(Agencias)
Malala pensó por un momento que no le habían concedido el Premio Nobel de la Paz. Había decidido que hoy sería un día normal, iría a la escuela y esperaría a que terminaran sus clases.
Vistió un traje tradicional de color rojo y verde e inició su jornada. La última materia era química y fue en esa clase que se enteró de la gran noticia.
"Me sentí muy honrada. Es un estímulo para seguir adelante y para creer en mí misma... Creo que no merezco el Nobel de la Paz", dijo la joven.
"Esto no es el final, es el principio. Quiero ver a todos los niños yendo al colegio y recibiendo educación", agregó Malala, que hace dos años sufrió un ataque de talibanes cuando asistía a la escuela en su país natal.
La joven dedicó el reconomiento a aquellos sin voz. "Este premio es para todos los niños cuyas voces necesitan ser escuchadas. Tienen derechos: a recibir educación de calidad, a tener una vida feliz. Este premio es para ellos, para que les dé valor", dijo desde la localidad británica de Birmingham, donde vive en la actualidad.
Malala se mostró contenta y "orgullosa de ser la primera paquistaní" que recibe el Nobel de la Paz y aseguró que es un honor compartirlo con Satyarthi, quien asegura que fue una fuente de inspiración para ella.
En seguida, dio unas palabras para agradecer el apoyo y amor recibido por sus padres. "Gracias a mis padres por no cortarme las alas, por dejarme volar".
Además, Malala no olvidó lanzar un mensaje de amor a Pakistán e India, países de los que proceden los dos premiados de este año y que están enfrentados desde su fundación.
"No importa el lenguaje ni la religión. Todos deberíamos luchar por los derechos de los niños, de las mujeres y de todos los seres humanos", aseguró.
La joven activista pidió públicamente a los primeros ministros de Pakistán e India, Nawaw Sharif y Narendra Modi, que la acompañen a ella y a Satyarthi cuando el próximo 10 de diciembre recojan el premio en Oslo.
Y, finalmente, confesó que cuando fue herida a tiros a los 15 años soñaba con ser médico, pero ahora quiere ser política, "una buena política".