Consignas nazis, un partido que inquieta en Alemania y juicio contra uno de sus líderes

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El controvertido político enfrenta una pena de hasta tres años de prisión, pero sobre todo podría ver en peligro sus deseos de gobernar la región de Turingia, que celebrará elecciones dentro de cuatro meses y medio.

“Si es condenado a una pena de prisión de al menos seis meses, el tribunal podría retirarle su derecho de voto activo y pasivo”, explicó Adina Kessler-Jensch, portavoz del tribunal de Halle, donde se celebra el proceso.

Höcke está acusado de haber utilizado la frase “Todo por nuestra patria, todo por Sajonia-Anhalt y todo por Alemania” durante un mitin político celebrado en mayo del 2021.

En diciembre del 2023, además, Höcke cerró de manera desafiante otro evento político diciendo “Todo por” e incentivando a que su público responda “Alemania”.

Aquella frase, que por estas latitudes puede sonar inofensiva, guarda relación con el infame grupo que apoyó al líder nazi Adolf Hitler en su ascenso al poder.

La Sturmabteilung, conocida por su sigla SA o como los camisas pardas, fue una milicia al servicio del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán y durante los primeros años de la década de 1930 sembró el terror en las calles al matar, torturar e intimidar a comunistas y judíos.

Con el tiempo fueron absorbidas por las igualmente infames SS, y tras la Segunda Guerra Mundial sus símbolos, lemas y demás referencias quedaron prohibidas en Alemania, al igual que el resto de grupos alineados con el nazismo.

Höcke asegura que desconocía la relación entre la frase y las SA, un argumento cuestionable ya que antes de dedicarse a la política era profesor de historia.

En todo caso, la acusación contra Höcke se acumula con la preocupación de muchos académicos y analistas que aseguran que Alternativa para Alemania (AfD, siglas de su nombre en alemán Alles fur Deutschland), esta cada vez más cerca del neonazismo.

Surgido en el 2013 por iniciativa del político descontento con el movimiento político euroescéptico Wahlalternative, Bernd Lucke, la AfD se presentó como la nueva opción para la derecha moderada con un plan de liberalismo económico y conservadurismo liberal. En las elecciones federales de ese año obtuvo el 4,7% de los votos, muy cerca del 5% necesario para formar parte del Bundestag.

Al año siguiente, sin embargo, consiguió siete escaños en el Parlamento Europeo. Además, la agrupación entró a los parlamentos regionales de Sajonia, Turingia y Brandeburgo. Para el 2015 la AfD ya tenía parlamentarios en Hamburgo y Bremen.

Ese año, además, hubo un cambio en la dirigencia de la AfD dejando a Lucke fuera y asumiendo las riendas Frauke Petry y Jörg Meuthen, del ala más derechista del partido. Con la llegada de estos nuevos líderes la AfD también comenzó a enfocarse más en temas como la inmigración, el islam y el fortalecimiento de los lazos con Rusia.

Tanto en el 2017 como en el 2021 la AfD consiguió ingresar al Bundestag y actualmente cuenta con representantes en 15 de los 16 parlamentos regionales. El partido, además, cuenta con al menos 30 mil seguidores y su popularidad ha crecido al punto de contar con el 20% de intención de voto a nivel nacional.

Con todos estos factores como alicientes y su crecimiento especialmente en el este del país, Höcke se ha propuesto convertirse en el primer miembro de la AfD con una región a cargo. Adicionalmente, el partido tentará por primera vez el cargo de canciller en el proceso del 2025.

“En Turingia tienen una presencia bastante fuerte. Esto se explicaría por una serie de factores, uno de ellos es la migración por la preocupación que genera en mucha gente. Otro es que el este de Alemania sigue teniendo cierto complejo de haber sido tratado indebidamente en la reunificación, hay gente descontenta, desilusionada y ella vota siempre hacia los extremos. En este caso la extrema derecha porque la otra la vivieron por muchos años”, explica a El Comercio el director del Instituto de Estudios Europeos de la Universidad de Piura (Udep), Enrique Banús.

En sus inicios la AfD cosechó tímidas acusaciones de simpatizar con la filosofía nazi, señalamientos que sonaron con más fuerza desde el giro que tuvo el partido en el 2017. Dicho sea de paso, ese golpe de timón político le costó la pérdida de miles de simpatizantes pero también atrajo a los votantes descontentos del nazista Partido Nacional Democrático (NPD).

“Al principio la AfD no tenía un perfil neonazi tan claro. Antes de la reunificación surgió un partido neonazi que fue prohibido, luego hubo otro que lo camufló mejor y cosechó ciertos éxitos municipales antes de desinflarse. La AfD nace en una situación distinta y al principio no parecía tan clara la línea neonazi que coexiste con otras líneas, pero ha ido emergiendo más esa simpatía en los últimos tiempos”, comenta Banús.

En el 2021 la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV) declaró como “sospechosa de extremismo” a la AfD luego de determinar que sus posiciones atentan contra la dignidad humana, la democracia y los principios del estado de Derecho.

El partido presentó un recurso ante la justicia alemana que se ha alargado hasta la fecha. Actualmente el proceso se encuentra suspendido y a la espera de una decisión final de la justicia.

Caso distinto al de la Joven Alternativa para Alemania, el ala juvenil de AfD, a la que la BfV catalogó como “extremista de derecha” el año pasado.

“En Alemania existe la posibilidad de prohibir partidos por su cercanía al nazismo, pero ese es un debate político no judicial. Si la AdF es considerada sospechosa eso lo pone en la mira de los servicios secretos, ¿eso podría fortalecer al partido? Probablemente sí. Pero también puede hacer que personas que votan por ese partido sin tener esa orientación sino porque simplemente recogen inquietudes en torno a la migración o en actitud de protesta dejen de hacerlo”, explica el analista.

En caso de determinarse que deberá seguir como “sospechosa”, la AfD podría ser objeto de vigilancia por parte de los servicios de Inteligencia alemanes. Además de otras consecuencias hacia sus miembros, como que “un miembro del partido podría quedar inhabilitado para ser funcionario público”, según Banús.

“Por eso creo que ese juicio, aunque tiene menos glamour, será más influyente que el de Höcke”, agrega.