La "tienda de los horrores" del Museo del 11-S genera polémica
La "tienda de los horrores" del Museo del 11-S genera polémica
Redacción EC

En el Museo que recuerda a las víctimas del 11-S, que abrió al público este miércoles en Nueva York, los visitantes pueden ver los restos de un camión de los bomberos destruido, una viga de acero de una de las Torres Gemelas y fotografías de algunas de las víctimas del ataque.

Son miles de objetos: los hay enormes y los hay pequeños. Hay también posesiones de víctimas recuperadas de la "Zona cero", como una billetera y hasta alguna licencia de manejar 

Mucho de lo que se expone son cosas de gente corriente que, sin embargo, como piezas de museo transmiten emociones muy poderosas.

"Estar aquí es inmensamente satisfactorio pero también es angustioso porque todas las emociones de esos días regresan y volvemos a vivirlas", le dijo a la BBC Charles G. Wolfe, cuya esposa falleció en el atentado el 11 de setiembre de 2001.

En el museo se muestran fotografías y objetos de cada una de las víctimas y detalles de su vida. (AP)

LA POLÉMICA TIENDA
Pero además de una sobrecogedora experiencia, el museo también ha nacido con polémica, ya que una vez terminado el recorrido, como en casi cualquier museo del mundo, se puede pasar a la tienda de recuerdos, que ya algunos han llamado en las redes sociales "la tienda de los horrores".

Allí, los visitantes pueden comprar tazas de café del 11-S, camisetas, camiones de bomberos de juguete y también una sudadera "de la oscuridad" con capucha y la silueta de las Torres Gemelas.

En la tienda hay bufandas de seda con el horizonte de Nueva York, botones con la forma de placas del departamento de policía o de los bomberos, y también peluches de los "perros del 11-S".

Esta yuxtaposición de lo solemne y lo comercial ha levantado un encendido debate entre quienes ven que se está haciendo algo así como una mercantilización del sufrimiento de las víctimas.

Por ejemplo, Jim Riches, padre de un bombero fallecido cuando trabajaba en las torres, expresó su malestar en declaraciones a CNN. "Básicamente están haciendo dinero del cuerpo muerto de mi hijo. Creo que es asqueroso".

"Para mí es la cosa más vil e insensible poner un comercio en el lugar en que murió mi hijo", le dijo Diane Horning al diario local The New York Post.

Recordando que en el museo hay una habitación con restos humanos sin identificar, afirma: "Aquí está en esencia nuestra 'tumba del desconocido'. Vender chucherías me parece chocante y repugnante".

Por supuesto, las tiendas son algo presente en casi todos los museos del mundo. También en EE.UU. la hay en el de Pearl Harbor, en el del Holocausto y hasta en el del atentado de Oklahoma.

Hay hasta una librería en el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau: pero vende postales, no camisetas.

Los defensores de la tienda recuerdan que el museo del 11-S no cuenta con aportes de dinero público y tiene que generar sus propios ingresos para subsistir.

"No es posible crear un museo como este sin controversia, siempre va a haber un desafío tratar de crear esa narrativa que puedes usar para enseñar a quienes fueron voluntarios cuando pasó, a los jóvenes para que lo recuerden. Y este es un museo para el futuro", justifica en declaraciones a la BBC Alice Greenwald, directora del museo.

AL QAEDA EN VIDEO
En el museo, también se muestran videos del día del ataque, entre ellos el del momento en que colapsan las torres. Precisamente, uno de los videos es el otro elemento que ha suscitado polémica.

"Ese video trata de explicar qué es Al Qaeda, de dónde vienen, en qué creen. ¿Decimos que todos los musulmanes son terroristas? Ni en lo más mínimo", enfatiza la directora.

Pero en la comunidad musulmana de Nueva York no están de acuerdo con eso y temen que pueda llevar a simplificaciones y estereotipos.

Sarah Said, del Centro Ecuménico de Nueva York, le dijo a la BBC que "el video va a ser confuso para quienes no saben nada del Islam".

"No se va a entender que se trata de un pequeño grupo de gente el que cometió el ataque", agrega.

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