El actual presidente de Francia, Emmanuel Macron, junto a Marine Le Pen, política que se postula a la presidencia. REUTERS
El actual presidente de Francia, Emmanuel Macron, junto a Marine Le Pen, política que se postula a la presidencia. REUTERS
/ PHILIPPE WOJAZER
Agencia EFE

Estas son las principales claves para entender las elecciones regionales y departamentales , cuya primera vuelta se celebra mañana, domingo.

1.- Antesala de las presidenciales de 2022.

A pesar de que las regiones francesas tienen más poderes tras las reformas de la últimas décadas, estas elecciones se miran bajo el prisma de las presidenciales de 2022.

El presidente, Emmanuel Macron, encabeza un partido muy joven (LREM) con poca implantación territorial, por lo que el Gobierno ha apostado fuerte y trece ministros y secretarios de Estado figuran en alguna candidatura.

2.- Un sistema electoral peculiar.

Las regionales son a dos vueltas. Si una candidatura logra el 50 % de los votos en la primera, es la ganadora. Si nadie lo consigue, a la segunda pueden concurrir las que obtengan al menos un 10 % de los votos en la primera.

Por ello, en la segunda ronda pueda haber tres, cuatro o incluso cinco candidaturas, y ahí gana la lista más votada por mayoría simple. Y eso también supone que la ultraderecha pueda gobernar si en alguna región obtiene más votos aunque esté lejos de la mayoría.

3.- El ascenso de la ultraderecha.

La ultraderechista Agrupación Nacional (RN), de Marine Le Pen, ha avanzado progresivamente en los últimos años. La rivalidad interna entre los partidos que componen los bloques de derecha e izquierda puede impedir que esta vez se formen “frentes republicanos” para frenar a la ultraderecha, lo que podría llevar al RN a conseguir por primera vez algún gobierno regional.

4.- La división de la derecha.

El partido de derecha conservadora, Los Republicanos, teme que Macron y su formación liberal le fagotice igual que ha hecho con algunas personalidades procedentes del Partido Socialista, ahora muy debilitado.

Por ello, el LR ha reaccionado con furia a la candidatura conjunta que integra a miembros de su partido con figuras de la formación de Macron (LREM) en la región Provence-Alpes-Cote d’Azur.

Varios líderes regionales del LR han avanzado que no renunciarán a sus candidaturas propias en la segunda vuelta, incluso si ello ayuda a la ultraderecha, a fin de no perder la primacía en la derecha tradicional.

5.- Izquierda débil y dividida.

Con el Partido Socialista debilitado y sin un liderazgo fuerte, la formación de izquierda populista Francia Insumisa (LFI) y Los Verdes buscan el liderazgo de la izquierda a nivel nacional de cara a 2022.

Esta lucha por la primacía del bloque complica también la formación de alianzas y hace más difícil realizar sacrificios (como renunciar a participar en la segunda vuelta para intentar frenar a la ultraderecha).

6.- Primera elección tras la pandemia.

Esta es la primera elección tras los confinamientos de los últimos quince meses. En las municipales de hace un año, todavía bajo la resaca del primer confinamiento, hubo una abstención récord y solo votó el 45 % del censo.

Además, esta elección permitirá ver cómo los franceses juzgan la acción de su Gobierno, tanto en materia sanitaria -con tres confinamientos que han afectado mucho a la población- como en el fuerte apoyo económico a las empresas y trabajadores afectados, que ha disparado el déficit y la deuda del Estado pero que en algunos sectores se sigue considerando insuficiente.

7.- Crispación.

El tono político se ha enrarecido mucho en las últimas semanas. Tras la bofetada que recibió Macron de parte de un monárquico de extrema derecha, el líder de LFI, Jean-Luc Mélenchon, fue rociado con harina durante un acto electoral.

En otras ocasiones, los candidatos han sido increpados e insultados por ciudadanos e incluso por políticos de partidos opuestos. El año pasado se registraron en Francia 1.300 agresiones a cargos públicos, tres veces más que en 2019.

Y en los últimos dos meses una revista ultraconservadora ha publicado dos tribunas de militares retirados y en activo advirtiendo de que Francia está en riesgo de descomposición y afronta el riesgo de una guerra civil.

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