Policías antidisturbios accedieron este domingo al palacio presidencial de Planalto, sede del Gobierno de Brasil, que está tomado por cientos de seguidores radicales del expresidente Jair Bolsonaro, en Brasilia (Brasil).
Policías antidisturbios accedieron este domingo al palacio presidencial de Planalto, sede del Gobierno de Brasil, que está tomado por cientos de seguidores radicales del expresidente Jair Bolsonaro, en Brasilia (Brasil).
/ EFE/ Marcelo Camargo/Agencia Brasil
Agencia EFE

El expresidente brasileño , quien se encuentra en Estados Unidos, reprobó este domingo de forma tibia el intento de golpe de Estado promovido por sus simpatizantes radicales, que invadieron las sedes de los tres poderes en Brasilia.

“Las manifestaciones pacíficas, dentro de la ley, son parte de la democracia. Sin embargo, el vandalismo y las invasiones de edificios públicos como las ocurridas hoy, así como las practicadas por la izquierda en 2013 y 2017, escapan a la regla”, manifestó el exmandatario en sus redes sociales.

Al menos 200 bolsonaristas son detenidos tras la invasión de las sedes de los tres poderes del Estado en Brasil

El capitán retirado del Ejército, que dejó el poder el pasado 1 de enero, repudió en su mensaje “las acusaciones, sin pruebas” vertidas por el actual jefe de Estado, Luiz Inácio Lula da Silva, quien este domingo recriminó a su predecesor “estimular” los actos golpistas de sus partidarios más radicales.

“A lo largo de mi mandato, siempre estuve dentro de las cuatro líneas de la Constitución y defendiendo las leyes, la democracia, la transparencia y nuestra sagrada libertad”, manifestó el líder de la extrema derecha brasileña.

Policías enfrentan a seguidores del expresidente brasileño Jair Bolsonaro que invaden, el Palacio de Planalto, sede del Ejecutivo, y la Corte Suprema, después de haber irrumpido antes en el Congreso Nacional.
Policías enfrentan a seguidores del expresidente brasileño Jair Bolsonaro que invaden, el Palacio de Planalto, sede del Ejecutivo, y la Corte Suprema, después de haber irrumpido antes en el Congreso Nacional.
/ EFE/ Andre Borges

Bolsonaro, quien sigue sin reconocer abiertamente su derrota en las elecciones del pasado 30 de octubre, viajó a Estados Unidos dos días antes de la investidura de Lula sin previsión oficial de vuelta.

Desde la celebración de los comicios hasta su partida a Orlando, el ahora exgobernante se encerró en la residencia oficial y minimizó sus actos públicos, mientras sus seguidores más radicales bloqueaban varias de las principales carreteras del país o promovían graves disturbios en Brasilia en vísperas de la toma de posesión de Lula.

Este domingo, miles de esos radicales, que llevan semanas pidiendo a las puertas de los cuarteles una intervención de las Fuerzas Armadas para derrocar a Lula y devolver al poder a Bolsonaro, invadieron y destrozaron las sedes del Congreso, la Presidencia y la Corte Suprema.

Los manifestantes golpistas provocaron graves daños en el interior de esos edificios y solo fueron dispersados por las fuerzas de seguridad cuatro horas después.

Las fuerzas de seguridad detienen a un partidario del expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, durante una manifestación contra el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, frente al Congreso Nacional de Brasil en Brasilia.
Las fuerzas de seguridad detienen a un partidario del expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, durante una manifestación contra el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, frente al Congreso Nacional de Brasil en Brasilia.
/ REUTERS/Adriano Machado

Casi 200″ de ellos han sido detenidos hasta el momento, según el ministro de Justicia, Flávio Dino.

Por su parte, Lula prometió identificar y castigar a los “vándalos fascistas” que “destrozaron todo lo que encontraban a su paso” en Brasilia, y decretó la intervención federal del área de seguridad de la capital brasileña hasta el próximo 31 de enero.

La medida supone que las fuerzas policiales de Brasilia estarán ahora bajo el control directo del Gobierno central.

Contenido sugerido

Contenido GEC