Cientos de mujeres de colectivos feministas y LGBTIQ+ protestan contra el racismo sufrido por los miles de indígenas que participaron en las marchas contra el Gobierno, en Quito (Ecuador).
Cientos de mujeres de colectivos feministas y LGBTIQ+ protestan contra el racismo sufrido por los miles de indígenas que participaron en las marchas contra el Gobierno, en Quito (Ecuador).
/ EFE/ Bienvenido Velasco
Agencia EFE

Un nutrida marcha de grupos feministas, disidencias, LGBTIQ y artistas ecuatorianos recorrió este viernes varias calles de para rechazar el racismo durante las protestas indígenas y la discriminación sufrida por el movimiento campesino.

La marcha feminista caminó por un sector comercial del norte de Quito y llegó a la avenida de Los Shyris, donde se suelen reunirse grupos conservadores y que en días pasados congregó a decenas de personas que increparon a los indígenas por manifestarse en la ciudad.

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También criticaron lo que calificaron como una dura acción policial durante los 18 días que se prolongaron las protestas y, por ello, demandaron la salida del ministro del Interior, Patricio Carrillo, a quien responsabilizaron de llevar adelante una “represión desmedida”.

“Fuera Carrillo, fuera”, gritaron las mujeres, al recordar que la protesta dejó como resultado seis personas fallecidas, cinco de ellas manifestantes y un soldado, así como cientos de heridos y detenidos.

Acompañada de saxofones y tambores, la marcha feminista se extendió hasta la noche y en el corazón de la avenida de Los Shyris leyeron un manifiesto de apoyo a los indígenas y otros grupos sociales, como ellas, que participaron en las protestas.

Asimismo, apoyaron las demandas indígenas, atendidas parcialmente por el Gobierno para poner fin a las movilizaciones que se extendieron entre el 13 y el 30 de junio.

En la calle, las mujeres encendieron una fogata en el centro de un círculo humano, una representación semejante a la que suelen realizar las comunidades indígenas en sus rituales ancestrales para agradecer a la Pachamama (Madre Tierra, en quichua).

Además de corear consignas en favor del aborto libre y gratuito, las manifestantes aseguraron que la marcha de este viernes quería sobre todo plantar cara a los grupos que han generado expresiones de racismo y odio contra los indígenas.

“El arte es también resistencia”, se leyó en algunas pancartas que aparecieron junto al grupo de artistas que acompañó la marcha femenina y que resonó con el grito: “Contra el racismo marchamos furiosas”.

La paralización indígena que duró 18 días, concluyó el jueves tras la firma de un “Acta por la paz”, que incluyó algunos acuerdos del Gobierno para satisfacer de manera parcial las demandas de los manifestantes.

En dicho acuerdo, el Gobierno se comprometió a bajar en 15 centavos de dólar el valor del galón (3,78 litros) de los combustibles subsidiados, entre ellos la gasolina regular (85 octanos) y el diésel, pese a que los indígenas demandaban que fuera de 40 centavos.

Asimismo, el Gobierno se comprometió a frenar la expansión de la actividad petrolera y las concesiones mineras en áreas naturales protegidas, en fuentes hidrológicas y en territorios ancestrales de pueblos indígenas, especialmente en la Amazonía.

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