Juan Diego Rodriguez Bazalar

Es correcto afirmar que la tensión entre y el ha aumentado a partir del fallecimiento de 27 migrantes en el Canal de la Mancha. Pero lo sucedido el miércoles 24 solo se suma a una serie de sucesos que vienen enfrentando a ambas naciones europeas.

El analista internacional Francesco Tucci propone no solo observar los últimos eventos que han causado baches en su relación, sino también recordar que los dos países cargan en las espaldas una rivalidad de varios siglos.

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Cuando ambas naciones se desarrollaban se sucedió la Guerra de los Cien Años, por ejemplo. A esas rivalidades y celos históricos ahora que hay añadirle nuevas complicaciones, como lo es la migración irregular”.

Durante la primera quincena de setiembre, la anotó que en lo que iba del año se habían registrado más de 14 mil “llegadas a las costas británicas” a través del Canal de la Mancha.

En noviembre, según la , esa cifra aumentó a 25.600.

La migración viene a ser, digamos, la cereza del pastel de un año lleno de conflictos entre París y Londres.

Tucci apunta a la alianza Aukus, el acuerdo entre Estados Unidos, Reino Unido y Australia que boicoteó la millonaria venta de submarinos franceses.

Los franceses lo tomaron como una puñalada por la espalda”.

Y, de hecho, eso ha causado también estragos en la relación entre EE.UU. y Francia. Hasta la fecha, y sin importar que los diálogos entre ambos se hayan sucedido en distintos niveles del gobierno, no se han limado las asperezas.

También están los problemas marítimos causados por el ‘brexit’: Francia le reclama al Reino Unido que cumpla con la ley y que permita que sus barcos de pesca sigan trabajando en ciertas zonas del Canal de la Mancha.

anota:

La reciente escalada se enmarca en un conflicto que se ha prolongado durante años. El Canal ha sido un lugar que hace parte de la tradición marítima de ambas naciones, por lo que presenta un importante contenido simbólico”.

Además, de tener una gran relevancia en términos geopolíticos, teniendo una posición estratégica de entrada al continente europeo”.

Luego de la amenaza del presidente Emmanuel Macron de bloquear la importación de mariscos británicos –que genera más de 500 millones de libras para los ingleses -, y aun cuando todavía hay desacuerdos, hay nuevos intentos por solucionar los impases.

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La migración no tiene cuándo parar

El número de personas que viajan al Reino Unido sin papeles en regla a través del Canal de la Mancha, ha venido aumentando en los tres últimos años.

Según la , en el 2019 no llegaba a las 2 mil, pero ya en el 2020 pasó los 8 mil, y ahora supera los 25 mil, siendo que el récord diario se estableció a fines de agosto (828).

La tendencia se mantiene, aun cuando el Reino Unido haya decidido financiar con más de 60 millones de euros los planes franceses para detener el flujo.

La tragedia que se registró este miércoles (el naufragio y muerte de casi una treintena de personas que trataban de llegar al Reino Unido) ha sido la mejor muestra de que la situación es incontrolable.

En ese contexto es que Francia y el Reino Unido se han acusado entre sí. Ninguno ha querido aceptar la responsabilidad.

Hay una mala gestión de la inmigración [en el Reino Unido]”, declaró Gerald Darmanin, ministro del Interior francés.

Su par británica, Priti Patel, respondió: “Hemos tenido dificultades para persuadir a algunos de nuestros socios, en particular a los franceses, de hacer las cosas de una manera que creemos que la situación se merece”.

Para Tucci es evidente que, si esto ha sucedido, es por culpa de ambas naciones.

La Unión Europea está centrada en enfrentar la cuarta ola de la pandemia del coronavirus. Probablemente, Francia se esté lavando las manos por esa razón”.

Si esto sucede desde el Canal de la Mancha y en dirección a la isla, tiene sentido preguntarse, ¿por qué Francia no controla su propio territorio?

Es muy difícil lograrlo porque, una vez que estas personas entran a la Unión Europea y no han sido identificados, es muy difícil que luego se les vaya a detener y, aunque no es sencillo, podrán llegar a sus países de destino”.

Y, desde el otro lado, la cuestión migratoria es una papa caliente.

La migración fue un factor que favoreció el voto británico para salir de la Unión Europea. Nigel Farage, uno de los artífices del ‘brexit’, hizo un llamado sobre la falta de gobernanza de la UE sobre ese tema”.

Además, los británicos tienen miedo al ingreso masivo de migrantes irregulares. Esto genera xenofobia y favorece a los partidos de extrema derecha”.

Una realidad muy complicada

Eventos como los que acaban de suceder no son raros. Es verdad que este , pero los naufragios son pan de cada día.

Esto sucede desde hace décadas en Europa y, dentro del continente se discute el tema todos los días porque, justamente, la presión migratoria es muy fuerte. Solo cuando hay fallecidos es que esto se convierte en una noticia en el mundo”, dice Tucci.

La crisis migratoria solo se agravará por las precarias condiciones de vida de muchas personas y las tensiones en diferentes países.

Hay una estrecha relación entre las crisis internacionales y esta migración. Otro tema a considerar es el cambio climático, que ha causado la desertificación de ciertos lugares”.

En el caso africano, por ejemplo, hay una presión migratoria irregular fortísima porque se huye del hambre. Si revisas la procedencia de estos migrantes, te vas a dar cuenta que parten de países que teóricamente no son dictaduras”.

Un ejemplo, dice Tucci, es Nigeria.

Ya si se agrega a la ecuación un estado fallido, hay que pensar también en la persecución política.

Varios migrantes llegan a las costas británicas en un bote salvavidas. Imagen del 24 de noviembre del 2021. REUTERS
Varios migrantes llegan a las costas británicas en un bote salvavidas. Imagen del 24 de noviembre del 2021. REUTERS
/ HENRY NICHOLLS

La solución pasaría, dice el especialista, por dos caminos. El primero sería que los países que integran la Unión Europea se decidan a colaborar y establecer formas de gestionar la migración irregular.

El segundo es combatir el problema de raíz, es decir, ayudar a solucionar las crisis que obligan a las personas a migrar en estas condiciones.

Falta cooperación verdadera, solidaria, políticas activas. Se debería buscar soluciones a las crisis de los países de procedencia, o sea, solucionar las causas que generan el flujo o, por lo menos, hacer el intento”.

Pero no hay voluntad política”.

Son ‘armas’ para chantajear

¿Por qué? Tucci anota que no todos los países están de acuerdo en recibir a los migrantes o a establecer cuotas y distribuirlas.

Los países del Grupo de Visegrado son los que más se resisten a este tipo de políticas de acogida”.

Y, en medio de esto, hay decisiones que generan más problemas.

En el 2017, la Unión Europea firmó un acuerdo con Turquía para crear campos de refugiados. Estos son, prácticamente, barreras para que, por ejemplo, los sirios no puedan ingresar a Europa”.

Y, ahora, cuando se le cuestiona a Turquía por sus políticas internas no tan democráticas, el presidente Erdogan puede amenazar con abrir el caño del flujo. La situación es terrible porque se utiliza a los migrantes como armas para chantajear a otros Estados”.

En medio de todo esto, parece que, por fin, se hará algo concreto. La ha informado que el gobierno francés convocó a los ministros de Interior de Bélgica, Alemania, Países Bajos y el Reino Unido.

La idea definir las vías para reforzar la cooperación policial, judicial y humanitaria para luchar mejor contra las redes de traficantes implicados en los flujos migratorios”.

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