El sujeto se sometió a más de 15 cirugías.
El sujeto se sometió a más de 15 cirugías.
/ Facebook: Henrik Kriegbaum Plettner

Adoptar mascotas resulta una opción para muchos amantes de los animales, sobre todo si retiran de las calles o basureros a estas pequeñas criaturas con tal de brindarles una nueva vida. Eso mismo pensó un hombre al ver a un par de gatitos junto a su mamá que habían sido rescatados y permanecían en un refugio a la espera de una familia.

Henrik Kriegbaum Plettner, originario de , adoptó a la gata y su camada en 2018. En medio del traslado a su casa, movió a uno de los gatitos sin esperar que este le mordiera uno de sus dedos. No le prestó atención, pues parecían inofensivos.Con el paso de las horas vio cómo su mano resultó totalmente hinchada. Al notar que la mordida había tomado tal magnitud, acudió al médico en busca de respuestas.

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Varios pensarían que con un par de medicinas y desinfecciones su herida se aliviaba. Todo lo contrario: permaneció hospitalizado durante un mes, en el cual le practicaron 15 cirugías para que su dedo se sanara y recuperara la movilidad.Una vez en casa, creía que todo mejoraría, pero su salud continuó en declive a tal punto que le amputaron el dedo.

“Tenía un sistema inmunológico debilitado, neumonía, gota y diabetes. El gato había mordido justo un vaso sanguíneo. Cuando eso pasa, la herida se cierra, pero la bacteria se propaga”, expresó su mamá, citada por el diario ‘Daily Mail’.A finales de este 2022, Plettner no resistió. Falleció luego de todo el tratamiento y operaciones a las que durante cuatro años se sometió por cuenta de algo que creyó simple en un principio.

“Vaya al médico tras una mordedura. No piense que es solo un gato. No se arriesgue”, enfatizó Desirée, esposa del hombre, para el diario británico citado.

La mordedura del gatito empeoró su salud.
La mordedura del gatito empeoró su salud.
/ iStock

¿Cuál bacteria ingresó a su cuerpo?

La bacteria se conoce como Pasteurella multocida y, de acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), es muy común su presencia producto de mordeduras o arañazos de animales. Los gatos tienen tasas de portación altas, entre el 70 % y 90 %, seguido de los perros con un 50 %, según la literatura médica.Las complicaciones a partir de la bacteria y las muertes no son comunes, pues la mayoría de personas ni siquiera requiere de tratamiento especial. Sin embargo, un grupo poblacional sí está más expuesto a peligros si la bacteria ingresa a su cuerpo.

“Los pacientes de alto riesgo incluyen aquellos que están inmunodeprimidos o inmunocomprometidos (es decir, pacientes con diabetes mellitus, asplenia o cirrosis), así como pacientes con enfermedad articular degenerativa o prótesis articulares”, reseña la NIH.Cabe recordar que a Plettner la herida se le cerró en poco tiempo, pero la bacteria ya había ingresado a su torrente sanguíneo y se había propagado, como le explicaron los médicos a la familia. Su caso se acentuó al contar con “un sistema inmunológico debilitado” y, además, al haber sido diagnosticado con diabetes.

El portal médico del gobierno de Reino Unido aconseja que cualquier mordedura de animal debe limpiarse de inmediato. Si nota que la zona afectada se hincha y se torna rojiza, debe acudir sin espera al médico para los tratamientos pertinentes.

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