Tras los violentos episodios del domingo, las protestas exigiendo que la Policía Nacional y la Guardia Civil abandonen Cataluña incrementaron el lunes. (Reuters)
Tras los violentos episodios del domingo, las protestas exigiendo que la Policía Nacional y la Guardia Civil abandonen Cataluña incrementaron el lunes. (Reuters)
Redacción EC

Unos 500 agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional española enviados a Cataluña para impedir la celebración del referéndum ilegal del domingo fueron desalojados de los hoteles en los que se hospedaban, denunció su sindicato, en medio de la irritación por la violencia ejercida por las autoridades el último domingo.

El sindicato Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) aseveró en un comunicado que una multitud se mantuvo frente al Hotel Vila en Calella, a unos 50 km al noreste de Barcelona, donde se alojaba un grupo de agentes, hasta "altas horas de la madrugada".

"Tras una larga jornada de trabajo, los guardias civiles tuvieron que soportar gritos, insultos e incluso el lanzamiento de botellas", señaló.

En la mañana del lunes, el hotel pidió a los 200 agentes que se marcharan.

Esta escena se repitió en otros hoteles de Calella como el Palmeras o el Catalonia, según el diario español "ABC". 

El sindicato AUGC dijo que los agentes obligados a abandonar el hotel "se encuentran a la espera de que se les encuentre otro acomodo, posiblemente en instalaciones del ejército".

"Observamos con creciente preocupación este clima de hostilidad hacia los guardias civiles, una situación que se ha desbocado en tan sólo unos días, y que dificulta enormemente el trabajo de los agentes en defensa de la legalidad y el orden en Cataluña", agregó.

Según "ABC", los hospedajes habrían sido presionados por la comunidad, incluidas amenazas. La dueña de un hotel, por ejemplo, aseguró haber recibido llamadas en las que le decían que de no echar a los agentes "iban a quemar su hotel" o amenazaban a sus familiares, concretamente a sus padres e hijos pequeños.

El medio español añade que la medida se replica en otros comercios locales como gimnasios o bares, donde no se permite la entrada de los oficiales o, incluso, cuelgan mensajes en sus redes sociales como: 

"ABC" también recogió en exclusiva el testimonio de un miembro de la Policía Nacional, quien aseguraba que había un boicot en su contra liderado por los independentistas. 

El agente asistió a un gimnasio que normalmente visitaba en Figueras, Gerona. Sin embargo, no pudo ingresar porque la recepcionista le habría dicho -entre lágrimas, según el agente- que "no podemos apuntar (inscribir) a ningún policía ni guardia civil. La gente no los quiere ver por aquí". 

El policía añadió que la mujer lo buscó en la playa de estacionamiento para contarle que "anoche hubo una "reunión convocada por políticos de aquí (Gerona) con dueños de establecimientos para pedir que todo lo que huela a España, fuera (...)", asegura. 

"En esa reunión había mossos. Esa gente no es compañera", sentencia el agente para "ABC". 

Los catalanes se muestran furiosos por las violentas cargas policiales durante el referéndum, que los líderes separatistas regionales organizaron pese a la prohibición de la justicia.

Policías nacionales y guardias civiles recurrieron a porras, patadas, empujones y balines de goma contra manifestantes decididos a votar y entraron por la fuerza en colegios para requisar urnas y papeletas.

Cuatro personas seguían hospitalizadas, dos de ellas en estado grave, según el gobierno regional.

En Barcelona, manifestantes protestaron también frente a la sede de la Policía Nacional.

Fuente: AFP / Medios españoles
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