¿Trump está perdido ante los escándalos? [ANÁLISIS]

La polémica no deja de perseguir a Donald Trump, el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos. En menos de una semana, el magnate se ha visto envuelto en diversos escándalos, que comenzaron el viernes con la divulgación de una grabación en la que se le escucha expresarse vulgarmente de las mujeres.

[Trump sobre denuncias de mujeres: Es un complot de Clinton]

Líderes del Partido Republicano expresaron su rechazo y exigieron la renuncia del magnate tras lo acontecido. Incluso Melania Trump rechazó las expresiones "inaceptables y ofensivas" de su esposo. Pese a que el candidato se disculpó, las críticas en su contra no cesaron. 

El día del segundo debate, Donald Trump quiso revertir esta tensa situación presentando a un grupo de mujeres que denunciaban al esposo de su rival Hillary Clinton de abuso sexual. "Lo mío son bromas masculinas, Bill Clinton hizo cosas peores", dijo al ser consultado por sus dichos sexistas.

El magnate recibió al inicio de esta semana un duro golpe, el jefe del Partido Republicano, Paul Ryan, anunció que no haría campaña por él. Ante esto, Trump arremetió contra el importante líder calificándolo de "débil e incompetente".

La semana no ha terminado y un nuevo escándalo rodea a Trump. Esta vez cuatro mujeres lo denunciaron por agresión sexual. [Escándalo persigue a Trump: Lo acusan de agresión sexual]

¿El candidato estará perdido ante estas controversias? El Comercio conversó con dos analistas. Esto fue lo que dijeron:

►A Trump solo le queda apelar a un discurso sentimentalista

Para el analista internacional Carlos Novoa “en política no se puede decir nada hasta la última oportunidad. Dentro del Partido Republicano está primando la cordura. Se han dado cuenta de que la candidatura de Trump va a perjudicar al partido y darle amplia ventaja a los demócratas. Más allá que perder la presidencia, el partido va a perder posiciones en el Congreso, mayoría de diputados y senadores”.

Sobre los comentarios sexistas del magnate, Novoa señala que “se está mostrando un patrón de conducta en Donald Trump, el cual ya se sabía, incluso él mismo se ufanaba de eso. Él siempre ha tenido unos comentarios de carácter sexista intolerables para el grueso de la población femenina estadounidense. Muchos subordinaron esa idea por tener un líder  que diga las cosas como deben ser, sin ser políticamente correcto. No obstante, lo que ahora se piensa es que el candidato —que debería mantener la cabeza fría para gobernar al país más importante del mundo—tendría una personalidad perturbada”.

¿Cómo puede el candidato revertir esta situación? “Trump ha utilizado de manera tímida—quizás por falta de tiempo y pruebas—los escándalos sexuales de Bill Clinton. Sin embargo, no tuvo repercusión mayor. El candidato ahora solo le queda apelar a un discurso sentimentalista y radical al mismo tiempo. Hay que tener en cuenta que falta muy poco para las elecciones. Además, en Estados Unidos las elecciones son voluntarias y para votar hay que inscribirse antes por lo que muchos a estas alturas ya tienen definido su voto”, finaliza Novoa.

[EE.UU.: Trato a mujeres acapara la campaña presidencial]

► Posibilidades del magnate para llegar a la presidencia no están liquidadas

El también analista internacional Norberto Barreto opina que “Donald Trump no está liquidado. Paul Ryan, McCain, los Bush y otros republicanos nunca lo han querido. Que le quiten su apoyo no significa que las posibilidades del candidato para llegar a la presidencia estén totalmente liquidadas porque su candidatura nunca ha estado fundada en el apoyo de su partido político. El magnate tiene posibilidades de ser presidente de Estados Unidos con o sin el apoyo del Partido Republicano”.  

“En EE.UU. hay una gran sensación de frustración con los partidos tradicionales porque hay sectores muy amplios de la sociedad norteamericana—tanto demócrata como republicana—que siente que estos partidos no los representan, que están controlados por los ricos que se interesan en sus propios intereses. Trump ha sido muy hábil, a pesar de que es un multimillonario, se ha presentado como el candidato en contra de ese sistema con su discurso populista”, precisa Barreto.

Para el analista el segundo debate “fue el más feo de la historia de los Estados Unidos. Ambos perdieron por el nivel tan bajo de la discusión. Ambos son candidatos malos. EE.UU.  tendrá una elección parecida a la de muchos países de Latinoamérica en donde no siempre se vota por el mejor candidato sino por el menos malo”.

“Los escándalos sexuales del magnate afectarían principalmente al voto de los indecisos, también podría perder votos en el sector conservador religioso. Hay gente que va a votar por Donald Trump independientemente de lo que ocurra en las próximas semanas, de los videos que le puedan sacar, de los comentarios y metidas de pata que comete. Tiene la ventaja de que su rival, Hillary Clinton, también es una candidata vulnerable”, afirma Barreto, docente de la Universidad del Pacífico.

Barreto pronostica que “en la última recta de la campaña, Trump seguirá atacando los lados vulnerables de Clinton. Pero deberá cuidarse de las cosas que dice, hacerle más caso a su gente de campaña. El gran éxito de Trump es ser Trump y a su vez es su gran problema para llegar a la presidencia, es decir, su mayor virtud es su mayor defecto”.  

“Los afroamericanos y los hispanos son sectores muy importantes en la población electoral. Además los asiáticos y los musulmanes, quienes han sido muy afectados por Trump, se están movilizando para acudir a votar. Ganará las elecciones el partido que mueva a sus electores en estados claves como Florida y Ohio. Si Donald Trump pierde Florida, no gana la presidencia. Bush llegó a la presidencia porque ganó en ese estado que otorga 29 votos electorales”, concluye el experto.

["Si pierdo, campaña electoral habrá sido una pérdida de tiempo"]

—El dato—

Donald Trump y Hillary Clinton volverán a verse las caras el 19 de octubre en el último debate que se realizará en Las Vegas (Nevada). Muchos expertos creen que este será especialmente decisivo para el magnate. Las elecciones en Estados Unidos se celebrarán el 8 de noviembre. 

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