Gisella López Lenci

La decisión del Gobierno de de movilizar a 300 mil reservistas para que sirvan en la guerra de motivó que muchos rusos decidieran salir del país. Uno de los destinos ha sido : país con el que comparten 1.300 kilómetros de frontera, además de siglos de historia, y que ha visto duplicar en los últimos días la cantidad de ciudadanos rusos cruzando la frontera terrestre.

Pero el país nórdico -que enfadó al Kremlin por decidir adherirse a la OTAN, borrando décadas de neutralidad- ha anunciado este viernes que limitará “significativamente” el ingreso de rusos en su territorio, y tampoco aceptará a aquellos que quieran ingresar con visas de turistas desde países del espacio Schengen.

Según señala la agencia EFE, las autoridades finlandesas habían intentado sin éxito que la Unión Europea acordara prohibir la concesión de visados por turismo a los ciudadanos rusos, pero la falta de acuerdo terminó convirtiendo al país nórdico en la puerta de entrada de los rusos a la Europa comunitaria.

Con las conexiones aéreas y ferroviarias cortadas por las sanciones europeas contra Moscú, miles de rusos siguen llegando diariamente a Finlandia por carretera, la mayoría cruzando los cuatro puestos fronterizos del sureste de Finlandia.

Pasajeros rusos bajan del ómnibus para pasar el control fronterizo de Vaalimaa. En los próximos días, el Gobierno de Finlandia limitará considerablemente el permiso para ciudadanos rusos. (Sasu Makinen/Lehtikuva via AP)
Pasajeros rusos bajan del ómnibus para pasar el control fronterizo de Vaalimaa. En los próximos días, el Gobierno de Finlandia limitará considerablemente el permiso para ciudadanos rusos. (Sasu Makinen/Lehtikuva via AP)
/ Sasu Makinen

El Gobierno de Helsinki ya había decidido de turistas para ciudadanos rusos, debido a la invasión de Ucrania.

Según cifras oficiales, alrededor de 230.000 ciudadanos rusos cruzaron la frontera con Finlandia en el mes de julio, en su gran mayoría turistas, después de que Rusia retirase las restricciones de viaje para sus ciudadanos.

La carta de la OTAN

Uno de los pretextos de Putin para invadir Ucrania ha sido el peligroso acercamiento de la OTAN -la Alianza del Atlántico Norte liderada por Estados Unidos- a las fronteras rusas. Polonia y los países bálticos -exrepúblicas soviéticas- pertenecen a la organización, cuya fortaleza está en el tratado de defensa militar que supone que si se ataca a uno de los países miembros, todos deben responder contra el agresor.

Ante la invasión a Ucrania, Finlandia y Suecia decidieron dejar atrás su histórica neutralidad y , un proceso que aún no concluye pero que ya está encaminado.

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Para Finlandia, la decisión no fue complicada. Si Putin había decidido atacar Ucrania, ellos podían ser los siguientes. De hecho, en mayo ante la eventualidad de una guerra.

“El interés fue alrededor de diez veces superior a los años normales”, explicó a la AFP Ossi Hietala, de 29 años, representante de la MPK, la Asociación Finlandesa de Entrenamiento para la Defensa Nacional.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, junto a las banderas de Suecia y Finlandia (derecha). Ambos países ya están en proceso de adherirse a la organización atlántica. 
 (Photo by JOHANNA GERON / POOL / AFP)
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, junto a las banderas de Suecia y Finlandia (derecha). Ambos países ya están en proceso de adherirse a la organización atlántica. (Photo by JOHANNA GERON / POOL / AFP)
/ JOHANNA GERON

Una historia compleja

Finlandia fue una provincia rusa entre 1809 y 1917, cuando logra su independencia. Pero en 1939 fue invadida por la Unión Soviética, lo que provocó la Guerra de Invierno.

, aunque la resistencia finlandesa fue más dura de lo esperado, la superioridad numérica de la URSS era aplastante y el conflicto concluyó en marzo de 1940 con un tratado de paz y la cesión de importante territorio de parte de Finlandia.

Reservistas finlandeses practican en la región de Karelia en marzo pasado, durante ejercicios militares. REUTERS
Reservistas finlandeses practican en la región de Karelia en marzo pasado, durante ejercicios militares. REUTERS
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Cuando Alemania invadió la URSS en junio de 1941, Finlandia se unió a las fuerzas invasoras para intentar recuperar sus territorios perdidos. Pero al concluir la Segunda Guerra Mundial, el país nórdico decide adoptar la neutralidad, y mantuvo relaciones equilibradas con los soviéticos y los países occidentales.

Sin embargo, durante los años 90, cuando ya había desaparecido la Unión Soviética, el gobierno de Helsinki empezó a tener más acercamientos con Occidente y, sobre todo, con la OTAN, cooperando en diversas iniciativas.

Además, Finlandia ingresa a la Unión Europea en 1995 e incluso adopta el euro como moneda.

Durante todos estos años, los finlandeses se preciaban de su neutralidad y de sus convenientes relaciones con sus vecinos rusos. Según la BBC, en el 2021 el 40% de los finlandeses se oponía a estar en la OTAN, pero tras la invasión a Ucrania esa cifra se redujo a un 16%; de igual forma, la simpatía por la idea se duplicó, llegando al 62% de aprobación.

La incorporación final de Helsinki hará que la OTAN duplique sus límites territoriales con Rusia, que ahora lindará con seis aliados: Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania y Polonia -estos dos por el enclave de Kaliningrado-, y Noruega.