Peter Szijjarto, ministro de Relaciones Exteriores y Comercio de Hungría, fue reconocido como doctor honoris causa por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. (Vanessa Vicente / El Comercio)
Peter Szijjarto, ministro de Relaciones Exteriores y Comercio de Hungría, fue reconocido como doctor honoris causa por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. (Vanessa Vicente / El Comercio)
Renzo Giner Vásquez

Un evento oficial celebrado el miércoles en San Isidro sirvió para, tras 11 años, reabrir la sede diplomática de Hungría en el Perú. En el evento, repleto de embajadores de diferentes países, se destacó la presencia de Peter Szijjarto, ministro de Relaciones Exteriores y Comercio del país europeo. 

Al día siguiente, Szijjarto se reunió con el presidente de la República Pedro Pablo Kuczynski; el ministro de Comercio Exterior y Turismo Eduardo Ferreyros; y el presidente del Congreso, Luis Galarreta. Además, fue nombrado doctor honoris causa por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. 

"La sede diplomática se cerró durante el gobierno socialista. Eso generó que la representación diplomática húngara se redujera. Mi política es contraria a ese pensamiento. Yo intento que Hungría tenga tantas sedes que la representen en el mundo como sea posible",  explica el ministro tras su condecoración en la Casona de San Marcos. 

Szijjarto inició en la política en 1998 cuando fue electo para ocupar un lugar en la Asamblea Municipal de Gyor, la ciudad más importante al noroeste de Hungría. Cuatro años después -y hasta el 2006- fue el parlamentario más joven del país. Actualmente el joven ministro (de 38 años) es reconocido en la comunidad europea por la apertura que ha mostrado durante su gestión iniciada en el 2014. 

- También lidera la llamada estrategia de apertura hacia el sur, con la que han abierto 10 embajadas entre América Latina y África. ¿Qué hace al sur tan interesante? 
​Latinoamérica es la región emergente más prometedora y vemos muchas oportunidades de trabajar juntos tanto en temas de cooperación económica como política. Pero esto solo era posible si teníamos representantes físicos en la región. Somos un país pequeño, pero con una economía bastante abierta. Y el éxito de nuestra economía depende de cuán capaces seamos de exportar nuestros productos, pero especialmente nuestro conocimiento. Y hay tres rubros en los que tenemos especial éxito.

- ¿Cuáles son?
El manejo del agua, la industria de defensa y la industria farmacéutica. En estas áreas hay una gran demanda de soluciones y tecnologías húngaras en esta región. Por eso nos concentramos en Latinoamérica y algunos países africanos, para vender este conocimiento y que puedan beneficiarse con él.

- ¿Un ejemplo de ello?
Tras los desastres causados por el fenómeno de El Niño donamos dispositivos de saneamiento de aguas y recientemente hemos firmado un convenio con la Universidad de Piura para realizar proyectos de administración de las aguas. La más grande empresa farmacéutica de nuestro país también ha abierto una oficina en la región. Finalmente, en cuanto a la industria de defensa, hay investigaciones y exploraciones conjuntas entre la Universidad de Piura y una de los mejores startups húngaras.

- En la ceremonia de inauguración de la embajada destacó que "en los últimos 10 años el comercio entre nuestros países incrementó nueve veces". ¿Podríamos traducir eso a números?
Sí. Primero debemos reconocer que la figura aún no es grande. Mantenemos un comercio bilateral de unos US$30 millones, de los cuales US$29.5 millones son exportaciones húngaras al Perú. Pero confiamos en que esto seguirá creciendo. Si ya lo hemos multiplicado por nueve hasta ahora, confiamos en que se logrará multiplicar un par de veces más en el futuro.

- ¿Cuáles son los principales productos que se exportan de Hungría hacia Perú?
Productos automotrices, maquinaria eléctrica y farmacéuticos. En ese orden.

- La comunidad húngara en el Perú aún no es grande…
Mas bien diría que es bastante pequeña [risas]. Bordea las 50 y 100 personas.

- Debe ser un reto para la nueva misión diplomática. ¿Qué otros desafíos acompañan la reapertura?
​Nuestra estrategia en cuanto a relaciones exteriores está enfocada básicamente en economía y diplomacia. Como te dije, somos una economía pequeña pero bastante abierta. Nuestras exportaciones representan más del 90% de nuestro PBI. Eso quiere decir que los factores externos influyen mucho en los objetivos económicos del país. Por ello, la mayor tarea de nuestras embajadas es buscar oportunidades de exportación para las compañías húngaras y ver por empresas interesadas en ir a invertir a esta zona de Europa Central.

- En la ceremonia también dijo que “la educación es la mejor forma de fortalecer nuestras relaciones”.
Así es. Cuando dos países están tan lejos como en nuestro caso, donde debes volar por 14 horas para llegar del uno al otro, el éxito de su cooperación reside en la relación entre su gente. Esos contactos se pueden realizar de una forma fácil entre jóvenes. La cooperación entre universidades es sumamente importante, por eso durante esta visita hemos firmado dos acuerdos con la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; hemos lanzado proyectos en común con la Universidad de Piura y ahora estamos negociando un acuerdo intergubernamental que incluye programas de becas.

- ¿Qué incluiría este acuerdo?
La beca integral para 20 estudiantes peruanos en universidades húngaras cada año. El próximo setiembre el primer grupo viajará para allá.

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Plano internacional

- Hungría apoya la postulación del Perú a la OCDE. ¿Por qué?
Porque pensamos que los países latinoamericanos que han postulado han conseguido los méritos necesarios para formar parte de la OCDE. Creemos que los intercambios comerciales a nivel internacional se enriquecerán y mejorarán si tienen a Perú, Brasil y Argentina como miembros de la OCDE. En general, apoyamos la candidatura de cinco de los seis países, definitivamente no apoyamos la postulación de Croacia. La OCDE se fortalecerá si ustedes forman parte de ella.

- Hablemos de la crisis de refugiados en Europa, ¿cómo lo está enfrentando Hungría?
La crisis migratoria es uno de los retos más grandes y serios que enfrenta la Unión Europea desde que esta se creó como tal. Unos 1.5 millones de migrantes ilegales han entrado en territorio europeo en los últimos dos años sin ningún tipo de regulación. En Hungría vemos la crisis migratoria como una gran amenaza a la seguridad. Para nosotros es evidente que se debe detener la inmigración ilegal porque nos ha llevado a la peor situación de seguridad por la que haya pasado Europa desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Hemos enfrentado unos 30 grandes atentados terroristas en Europa en los últimos dos años, han muerto unas 300 personas y otras 1.300 han resultado heridas. Eso es inaceptable, nunca se habría presentado un caso así en Europa. Debemos detener la inmigración en lugar de seguir la mirada europea de abrir fronteras, dejando entrar a las personas; nosotros empujamos a políticas más sensatas.

- ¿Y hasta que eso pase?
Debemos ayudar a estas comunidades necesitadas donde viven, debemos evitar que abandonen sus lugares originarios. Para eso debemos intentar resolver muchas crisis, especialmente militares; debemos solucionar la pobreza y brindar a esos países las herramientas para desarrollarse. Pero, si les das dinero para que se desarrollen debes asegurarte que la gente no siga huyendo de ahí. Debe ser recíproco.

- Su país y Eslovaquia han elevado este reclamo a la Corte de Justicia de Europa, la cual desestimó el pedido. Esto provocó que mucha gente considerara su discurso como anti musulmán.
Nosotros somos una nación cristiana y ser un buen cristiano implica que no puedes ser “anti algo”. Si nos regimos bajo los criterios cristianos y nos comprometemos con ellos no podemos estar en contra de nadie. Pero, como húngaros nos gustaría mantener el derecho de decidir a quién dejamos entrar en nuestro territorio, con quien decidimos vivir y con quien no. Eso debería ser una decisión de los húngaros, de nadie más, y eso no tiene nada que ver con los musulmanes o con otras religiones, solo tiene que ver con el principio de que como húngaros tengamos el derecho de decidir junto a quién queremos vivir en el futuro. Otro asunto es que creemos que Europa debería comprometerse con sus raíces cristianas, Europa solo podrá ser fuerte en el futuro si regresa a sus tradiciones cristianas. Algo que lamentablemente no sucede en la actualidad.

- No me gustaría dejar de lado el ‘brexit’ y el intento de secesión catalán. ¿Cuánto cambia el escenario europeo con esto?
El ‘brexit’ cambia el escenario de una forma muy grande porque 1/7 de los logros económicos de la Unión Europea vienen del Reino Unido. Ahora perdemos eso. En segundo lugar, con la salida de los británicos el 80% del financiamiento de la OTAN vendrá de economías externas a la Unión Europea. Entonces, es un tema de seguridad. Si no alcanzamos un tratado de libre comercio con el Reino Unido ellos lo establecerán con países como Australia, India, Turquía y otros con quienes la Unión Europea aún no ha firmado un acuerdo así. Eso nos pondrá muy abajo en las listas de prioridades de esos países. Hay un gran riesgo de que la Unión Europea pueda perder competitividad. Por eso estamos impulsando un acuerdo profundo y comprensivo con el Reino Unido.

- ¿Y en cuanto a lo que sucede en España?
En cuanto a Cataluña consideramos que es un tema interno de España en el que no nos gustaría intervenir. Creo que los mayores problemas en Europa son porque algunos burócratas en Bruselas e instituciones han hecho un deporte al calificar a los electores de un bando y otro. Nosotros lo rechazamos, no hay que interferir en asuntos internos, no hay que discutirlos, ni clasificar, ni acusar porque sino alinearás a otros en contra tuyo. Si queremos mantener la integración no debemos interferir en los problemas internos de los otros.

- ¿La ola separatista continuará en Europa?
Espero que no porque si perdemos la unidad europea se perderá la competitividad del bloque.

- Quizás es el momento más difícil para la Unión Europea.
De seguro. Este es el momento más complicado desde su fundación.

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