Imagen referencial. En la imagen, una enfermera del centro hospitalario atiende a un paciente ingresado por COVID-19 en la UCI. (EFE/Marcial Guillén).
Imagen referencial. En la imagen, una enfermera del centro hospitalario atiende a un paciente ingresado por COVID-19 en la UCI. (EFE/Marcial Guillén).
/ Marcial Guillén
Redacción EC

Una anciana de 85 años regresó a las instalaciones de su residencia en Xove, municipio perteneciente a la provincia de Lugo (), después de haber sido dada por muerta por . Hubo un error de identificación que desembocó en un confuso entierro.

El error se produjo en el geriátrico de Os Gozos en Pereiro de Aguiar (Ourense), un centro gestionado por la Fundación San Rosendo. Rogelia Blanco había sido trasladada allí unos días antes por dar positivo al COVID-19, según adelanta este domingo .

Este centro dispone de una planta para atender a usuarios de residencias diagnosticados de COVID-19. Hasta allí se fueron, el pasado 29 de diciembre, un total de 11 ancianos con coronavirus desde la residencia de Xove.

Fuentes de la Fundación San Rosendo explicaron el pasado domingo en un comunicado que estas personas fueron llevadas a una planta independiente con la finalidad de “liberar” a los centros de casos positivos de coronavirus para “prestar una atención especializada en la patología”.

Desafortunado incidente

“Entre las personas mayores trasladadas se encontraban dos mujeres que tenían asignada la misma habitación. Un error de identificación durante el proceso de traslado desde Xove a Pereiro de Aguiar propició que el 13 de enero se certificase el fallecimiento de una de ellas, aunque equivocadamente se le asignó la identidad de su compañera”, informó la fundación.

El entierro fue al día siguiente, pero los protocolos de la pandemia obligaron a que el ataúd permaneciese cerrado, por lo que la familia no pudo darse cuenta del error hasta el pasado sábado 23 de enero, cuando Rogelia Blanco se presentó en la residencia de Xove, donde también vive su esposo.

Sobre este particular suceso, la Fundación San Rosendo manifestó su pesar por este “desafortunado incidente” y apuntó que ya ha procedido “inmediatamente” a informar a las familias de la situación.

De hecho, remitió un escrito a los juzgados de Ourense y Viveiro a fin de que se inicien los trámites para corregir este error. No obstante, la fiscalía, hasta la fecha, no ha abierto ninguna actuación al respecto, ya que no tiene constancia de denuncia alguna presentada ni por familiares ni por ningún organismo.

En paralelo, la fundación explicó que ha “reforzado” las medidas de control y seguimiento de los usuarios tras lo ocurrido y, acto seguido, lanzó un mensaje de tranquilidad a las familias.

“Este es un hecho puntual de entre los más de cien traslados que se han realizado desde el pasado mes de diciembre a Os Gozos”, concluye el comunicado.

Sin embargo, la familia de la anciana fallecida espera en esta semana hacer el traslado del cuerpo hacia otro cementerio, por lo que evaluaran si presentan o no una denuncia por lo sucedido, dijo el sobrino de la anciana fallecida, Modesto Ben.

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