La expresidenta interina de Bolivia Jeanine Áñez camina en la cárcel de Mujeres de Miraflores, donde está en detención preventiva desde hace más de un año, hoy en La Paz (Bolivia).
La expresidenta interina de Bolivia Jeanine Áñez camina en la cárcel de Mujeres de Miraflores, donde está en detención preventiva desde hace más de un año, hoy en La Paz (Bolivia).
/ EFE/STRINGER
Agencia EFE

Una nueva jornada del juicio contra la expresidenta interina de por los hechos de la crisis política de 2019 se desarrolló este jueves entre cortes por las descompensaciones en su estado de salud junto a los alegatos expuestos por la defensa de los exjefes militares y policiales.

La audiencia se instaló alrededor de las 14.00 hora local (18.00 GMT), aunque se retrasó por algunas complicaciones que presentó Áñez a raíz de algunos episodios de estrés.

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“(Áñez) al momento se encuentra con agotamiento físico debido al cuadro de estrés que ha sufrido”, pero “está consciente”, manifestó la médico encargada de su atención en un penal en La Paz.

Durante varios momentos de la audiencia, Áñez se mostró fatigada, somnolienta y con visibles expresiones de malestar.

“Tengo muchísimo sueño (...) pero eso se debe a los medicamentos que he consumido”, dijo al juez la ex jefa de Estado interina que sufre de constantes crisis nerviosas mientras que estuvo acompañada desde el penal por su hija Carolina Ribera y una de sus abogadas.

Tras las dos primeras horas del acto judicial, el juez otorgó un receso de una hora para que Áñez se recomponga y pudiera atender la audiencia que se extendió hasta la noche.

Durante la sesión presentaron los alegatos los abogados de los exjefes militares y policiales que fueron señalados por la Fiscalía, el Ministerio de Gobierno y la Procuraduría del Estado de haber colaborado ilegalmente con Áñez, para que ella siendo aún senadora asumiera la Presidencia del país.

Entre los argumentos de descargo se sostuvo que los exjefes militares y policiales no tuvieron coordinación directa con Áñez, y se atenuaron los señalamientos individuales de algunos acusados de haber dado vía libre a su investidura además de cumplir órdenes para salir a las calles a contener algunas manifestaciones.

La audiencia siguió con las réplicas de las instituciones acusadoras que repitieron su exigencia de 15 años de condena contra Áñez.

La ex jefa de Estado interina está detenida preventivamente desde marzo del año pasado inicialmente por el caso “golpe de Estado I”, por acusaciones de terrorismo, sedición y conspiración, del que luego se derivó el proceso “golpe de Estado II”.

El juicio en curso por el caso “golpe de Estado II” es sobre sus acciones cuando era segunda vicepresidenta del Senado y asumió en 2019 la Presidencia de forma supuestamente irregular, según el Gobierno de Luis Arce y el partido gobernante, Movimiento al Socialismo (MAS), tras las renuncias de Evo Morales y de toda la línea de sucesión presidencial.

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