Redacción EC

Mientras los bombardeos de continúan sobre , ambas partes continúan negociando para establecer un alto el fuego que termine con la matanza. Uno de los puntos vitales es lograr un estatus de neutralidad para Ucrania que la aleje definitivamente de la y de recibir bases militares extranjeras en su territorio.

Rusia ha puesto de ejemplo a y como modelos de neutralidad, algo que ya ha sido descartado por Kiev que aboga por un “modelo propio”.

¿Cómo ambos países se han mantenido al margen de la guerra?

Austria después del nazismo

El debate sobre la neutralidad austríaca se ha encendido nuevamente en el país. Aunque el jefe de Gobierno, el canciller Karl Nehammer, ha señalado que “Austria se mantendrá neutral”, el ministro de Relaciones Exteriores, Alexander Schallenberg, fue más incisivo: “Incluso si Austria es un estado neutral desde el punto de vista militar, no lo somos cuando se trata de violencia”.

A la derecha, el canciller austríaco Karl Nehammer recibe en Viena al primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki. 
 (Photo by ROBERT JAEGER / APA / AFP)
A la derecha, el canciller austríaco Karl Nehammer recibe en Viena al primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki. (Photo by ROBERT JAEGER / APA / AFP)
/ ROBERT JAEGER

En 1945, tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, Austria -en su calidad de aliada de la Alemania nazi- fue ocupada por las fuerzas aliadas que dividieron el país en cuatro zonas: la zona soviética, británica, estadounidense y francesa.

Viena, la capital, pasó por el mismo proceso, y el centro de la ciudad fue declarada zona internacional donde las fuerzas aliadas se rotaban el control cada mes.

La división de Austria después de la Segunda Guerra Mundial. Así como en Berlín, los aliados se repartieron la administración del país y de Viena, la capital. (WIKIMEDIA COMMONS)
La división de Austria después de la Segunda Guerra Mundial. Así como en Berlín, los aliados se repartieron la administración del país y de Viena, la capital. (WIKIMEDIA COMMONS)

Pero diez años después, Austria pagó su independencia con un acuerdo, el Tratado del Estado de Austria, aprobado por las fuerzas aliadas que le dieron al país el estatus de neutralidad, que mantiene hasta ahora.

Esto quiere decir que los austríacos no pueden unirse a una alianza militar -por ello, no forman parte de la OTAN- permitir el establecimiento de bases militares extranjeras o participar en una guerra, exceptuando las misiones de la ONU, según recuerda el medio austríaco “The Local”.

“La neutralidad forma parte de la identidad austriaca”, explica a la AFP Martin Senn, politólogo de la Universidad de Innsbruck.

A fines de 1955, Austria se unió a la ONU y se convirtió en territorio clave de negociaciones y encuentros históricos durante la Guerra Fría. Como cuando el líder soviético Nikita Kruschev se reunió ahí con John F. Kennedy en 1961; y Leonid Brezhnev con Jimmy Carter en 1979.

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Austria se unió a la Unión Europea en 1995 y como parte de ella participa en la seguridad y defensa comunes previstas por el Tratado de Lisboa del 2009.

El país solo gasta el 0,7% de su PBI en defensa, mientras que su vecina Suiza, otro país neutral en el corazón europeo, tiene el triple de soldados y aviones de combate.

Aún así, mantiene a cascos azules -soldados en misiones de paz que forman parte de destacamentos de la ONU- en Kosovo, el Líbano, Bosnia y Herzegovina, Mali y Moldavia.

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Suecia, la neutralidad nórdica

Suecia es uno de los pocos países de Europa que no ha estado en guerra desde hace más de dos siglos.

El país nórdico basa su política de neutralidad en la tradición más que en un tratado internacional. Este estatus fue proclamado formalmente por el rey Gustavo XIV en 1834, manteniéndose al margen de los conflictos militares desde mediados del siglo XIX.

Magdalena Andersson, primera ministra de Suecia. /Bloomberg
Magdalena Andersson, primera ministra de Suecia. /Bloomberg
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No obstante, en 1941 permitió el tránsito de las fuerzas alemanas por territorio sueco hasta el frente finlandés, y al mismo tiempo protegió a los refugiados del nazismo.

Pero después del fin de la Segunda Guerra Mundial, Suecia optó por preservar su estatus neutral.

No fue sino hasta 1995 que decidió entrar a la Unión Europea y, como Austria, forma parte de la seguridad común del bloque europeo.

Tampoco integra la alianza atlántica (OTAN), pero sí es socio colaborativo del grupo desde los años 90, algo que tampoco agrada a Rusia, que comparte frontera con Finlandia, vecino de Suecia.

En mayo del 2017, el propio Putin advirtió a los suecos que si se unían a la OTAN, Rusia “tomaría medidas militares para eliminar la amenaza”.

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