El príncipe Nicolás de Dinamarca vive en París.
El príncipe Nicolás de Dinamarca vive en París.
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La Nación de Argentina / GDA

La realeza europea no tiene paz. Tras la dolorosa muerte de la reina Isabel II y su monumental despedida en Gran Bretaña, esta semana fue el turno de la monarquía danesa, que entró en un torbellino de malestar y desencuentros cuyo desenlace está por verse.

El anuncio del miércoles de la reina Margarita, que despojó de sus títulos de príncipes a cuatro de sus ocho nietos, siguió este viernes un revuelo de cuestionamientos y nuevos argumentos que transformaron en un caldero esta monarquía, por lo común fuera de los focos de la prensa.

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Margarita dejó sin habla a su familia, así como a los devotos de los cotilleos de las coronas europeas, al cambiar abruptamente el estatus de los hijos de su hijo Joaquín, privándolos de sus títulos de príncipes, porque será “bueno para ellos en el futuro”. No hizo lo mismo con los hijos de su primogénito, el príncipe heredero Federico.

La reina Margarita de Dinamarca.
La reina Margarita de Dinamarca.
/ Patrick van Katwijk - Getty Images Europe

“Su majestad la reina quiere crear un marco en el que los cuatro nietos puedan configurar sus propias vidas en mayor medida, sin verse limitados por las consideraciones y obligaciones especiales que conlleva una afiliación formal a la casa real como institución”, decía el comunicado de la Casa Real.

Nicolás, Félix, Henryk y Taheña, los cuatro nietos afectados por la norma, perderán la distinción real a partir del próximo 1° de enero, aunque van a seguir manteniendo su lugar en la línea de sucesión. La medida despertó airadas reacciones de Joaquín, su padre, solo unas horas después del anuncio real. Y la polémica continuó este viernes con nuevas declaraciones.

La princesa Mary, esposa de Federico y princesa heredera, rompió su silencio al afirmar que también sus hijos podrían seguir un camino similar en el futuro. “También revisaremos los títulos de nuestros hijos cuando llegue el momento. Puedo entender que es una decisión difícil de tomar y una decisión muy difícil de recibir”, explicó Mary a los medios, visiblemente afectada por esta crisis.

Dolor real

Quien estaba realmente dolido era el príncipe Nicolás, uno de los cuatro nietos a quienes se privó del título de príncipe. Según el anuncio de Margarita, Nicolás conservará al menos el título de conde, un premio consuelo que al joven no le bastó en lo más mínimo para calmarse.

Según el comunicado oficial del jueves que desató la tormenta de palacio, “la reina ha decidido que, a partir del 1 de enero de 2023, los descendientes de su alteza real el príncipe Joaquín solo pueden usar sus títulos de conde y condesa de Montesa, ya que sus títulos anteriores como príncipe y princesa de Dinamarca desaparecerán”.

El príncipe Nicolás es un conocido modelo; aquí en una tapa de Vogue.
El príncipe Nicolás es un conocido modelo; aquí en una tapa de Vogue.
/ Archivo

“Toda mi familia y yo, por supuesto, estamos muy tristes”, reaccionó Nicolás, de 23 años, según indicó la revista Hola y el medio danés Billed-Bladet. “Estamos, como también han dicho mis padres, en estado de shock por esta decisión y por lo rápido que se tomó. No entiendo por qué sucedió de esta manera”, añadió el por ahora príncipe, que en 2021 se mudó a París para continuar sus estudios.

La jefa de comunicación de la familia real, Lene Balleby, salió al cruce de las críticas y señaló que para la reina fue una decisión bien pensada en beneficio del futuro de la familia real.

“La reina valora el deber y distingue entre el trabajo oficial de la familia real y su familia. Como dijo ayer la reina, la decisión ha tardado mucho en llegar. Entendemos que hay muchas emociones en juego en este momento, pero esperamos que se respete el deseo de la reina de asegurar el futuro de la casa real”, dijo Balleby. La polémica promete continuar.

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