terminó abril con una sonrisa de oreja a oreja: los volvían a confiar en él para un segundo período como presidente, rompiendo con 20 años de racha de mandatarios que no lograban la reelección. El gesto se entendió como la renovación de la confianza.

Pero parece que fue una lectura errada. El último fin de semana Francia eligió a sus parlamentarios, cuyos puestos son esenciales para que Macron gobierne con tranquilidad. Los resultados le fueron adversos: el presidente no tiene mayoría significativa en la Asamblea Nacional.

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Para la que la “alianza de centro liderada por el mandatario perdiera la mayoría en Francia” es un “duro revés”, y pone en riesgo su “programa reformista y liberal”.

Su alianza ¡Juntos! obtuvo 245 de los 577 escaños de la Asamblea (cámara baja); el frente de izquierdas, 137; y la ultraderechista Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen, 89, multiplicando por once los diputados logrados en 2017″, agrega el medio.

Y parece no haber posibilidad de pactos. DW anota que la primera opción era el “partido conservador de Los Republicanos (LR), pero su presidente, Christian Jacob, reiteró este martes 21 que tienen ‘una línea muy clara: nosotros estamos en la oposición’”.

¿Será que Macron ganó, pero no podrá gobernar?

Obviamente la va a tener más difícil, aunque hay que tener en cuenta que Francia tiene un sistema presidencialista, por lo que tiene cierto espectro para actuar”, sostiene Enrique Banús, director del Instituto de Estudios Europeos de la Universidad de Piura.

Según el especialista, la victoria de Macron en las presidenciales podría explicarse por la cantidad de opciones. Él recuerda que, en la segunda vuelta, la decisión estaba entre él y Marine Le Pen y que cuando esto sucede, “hay personas que votan por convicción, y otras para que no salga el otro”. “Es decir, votan por el mal menor tapándose la nariz”.

Por el contrario, la elección de los parlamentarios ofrece más alternativas”.

Lo que ha sucedido, explica Banús, refleja que no hay tanta confianza en Macron por sus promesas incumplidas. “Uno entiende que ofrecer mucho es parte de la dinámica electoral habitual, y que si no cumplió es porque la vida es más compleja. Pero también se ha puesto en el balance su supuesta incapacidad y que él no sería el líder que se pensó”.

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Problemas en el futuro

La primera gestión de Emmanuel Macron estuvo marcada por cerrarse con las otras fuerzas políticas. Gobernar en solitario, finalmente, le pasó factura, y ahora quedó con una capacidad de maniobra reducida.

Además, deberá enfrentarse a otro peligro: las elecciones de la Asamblea Nacional mostraron el auge de la extrema derecha. Según la , el partido de Marine Le Pen, “uno de los principales ganadores de los comicios”, podría “lograr formar grupo parlamentario propio por primera vez desde 1986, ganando así peso”.

Y Le Pen está dispuesta a utilizar su poder para ponerle una zancadilla al presidente. “Haremos de Emmanuel Macron un presidente minoritario”, .

Esto le puede traer problemas a Francia porque se trata de un líder debilitado y con muchas dificultades para tomar decisiones. Y a nivel de Europa, donde Macron ejerció cierto liderazgo, sucederá lo mismo”.

“Felizmente, no es que los otros mandatarios europeos sean muy convincentes. Por ejemplo, el canciller alemán, Olaf Scholz, es muy dubitativo y no debería serle competencia, aunque iremos viendo lo que sucede”.

Este jueves 23 el presidente de Francia, Emmanuel Macron, visita Bruselas para reunirse con sus pares de la Unión Europea. EFE
Este jueves 23 el presidente de Francia, Emmanuel Macron, visita Bruselas para reunirse con sus pares de la Unión Europea. EFE
/ STEPHANIE LECOCQ

Queda claro que el único camino para el mandatario francés es dialogar y establecer pactos, a pesar de que la situación no parece auspiciosa.

Banús anota: “Todo apunta a que no va a encontrar socios que le den una mayoría estable. ¿Qué le queda? Gobernar con mayorías cambiantes; es decir, buscar aliados para proyectos concretos y así poder sacar adelante programas y leyes”.

Es verdad que ello costará tiempo y esfuerzo, pero, en realidad, se trata de un ejercicio democrático importante. Él tendrá que ir negociando según las opciones que se le presenten”.

La posibilidad de que el Parlamento lo empuje a la dimisión también podría ser descartada, por el momento. Banús concluye: “No hay mayorías claras y, aun cuando se configure una de oposición, tampoco es que existan opciones para generar un gobierno alternativo. Creo que serán más pragmáticos al momento de ponerse de acuerdo, confiando en que la situación no empeorará”.