Marine Le Pen es una de las candidatas favoritas a la presidencia de Francia. AFP
Marine Le Pen es una de las candidatas favoritas a la presidencia de Francia. AFP
/ PHILIPPE HUGUEN
Agencia EFE

celebra mañana la primera vuelta de unas elecciones regionales y departamentales, vistos como la antesala de las presidenciales del año próximo y como un termómetro del ascenso de la extrema derecha.

A pesar de ser unos comicios regionales, la política nacional pesa profundamente en las estrategias de los diferentes partidos debido a que falta menos de un años para las presidenciales.

La ultraderechista Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen encabeza las encuestas de intención de voto en seis de las 13 regiones de la Francia metropolitana.

Además, en esta ocasión los sondeos coinciden en que la ultraderecha podría alcanzar por primera vez -gracias al sistema proporcional que se aplica- el gobierno de una región, el de Provenza-Alpes-Costa Azul (conocida por sus siglas PACA), que tiene cinco millones de habitantes y que engloba a Marsella, la segunda mayor ciudad del país.

GRIETAS EN EL FRENTE CONTRA LA ULTRADERECHA

Hasta ahora, ha funcionado el llamado “frente republicano”, el sistema por el que todos los demás partidos cooperaban en la segunda vuelta (a través de alianzas o de retirarse a la última ronda) a fin de que el mejor colocado ganara la elección frente al RN.

Pero ahora hay menos propensión a cooperar ya que los partidos de los dos grandes bloques (izquierda y derecha) quieren posicionarse como la mejor alternativa a Le Pen para las presidenciales y son más renuentes a renunciar a la segunda vuelta del domingo 27 de junio.

En el bloque de derecha, rivalizan el partido del presidente Emmanuel Macron (LREM) y el conservador Los Republicanos (LR, del expresidente Nicolas Sarkozy).

LREM es una formación con apenas cuatro años de existencia y con escasa implantación local, por lo que no puede aspirar a gobernar ninguna región, pero sí a ser decisivo en la segunda vuelta para derrotar a la ultraderecha.

El primer ministro Jean Castex urgió la pasada noche en un mitin electoral en Burdeos a hacer “todo lo posible” para evitar que el RN logre el control de ninguna región, ya que “no puede ofrecer soluciones” a los problemas del país.

Pero el LR tiene a tres presidentes regionales que aspiran a la reelección y albergan la ilusión de una candidatura presidencial (Xavier Bertrand, Valérie Pécresse y Laurent Wauquiez), por lo que su objetivo es más una derrota de Macron que del RN.

En la izquierda, el languideciente Partido Socialista (PS) trata de mantenerse como la fuerza de referencia frente al ascenso del populista Francia Insumisa (LFI) y de Los Verdes.

Si en la primera vuelta no hay ganadores por mayoría absoluta, las candidaturas con más del 10 % de los votos pueden participar en la segunda, y ahí entran las negociaciones entre partidos para intentar llegar a la nueva cita en mejor posición.

LA ESTRATEGIA DOMINARÁ LA SEGUNDA VUELTA

El lunes a las 18.00 concluye el plazo de presentación de candidaturas a la segunda vuelta, por lo que desde la noche del domingo se prevén arduas negociaciones entre los partidos de ambos bloques, con la táctica y la estrategia como protagonistas.

Una victoria del RN en la región PACA le situaría en una dinámica ganadora de cara a la presidencial de primavera de 2022, y de hecho los sondeos prevén que Le Pen volverá a disputar la jefatura del Estado con Macron, con una victoria mucho más ajustada para este último que la de 2017.

Unos 48 millones de ciudadanos podrán elegir a los 1.757 miembros de asambleas de las trece regiones de Francia y cinco territorios de ultramar, así como a los 2.028 integrantes de las asambleas interdepartamentales.

En las regionales de 2015, la derecha (LR) logro seis regiones, el Partido Socialista (PS) logró cinco, el centrista UDI una más, mientras que Córcega quedó en manos de los regionalistas.

Estos comicios, retrasados varios meses por la pandemia, llegan con la amenaza de una fuerte abstención, incluso a niveles récord, según varios sondeos divulgados esta semana.

Como antecedente, las municipales del año pasado, celebradas poco después del final del primer confinamiento, tuvieron una participación de apenas el 45 %.

El mal tiempo de estos días, con fuertes tormentas en buena parte del país, no ayudará a una elevada participación, a pesar de que las autoridades han puesto en marcha medidas de prevención sanitaria para evitar posibles contagios de coronavirus.

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