Mike y Judy Sullivan confeccionan juguetes de madera para regalar en Navidad. (Foto: GofundMe)
Mike y Judy Sullivan confeccionan juguetes de madera para regalar en Navidad. (Foto: GofundMe)
Redacción EC

Como si se trataran de Papá Noel y Mamanuela, una pareja de jubilados ha montado un taller de carpintería en () para entregar más de 1.400 juguetes a pequeños de escasos recursos esta Navidad.

Los esposos Mike y Judy Sullivan emprenden esta labor desde hace siete años en un taller de carpintería que instalaron detrás de su vivienda en Desert Hot Springs. Lo que comenzó como un hobby se convirtió en una responsabilidad en cada fiesta navideña.

“Después de la jubilación, me aburrí y necesitaba hacer algo. En Navidad, tuvimos la oportunidad de ver a los niños obtener los juguetes y ver cuánta alegría les producía”, dijo a Mike Sullivan, de 72 años.

El trabajo, que les puede demandar de 8 a 10 horas, se divide así: Mike compra la madera, las brocas, las sierras y hace los patrones cortando y lijando; Judy, en cambio, pinta y decora los juguetes y aplica el control de calidad.

Navidad en pandemia

Como era previsible, los juguetes que confecciona la pareja son más necesarios hoy que nunca debido a la pandemia del coronavirus que ha dejado a muchos padres sin trabajo.

Varios de los juguetes que regalan los Sullivan los entregan fuera de su casa, para ello programan las visitas en intervalos para que aprecien los juguetes, con distanciamiento y mascarillas.

Además, la pareja entrega juguetes en colegios, iglesias y en lugares tan lejanos para ellos como Indiana o Texas, asumiendo incluso los costos de envío, aunque la situación económica se pone cada vez más complicada.

Scott Wolf, director de desarrollo de la misión de rescate, destacó que la pareja haya donado juguetes hechos a mano durante muchos años en Navidad. “Vamos a dárselos a los niños de nuestro refugio familiar para que jueguen en su cuarto de juguetes y sus cuartos de juegos”.

Madera versus la tecnología

En tiempos que la tecnología domina las preferencias de adultos y pequeños, los juguetes de madera de los Sullivan tienen la aprobación y entusiasmo de los más pequeños.

Ellos fabrican trenes, coches, camiones, juguetes para tirar y empujar (pequeños caimanes, elefantes) y juguetes educativos como rompecabezas, apiladores con bloques de diferentes tamaños en un poste, entre otros.

A modo de testear sus productos, los Sullivan observan a sus 15 nietos y los 4 bisnietos jugar y ver qué juguetes prefieren o cuáles dejan de lado.

“Si dejan caer un juguete al suelo y le rompen la cabeza a un pato, es mejor que lo reforcemos”, explicó Judy Sullivan.

Juguetes gratis, pese a todo

Además de los costos de los envíos, los Sullivan han encontrado otros inconvenientes económicos al momento de confeccionar los juguetes por el elevado precio de los suministros. Pese a ello, Mike se niega a cobrar por los juguetes.

“La mayoría de las cosas que obtuve fueron juguetes hechos a mano. Eran juguetes maravillosos, sé cuánto los disfruté y solo espero que los niños que los obtienen ahora todavía lo hagan”, dijo el veterano, recordando que tuvo una niñez difícil al lado de su padre minero y sus hermanos carpinteros.

Solo el año pasado, la pareja gastó US$ 19 mil en suministros. El club de carpintería al que pertenecen suele aportar todos los años US$ 3 mil, pero el impacto de la pandemia en la economía ha impedido que este año contribuya.

Por ello, con el apoyo de sus hijos comenzaron una recolección en . Mike espera comprar una impresora láser para regalar el doble de regalos el próximo año.

“Somos un par de abuelos que hacemos lo que mejor sabemos hacer, eso es todo”, finaliza Judy Sullivan.

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Morir lentamente" en el sótano de un edificio público en Venezuela. (AFP).
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