(Foto: AP)
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Redacción EC

En lo que tal vez sea el último día despejado en Florida antes de la llegada del con ventarrones y aguaceros, trabajadores sociales y policías pusieron en un dilema a los 1.100 indigentes que se calcula viven en Miami: vayan a un albergue por su cuenta o se les retendrá contra su voluntad para evaluarles la salud mental.


A medida que se aproximaba el viernes la parte exterior de la tormenta, los trabajadores sociales y policías -con apoyo de un psiquiatra y la observación de un equipo de The Associated Press- recorrían calles del centro que estaban escalofriantemente vacías a la llegada del alba en la bahía Vizcaína, en busca de personas menesterosas renuentes a buscar refugio y que duermen en parques frente a la costa.

“Estamos saliendo y a todo indigente que rehúse dejar la calle, le aplicaremos la Ley Baker contra su voluntad”, dijo Ron Book, presidente del Fideicomiso para Personas Sin Casa de Miami-Dade.

Invocar la “Ley Baker” -que permite a las autoridades internar a pacientes que representen un peligro para ellos mismos u otras personas- no es algo que la policía haga a la ligera. Sin embargo, los agentes habían detenido al menos seis personas para el viernes en la tarde.

La normativa prevé que las personas con problemas mentales sean internadas 72 horas en contra de su voluntad en una instalación psiquiátrica y el estado puede solicitar a un tribunal que se prolongue la retención.

Para entonces, los fuertes vientos y las terribles marejadas a causa de Irma deberán estar afectando otro lugar al norte de la ciudad.

“No voy a firmar las notas de suicido de indigentes en mi comunidad. Simplemente, no lo haré”, señaló Book. “Por eso contamos con la Ley Baker. Existe para proteger a quienes de lo contrario son incapaces de protegerse”.

Fuente: AP

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