(Foto: AP)
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Redacción EC

Fue el lunes 15 de abril cuando el mundo entero posó con asombro los ojos en la catedral de de  y en el gigantesco incendio que consumía el techo de esta maravillosa construcción. Ya han pasado más de tres meses y, mientras se trazan plazos y montos para la trabajosa y costosa reconstrucción, un miedo se esparce como secuela del infausto suceso: la contaminación por plomo.

La alcaldía de París ha anunciado hoy que llevará a cabo una “limpieza profunda” en los colegios aledaños a Notre Dame para evitar cualquier riesgo de contaminación ligada al incendio.






Las labores se desarrollarán hasta el 26 de julio, seguidas de una nueva tanda del 26 al 30 de agosto, justo antes del comienzo del nuevo curso escolar.

Y es que centenares de toneladas de plomo que recubrían el techo y parte de la aguja de la famosa catedral de más de 850 años de antigüedad se derritieron por el fuego.

Según el medio digital de investigación “Mediapart”, se han detectado niveles peligrosos de plomo -hasta 10 veces más altos que el límite de seguridad- en escuelas y guarderías cercanas a la iglesia.

La alcaldía parisina “no realizó una limpieza profunda de estos lugares” y esperó hasta mayo antes de realizar pruebas en las 10 guarderías y centros educativos que están a menos de 500 metros del monumento, ha reportado “Mediapart”.

La limpieza ordenada hoy es una medida de precaución tomada “para asegurarnos que el riesgo es mínimo”, ha declarado Arnaud Gauthier, subdirector de Salud de la alcaldía capitalina, añadiendo que los niveles de contaminación de plomo no son motivo de alerta.

Si hubiera el más mínimo riesgo, no solo no hubiéramos reabierto los colegios sino que no los reabriríamos el próximo año lectivo”, señaló por su parte Emmanuel Grégoire, primer adjunto de la alcaldesa de París, Anne Hidalgo.

(Foto: AFP)
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-Los exámenes y cifras que alarman-

No obstante este optimismo oficial, hay motivos para cierta preocupación. En el 2016, la Dirección General de Salud -en sus esfuerzos por evitar la intoxicación infantil por plomo- estableció que si se encontraba polvo “por encima del umbral de 70 g/m2, significa que hay un riesgo de envenenamiento por plomo para los niños expuestos”.

De las 196 muestras que han sido tomadas por los laboratorios, 31 han evidenciado niveles iguales o incluso más altos que el mencionado umbral de intervención, en ocasiones hasta diez veces más, como se ha consignado párrafos arriba.

Tales niveles obligan a una limpieza inmediata a profundidad o incluso a su descontaminación, situación que aún no ha sido prevista. Sorprendentemente, ninguna escuela o jardín de infancia cerró o se sometió a una limpieza exhaustiva hasta hoy, cuando ya casi todos los alumnos de los centros educativos están de vacaciones.

Además, hace un mes las autoridades sanitarias habían pedido, como medida de precaución, que los niños y las mujeres embarazadas que viven cerca de la zona se realizaran exámenes, luego de que un niño mostrase niveles de plomo en la sangre por encima de lo considerado normal.

Dicho niño tenía un nivel por encima del límite reglamentario de 50 microgramos por litro de sangre.

Las autoridades francesas han reconocido que el incendio de la catedral provocó que el plomo se filtrara en el aire y el suelo alrededor de ella, pero insisten en que no hay un peligro general para el público.

-El envenenamiento por plomo-

El plomo es una sustancia tóxica que se deposita en dientes y huesos y se va acumulando con el paso del tiempo en el organismo.

En niveles altos puede afectar el funcionamiento de los riñones, provocar problemas digestivos, lesiones al sistema nervioso o anomalías en el sistema reproductivo.

(Foto: Reuters)
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Las personas pueden verse expuestas al plomo en sus puestos de trabajo o en su entorno, principalmente a través de la inhalación de partículas de plomo generadas por la combustión de materiales con dicho metal (actividades de fundición, reciclaje, incendios o uso de gasolina con plomo). También a través de la ingestión de polvo, agua o alimentos contaminados (agua canalizada a través de tuberías de plomo o comida envasada en recipientes con esmalte de plomo).

-Niños y embarazadas más vulnerables-

Los niños de corta edad son especialmente vulnerables a los efectos tóxicos del plomo, que puede tener consecuencias graves y permanentes en su salud, afectando en particular el desarrollo del cerebro y del sistema nervioso, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

De acuerdo con la fuente de contaminación que se trate, los niños pequeños pueden llegar a absorber una cantidad de plomo entre 4 y 5 veces mayor que los adultos.

Si el grado de exposición es elevado en los menores, ataca al cerebro y al sistema nervioso central, pudiendo provocar coma, convulsiones o la muerte. Si no llegara a niveles muy elevados, puede causar anemia, hipertensión e inmunotoxicidad. Se cree que los efectos neurológicos y conductuales asociados al plomo son irreversibles.

En las embarazadas, la exposición a concentraciones elevadas de plomo puede ser causa de aborto natural, muerte fetal, parto prematuro y bajo peso al nacer, y provocar malformaciones leves en el feto. Ello porque el plomo presente en los huesos es liberado hacia la sangre durante el embarazo y se convierte en fuente de exposición para el feto.

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