Gisella López Lenci

El está resuelto a reconquistar la Casa Blanca. Pero la tarea no es en absoluto sencilla. Con en plena campaña de reelección, los demócratas han empezado su proceso de primarias con nada menos que 20 candidatos, que han puesto en evidencia las divisiones dentro de un partido que aún no se recupera de la monumental derrota del 2016.

El Partido Demócrata siempre ha sido un partido paraguas que abarca ideas de izquierda y de derecha”, explica a este Diario el politólogo Eduardo Gamarra, profesor de la Universidad Internacional de Florida. Pero no se trata de una izquierda marxista, como lo entendemos en Latinoamérica, sino una izquierda llamada progresista que busca que el gasto público se destine a políticas sociales como el acceso a seguros de salud universal o una mejor educación. 






Entre los 20 candidatos, los que mejor representan las ideas progresistas son los senadores Bernie Sanders
–que estuvo a punto de ganar la nominación demócrata en el 2016, pero perdió ante Hillary Clinton– y Elizabeth Warren, una reconocida académica experta en Derecho.

En los debates de esta semana, la línea fue claramente trazada. El martes se presentaron diez candidatos, incluyendo Sanders y Warren. Ambos parecían formar parte de un mismo equipo, mientras que el resto, la mayoría apenas conocidos, se dedicaron a remarcar que los demócratas perderían de nuevo la elección ante Trump si algún progresista, y no uno moderado, representaba al partido en las elecciones del 2020.

Podemos seguir el camino por el que nos quieren llevar el senador Sanders y la senadora Warren, con promesas imposibles que van a repeler a los votantes independientes y hacer que Trump sea reelegido”, dijo el excongresista John Delaney. “Yo no sé por qué alguien se presenta a presidente de Estados Unidos solo para decirnos todas las cosas que no podemos hacer”, le respondió irónicamente Warren.

El presidente, inteligentemente, ya estableció cómo irá la campaña. Ya etiquetó a Sanders y Warren como socialistas, con todo el pavor que genera esa palabra en el electorado estadounidense, pese a que solo el senador Sanders se ha definido como socialdemócrata.

El reciente ataque misógino y racista contra las cuatro congresistas demócratas del llamado Escuadrón (‘The Squad’), con Alexandria Ocasio-Cortez e Ilhan Omar a la cabeza, forma parte de esa estrategia, pues ellas representan al ala más progresista del partido, y además se han enfrentado a Nancy Pelosi, la representante del ‘establishment’ demócrata.

La separación entre el ala más izquierdista y los ultraprogresistas [Warren y Sanders] y el aparato del partido, especialmente Biden, es profunda e intensa. No tengo claro que todo pueda subsanarse para noviembre del 2020”, explicó a la agencia Efe Steffen Schmidt, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Iowa.

—El factor Biden—

El representante del sector moderado es Joe Biden, quien fue el vicepresidente de Barack Obama. Puntero en las encuestas, con 32% según el promedio de RealClearPolitics, fue el que recibió más dardos el miércoles, cuando le tocó presentarse junto a otros nueve precandidatos.

Según Gamarra, Biden tendría más opciones de enfrentarse a Trump por estar en el centro. “La campaña se va a volver un debate sobre quién propone más programas sociales. El martes hablaban de ingreso mínimo garantizado, de pagar las deudas de todos los estudiantes universitarios, promesas enormes que funcionan bien en una pequeña base electoral, pero son problemáticas de concretar desde el punto de vista del manejo fiscal”.

Los demócratas aún deben definir cuál es el camino que prefieren seguir para retomar la Casa Blanca. Lo cierto es que la base progresista se ha fortalecido en estos años y está dispuesta a ir a votar, mientras que los moderados deben tener la cintura suficiente para aguantar los embates de Trump y no desilusionar a su base.  

ENTREVISTA

“Biden va a quedar puntero”
Eduardo Gamarra, politólogo y profesor de la FIU

—¿Qué candidato cree que ganó después de los dos debates?
En la primera noche le fue muy bien a Elizabeth Warren, pareció una profesora universitaria dando cifras y hablando de políticas públicas. Bernie Sanders está repitiendo el mismo discurso del 2016 y pareció un viejito cascarrabias. La mayoría de los analistas coinciden en que no le fue tan bien a Sanders.

—¿Y Biden? En el debate del miércoles recibió ataques de todos...
Precisamente porque el Partido Demócrata presenta tantos candidatos, y Biden es el que va adelante, entonces no perdieron la oportunidad de atacarlo. A pesar de ello, y aunque Biden no respondió bien algunas preguntas, el debate lo favoreció mucho y creo que va a quedar de puntero. En las próximas tres semanas creo que solo quedará una docena de postulantes.

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