La caída de Andrew Cuomo, de gobernador popular de Nueva York a acusado de acosar a 11 mujeres

En abril de este año, el 51% de neoyorquinos apoyaba que su gobernador Andrew Cuomo volviera a postular para el cargo en las próximas elecciones, destacando principalmente su manejo de la pandemia de Covid-19 en el estado. Hoy, casi cuatro meses después de aquel sondeo, una nueva encuesta muestra que el 59% de ciudadanos de la Gran Manzana considera que no debería siquiera terminar el actual periodo tras conocerse las acusaciones por acoso sexual en su contra.

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En febrero, un artículo de The New York Times dio a conocer la primera acusación en contra de Cuomo. La víctima, identificada como Charlotte Bennett, joven de 25 años que trabajó con él como asistente y consejera en temas sanitarios, narró cómo en una conversación dentro de la oficina del gobernador este insinuó que quería involucrarse sexualmente con ella.

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Dos meses antes, en diciembre del 2020, otra exempleada del gobierno estatal denunció a Cuomo por besarla en los labios y tocar uno de sus senos. La Fiscalía de Nueva York inició una investigación en la que, tras cinco meses en los que entrevistaron a 179 personas y recogieron 74 mil pruebas, acusan al gobernador de haber agredido sexualmente y acosado a “11 mujeres, dentro y fuera del gobierno estatal”.

El informe de 165 páginas, presentado por la fiscal general Letitia James, detalla que Cuomo dio “besos y abrazos no deseados”, “toqueteos e insinuaciones sexuales”, como parte de las acusaciones de 11 mujeres que también lo acusan de ser un jefe de comportamiento abusivo.

Cuomo ha negado todas las acusaciones en su contra y ha señalado que no renunciará al cargo. Sin embargo, 121 miembros del Senado y la Asamblea de Nueva York, representantes del Partido Demócrata -al cual pertenece- y hasta el mismo presidente estadounidense Joe Biden, han pedido su dimisión.

Además de Biden, también pidieron la renuncia de Cuomo la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, y los dos senadores que representan a Nueva York: el líder de la mayoría progresista en el Senado, Chuck Schumer, y la legisladora Kirsten Gillibrand.

UN HOMBRE DE MUCHOS ABRAZOS

Desde que explotó es escándalo en su contra, Cuomo ha pasado de negar todos los cargos a justificarse asegurando de que es una persona que suele abrazar mucho.

“Actué de una manera que hizo que personas se sintieran incómodas” pero “no fue intencionado”, señaló el 3 de marzo. “Me siento horrible sobre eso, y francamente estoy avergonzado”, dijo al borde de las lágrimas en aquella presentación en la que también dejo en claro que no renunciaría al cargo.

Pocos días más tarde, el 12 de marzo, reiteró que no dimitiría al cargo, ante las primeras reacciones de los líderes demócratas por las acusaciones. “Le creemos a estas mujeres, a las noticias, creemos al fiscal y a los 55 legisladores de Nueva York que han llegado a la conclusión de que el gobernador Cuomo ya no puede liderar eficazmente ante todos estos desafíos”, decían en un comunicado conjunto la congresista Alexandria Ocasio-Cortez y su colega neoyorquino, Jamaal Bowman.

Finalmente, este martes, tras conocerse la acusación de la fiscalía, Cuomo brindó un nuevo discurso televisado en el que pidió a sus ciudadanos que “sepan directamente de mí que nunca toqué a nadie de manera inapropiada ni hice insinuaciones sexuales inapropiadas”. Sin embargo en esta alocución, el gobernador no solo se limitó a negar los cargos sino que también improvisó una cuestionable defensa.

Cuomo aseguró que solo trataba de “conectar” con la gente y mostrar su aprecio. ”Ahora entiendo que hay perspectivas generacionales o culturales que, francamente, no las había apreciado del todo. Y he aprendido de esto”, señaló el gobernador mientras presentaba video con diversas fotografías en las que aparecía abrazando a diversas figuras públicas, incluido el presidente Biden.

El mandatario, en la conferencia donde señalaba que Cuomo debía renunciar, fue cuestionado sobre su aparición en el video del gobernador. “Estoy seguro de que algunos abrazos fueron totalmente inocentes. Pero aparentemente, la fiscal general ha decidido que hay cosas que no lo fueron”, dijo al respecto.

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