Redacción EC

A Sir Andrew Parker se lo ha llamado a menudo el “par de manos más seguras” del Reino Unido. En los siete años que fue director general del MI5, es decir, el jefe de los servicios de inteligencia, hizo frente a los atentados terroristas del 2017 y el envenenamiento de dos ciudadanos rusos en Salisbury un año después. Antes ya había dirigido la respuesta de la agencia a los ataques en Londres en el 2005 y su equipo logró frustrar el intento de Al Qaeda de atacar varios aviones con explosivos escondidas en botellas de bebidas.