El rebrote de casos de COVID-19 en Italia y las nuevas restricciones en Navidad y Año Nuevo ha hecho que varíen las celebraciones litúrgicas tradicionales en el Vaticano. EFE
El rebrote de casos de COVID-19 en Italia y las nuevas restricciones en Navidad y Año Nuevo ha hecho que varíen las celebraciones litúrgicas tradicionales en el Vaticano. EFE
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Redacción EC

La Navidad es la fiesta de compartir y de impregnarse del espíritu de la solidaridad. Este año, la pandemia del ha cambiado los planes de la mayoría de familias en el mundo -sean cristianas o no- y está obligando a recluirnos en nuestras casas.

El , jefe de la Iglesia Católica, no ha escapado a las normas y como cabeza de millones de fieles en el mundo está dando el ejemplo para celebrar una Navidad de puertas para adentro en el Vaticano, en medio de una Roma confinada por el repunte de casos de COVID-19.

“En este año de restricciones e inconveniencias pensemos en la Navidad de la Virgen María y San José: ¡No fue fácil! ¡Cuántas dificultades! ¡Cuántas preocupaciones! Sin embargo, la fe, la esperanza y el amor los han guiado. Que sea así también para nosotros”, dijo Francisco el pasado miércoles en la audiencia general.

El pasado 8 de diciembre, el papa Francisco se trasladó al amanecer a Roma para visitar una imagen de la Inmaculada Concepción y evitar que los fieles se aglomeren en las calles. REUTERS
El pasado 8 de diciembre, el papa Francisco se trasladó al amanecer a Roma para visitar una imagen de la Inmaculada Concepción y evitar que los fieles se aglomeren en las calles. REUTERS
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La preocupación también radica en el propio pontífice argentino, de 84 años, y por tanto población de riesgo, pues esta semana se reveló que dos cardenales muy cercanos a él dieron positivo por coronavirus. Se trata del polaco Konrad Krajewski, capellán responsable de las obras de caridad del Papa, quien está internado en un hospital de Roma.

El segundo es el cardenal italiano Giuseppe Bertello, de 78 años, presidente del gobierno del Estado de la Ciudad del Vaticano. Con ambos suele reunirse a menudo en su residencia privada de Santa Marta.

Restricciones

Así como ocurrió en abril, en la pasada Semana Santa, cuando el pontífice no hizo el tradicional lavado de pies y ofició la misa principal en una plaza de San Pedro prácticamente vacía, en este diciembre las celebraciones navideñas también estarán restringidas.

Estos son algunos de los cambios:

La Misa del Gallo será más temprano

Francisco presidirá esta misa tradicional de Navidad en la Basílica de San Pedro a las 7:30 pm., y no a las 9:30 de la noche como es habitual.

Esto debido a que en Italia se ha implantado el toque de queda desde las 10 de la noche en esta segunda ola del virus que está afectando a muchos países en Europa.

En el inicio de la pandemia, el 27 de marzo pasado, el pontífice realizó ante una vacía plaza de San Pedro la bendición extraordinaria Urbi et Orbi para rezar por los enfermos y muertos de COVID-19. EFE
En el inicio de la pandemia, el 27 de marzo pasado, el pontífice realizó ante una vacía plaza de San Pedro la bendición extraordinaria Urbi et Orbi para rezar por los enfermos y muertos de COVID-19. EFE
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Como ya ha ocurrido este 2020 en las misas que se realizan en la iglesia principal del Vaticano, a la que solo acuden sacerdotes y religiosas que residen en la Santa Sede, la Misa del Gallo tendrá poquísimos asistentes y ya no habrá pequeños que lleven las ofrendas al niño Jesús

Tampoco se realizará en el altar central de la basílica sino en el ábside, un imponente relicario de bronce.

Bendición Urbi et Orbi

El mensaje de Navidad del 25 de diciembre y la esperada bendición Urbi et Orbi, a la ciudad de Roma y al mundo, se hará al mediodía desde el Aula de las Bendiciones en la basílica de San Pedro, pues nadie podrá acceder a la plaza debido a que hasta el 6 de enero los italianos solo pueden realizar actividades esenciales y únicamente podrán invitar a casa a dos personas fuera de su núcleo familiar.

Durante este año, solo un puñado de fieles ha podido entrar a la plaza de San Pedro, en medio de las restricciones por el coronavirus. EFE
Durante este año, solo un puñado de fieles ha podido entrar a la plaza de San Pedro, en medio de las restricciones por el coronavirus. EFE
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Habitualmente, la bendición se hace desde el balcón central de la basícila, acompañado por cardenales y diáconos, y ante miles de fieles y turistas que lo escuchan desde la plaza de San Pedro.

Ángelus y Te Deum

Asimismo, los rezos del ángelus del 26 y 27 de diciembre; y los del 1, 3 y 6 de enero del 2021 -este último día es Bajada de Reyes- se realizarán desde la biblioteca del Palacio Apostólico.

El jueves 31 de diciembre, Francisco celebrará las Primeras Vísperas y el Te Deum de acción de gracias del año que concluye a las 5:00 pm desde la basílica, a la que tampoco acudirán fieles.

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