El último viernes la central nuclear de Zaporizhzhia, Ucrania, sufrió un ataque. No fue, sin embargo, la primera vez que se atentó en contra de la seguridad de la región al apuntar a la estación que, en su tipo, es la más grande de Europa. Con seis reactores de 950MW (solo tres operativos) y la capacidad de suministrar energía a cerca de cuatro millones de casas, el peligro es latente.