(Reuters)
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Redacción EC

Sao Paulo. El impacto ambiental causado por la avalancha de lodo tras la rotura el viernes de un dique de la minera Vale en el sudeste de "se sentirá por años", dijo este martes la organización no gubernamental (WWF).

"Se perdieron aproximadamente 125 hectáreas de bosques, el equivalente a 125 campos de fútbol", señala el reporte divulgado cuatro días después de que un torrente de lodo y residuos mineros arrasara instalaciones de , casas y vehículos en la localidad de , Minas Gerais, dejando hasta ahora 65 muertos y 288 desaparecidos.




La marejada llegó en pocas horas al río Paraopeba y avanza a 1 km por hora por el cauce. La aldea indígena Nao Xoha, de 27 familias, a 22 km de Brumadinho, epicentro de la catástrofe, fue duramente afectada por la contaminación del agua.

"Estamos en una situación muy seria (...). Dependíamos del río y el río murió. No sabemos qué hacer", dijo el lunes el cacique Háyó Pataxó Hã-hã-hãe, contando que peces muertos y un olor fétido se apodera de la pequeña comunidad.

La Agencia Nacional de Aguas (ANA) estima que la ola de residuos y lodo llegará entre el 5 y 10 de febrero a la hidroeléctrica Retiro Baixo, a 300 km de la mina Córrego do Feijao, donde cedió el dique.

La expectativa es que los diques de contención en esa estructura retengan los residuos, aunque ANA aclara que "se está evaluando aún si la ola de residuos alcanzará la reserva de la hidroeléctrica de Tres Marías, en el río San Francisco, a unos 30 km abajo del dique de Retiro Baixo".

El San Francisco es un cauce de vital importancia económica y social para cinco estados.

El servicio geológico de Brasil estimaba el lunes que los residuos alcanzarían Tres Marías entre el 15 y el 20 de febrero.

Desde que inició el vertido, Vale advirtió que la tragedia tendría un mayor costo humanitario que ambiental en comparación con el provocado por la rotura en noviembre de 2015 del dique de Fundao, en el municipio de Mariana (a 125 km de Brumadinho), que dejó 19 muertos y llegó al mar, a 660 km de distancia, por el cauce del Rio Doce.

WWF considera que aún es pronto para hacer tales afirmaciones, puesto que se ignora cuándo se disolverán los sedimentos más finos.

Paula Hanna Valdujo, especialista en conservación de la ONG, opina que "se necesitarán estudios más detallados para entender la intensidad de este impacto y hasta donde se extiende".

Fuente: AFP

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