Reina Isabel II
Reina Isabel II

La muerte de la no es una preocupación exclusiva de los británicos. Actualmente hay 14 Estados soberanos de la Mancomunidad de Naciones, además del Reino Unido, que por separado reconocen a la reina como su jefa de Estado.

El 30 de noviembre de 2021, Barbados, tras una serie de enmiendas constitucionales impulsadas por el Partido Laborista, desplazó a la monarquía constitucional como forma de gobierno después de cuatro siglos de sujeción al soberano británico, y se convirtió en la república más joven del mundo.

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Sin embargo, pronto podrían seguirle otros…

“Cuando Isabel muera, todos los países que tienen a la Corona como jefe de Estado volverán a revisar ese acuerdo”, dice a LA NACION Kim Nossal, profesor emérito en el Departamento de Estudios Políticos y el Centro de Política Internacional y de Defensa de la Universidad de Queen en Canadá.

El experto reconoce que la figura de Isabel II ha sido un elemento clave para la atenuación de los distintos movimientos republicanos en cada monarquía constitucional de la Mancomunidad (Commonwealth), especialmente en Australia o Jamaica, en donde esos impulsos son más fuertes.

”Porque en los últimos 70 años hizo un trabajo tan bueno siendo la jefa de Estado de cada reino, visitando frecuentemente los lugares de los que era reina, que hay mucho apoyo a la monarquía gracias a ella”, señala.

No obstante, la fragilidad de la reina, sumada a una serie de escándalos —la implicación del príncipe Andrés en un caso del alto perfil de tráfico sexual y abuso de menores y la renuncia del príncipe Harry y Meghan Markle a sus funciones en la familia real, a la que la actriz estadounidense acusó de racista en una explosiva entrevista con Oprah—, avivaron la llama del republicanismo en varios países.

Pero, ¿qué tan probable es que los reinos de la Mancomunidad sigan los pasos de Barbados, Malta, Sudáfrica o la India y corten lazos con la Corona cuando el príncipe Carlos, un personaje mucho menos popular que su madre, se apodere del trono?

Fotografía de la última aparición pública de la Reina Isabel II, el 5 de junio de 2022, en el cierre de las celebraciones por su jubileo.
Fotografía de la última aparición pública de la Reina Isabel II, el 5 de junio de 2022, en el cierre de las celebraciones por su jubileo.
/ Agencia AFP

Una tarea difícil en Canadá

En Canadá, solo el 26 % quiere mantener la monarquía como forma de gobierno más allá del reinado de Isabel II, según la última encuesta del Instituto Angus Reid publicada en abril de este año. Además, de acuerdo con los resultados, la mitad de los canadienses dicen que la Familia Real ya no es relevante para ellos personalmente.

”Es muy posible que llegue un momento en el que los canadienses digan: ‘¿Quién es este tipo que aparece en mis billetes?’”, dijo a The New York Times Shachi Kurl, presidente de la firma de opinión pública.

Sin embargo, Nossal asegura que el debate “no entrará en la agenda política”. “La razón es sencilla: en Canadá, sustituir a la Corona exigiría una enmienda constitucional, que requiere del consentimiento unánime del gobierno federal y de las diez provincias. Sin embargo, como una enmienda plantearía todo tipo de cuestiones regionales espinosas, la unanimidad es casi imposible. Y por ello, ningún político canadiense se atreve a abrir la cuestión de la modificación de la Constitución”.

”Por tanto, Canadá seguirá siendo una monarquía constitucional con el rey Carlos como jefe de Estado (a nivel federal y provincial)”, augura el experto.

La operación incluye un megaoperativo de seguridad para controlar la multitud de personas que se acercará a Londres a despedir a la reina.
La operación incluye un megaoperativo de seguridad para controlar la multitud de personas que se acercará a Londres a despedir a la reina.
/ EFE/EPA/FACUNDO ARRIZABALAGA

Llama republicana en Australia

La salida del primer ministro Scott Morrison, un monárquico constitucional declarado que colgó el retrato de Isabel II en su despacho cuando asumió el poder en 2018, dio pie al movimiento más audaz en décadas para romper los últimos vínculos coloniales con la Corona.

Su sucesor, Anthony Albanese, en pleno Jubileo de Platino, nombró a Matt Thistlethwaite como ministro adjunto de la República, que irónicamente juró su cargo ante David Hurley, gobernador general y representante de la Reina en Australia. El funcionario está encargado de supervisar la transición a una república.

Peter FitzSimons, presidente del Movimiento de la República Australiana, celebró la decisión. “El poder debe recaer en una autoridad australiana elegida democráticamente y no en los linajes reales de los días del imperio”, dijo al Financial Times.

La opinión pública favorece el cambio. Los australianos están dispuestos a votar por una república por una estrecha mayoría del 54 %, según la última encuesta sobre el tema, que se publicó en el Sydney Morning Herald el 24 de enero de 2022Sin embargo, los republicanos aún deben superar un espinoso obstáculo que acarrean desde 1999, cuando el referéndum para modificar la Constitución fue rechazado por una amplia mayoría: la decisión sobre qué sistema debería sustituir a la monarquía constitucional.

Apoyo a la monarquía en Nueva Zelanda

Dado que la Constitución de Nueva Zelanda no está codificada, la república podría promulgarse por ley, como un simple acto del Parlamento. Se supone que esto solo ocurriría tras un referéndum a nivel nacional. Sin embargo, ningún gobierno ha dado aún pasos significativos en esa dirección.

La encuesta más reciente de Colmar Brunton, publicada en noviembre de 2021, reveló que sólo el 30% de los kiwis apoyan el cambio a una república contra el 47% que aún respalda la monarquía. No obstante, esta es una caída significativa en el apoyo a la Corona ya que la encuesta de 2012 de la misma firma encontró que en ese momento el 70% de los neozelandeses querían mantener dicha forma de gobierno.

El Caribe toma la delantera

En el Caribe el escenario es diferente y la ruptura con la Corona es más palpable. Después de la decisión de Barbados, seis países —Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Granada, Jamaica y San Cristóbal y Nieves— han iniciado trámites para renunciar a la monarquía o al menos han expresado su voluntad de convertirse en repúblicas y, con ello, tener su propio jefe de Estado.

Jamaica creó un comité para supervisar el proceso de cambio constitucional. Belice ha reservado fondos en su presupuesto para una comisión preliminar y en Granada varios políticos han exigido un referéndum.

“Hay algo simbólicamente incómodo en que una democracia mayoritariamente negra tenga como jefe de Estado a un miembro de la familia real británica, que durante siglos ha colonizado estos territorios y los pobló con esclavos africanos para producir azúcar y ron destinados al consumidor metropolitano”, dijo a BBC Mundo Robert Goddard, director de Estudios de América Latina y el Caribe de la Universidad de Emory.

Sin embargo, los académicos coinciden en que para los países aspirantes no cambiará nada en la práctica, ya que se trata casi exclusivamente de un acto simbólico. “Si alguno de los actuales reinos de la Commonwealth se convierte en república en el futuro, tendrá cero impacto en la política exterior o en las relaciones con el Reino Unido. El gobierno británico se da cuenta de que los otros 14 países del mundo que utilizan al monarca lo hacen por una herencia colonial, por lo que no hay ninguna consecuencia negativa de acabar con ese acuerdo. Véase Barbados: no pasó absolutamente nada”, asegura Nossal.

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