Desde el 2019 que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, no visitaba Minsk, la capital de Bielorrusia. Este lunes 19 lo hace en el marco de la guerra contra Ucrania y es inevitable imaginar que la conversación con su par Alexander Lukashenko giró sobre pedirle ayuda para una invasión que, hasta la fecha, no tiene resultados favorables. Desde Kiev se teme que le pida que deje pasar sus tropas y, así, “abrir un nuevo frente”.