El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se pronunció el 1 de noviembre sobre los resultados de las elecciones del pasado domingo. (EFE/ JoŽdson Alves).
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se pronunció el 1 de noviembre sobre los resultados de las elecciones del pasado domingo. (EFE/ JoŽdson Alves).
Agencia AFP

El presidente brasileño, , se encontró este jueves con el vicepresidente electo de , Geraldo Alckmin, en una reunión fuera de agenda en el Palacio presidencial de Planalto. En tanto, los bloqueos de rutas por parte de seguidores del presidente derrotado se extinguían.

La conversación, que no estaba agendada, tuvo lugar después de una reunión con Ciro Nogueira, jefe de gabinete del mandatario saliente en el palacio presidencial de Planalto, para coordinar el traspaso de poder el 1º de enero, dijo el vicepresidente electo, Geraldo Alckmin, quien lidera el equipo de transición de Lula.

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“Fue positivo. El presidente me invitó para que fuera a su gabinete (...), y reiteró la disposición del gobierno a pasar todas las informaciones para que haya una transición guiada por el interés público”, dijo Alckmin a periodistas.

“La transición ya comenzó”, había dicho antes tras el encuentro con Nogueira.

Las palabras de Alckmin parecen desactivar la incertidumbre provocada en Brasil por el silencio de dos días del presidente y los bloqueos de rutas que mantenían desde el domingo sus seguidores, furiosos por la victoria de Lula.

El equipo de transición quedará definido en los próximos días por Lula, de 77 años, quien está tomando un descanso tras meses de una intensa campaña, dijo el vicepresidente electo.

Podrá incluir hasta 50 funcionarios y trabajará durante los próximos dos meses en oficinas del Centro Cultural Banco de Brasil, en la capital brasileña.

A los encuentros en el Planalto también asistió la jefa del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Hoffman, y el coordinador del programa de gobierno de Lula, Aloizio Mercadante.

Alckmin se reunió además con miembros de la oficina de control presupuestario y con el relator para el presupuesto en el Senado, con el objetivo de buscar maneras de incluir en los gastos de 2023 las promesas de campaña de Lula en temas sociales.

El líder izquierdista deberá enfrentar vientos en contra en el Congreso: los conservadores obtuvieron notables resultados en las legislativas de octubre y el Partido Liberal (PL) de Bolsonaro será la principal fuerza de ambas cámaras.

“¡Última oportunidad!”

Brasil inaugura dos meses de transición de poder, mientras las protestas callejeras y cortes de carreteras menguaban.

Tras la estrecha victoria de Lula, quien ya gobernó el país entre 2003 y 2010, simpatizantes de Bolsonaro bloquearon vías en todo el país desde el domingo, lo que causó problemas de transporte de mercancías y de desplazamientos.

El miércoles, miles de bolsonaristas se congregaron frente a cuarteles en las principales ciudades de Brasil para pedir una intervención militar.

En Rio de Janeiro, apenas unas decenas de personas permanecían la mañana de este jueves frente a un cuartel militar, algunas de ellas tras haber pasado la noche en tiendas de campaña.

“Creo que vamos a tener una dictadura comunista” con Lula, dijo a la AFP Jessica dos Santos Ferreira, de 31 años. “Es un ladrón, no es un ejemplo para mi hijo de 11 años”, añadió esta emprendedora dispuesta a quedarse en el lugar hasta que llegue la supuesta intervención militar.

“¡Es nuestra última oportunidad!”, gritó un hombre a los congregados para pedirles que no cejaran.

Las autoridades viales informaron que había este jueves 34 bloqueos parciales o totales -frente a más de 250 el martes-, luego de que Bolsonaro, quien no ha reconocido abiertamente su revés electoral, pidiera a sus seguidores poner fin a esas acciones.

Polémicas

Alckmin, un centrista que fue gobernador de Sao Paulo, denunció fuertemente los bloqueos, señalando que pueden comprometer “la salud de las personas, el abastecimiento de hospitales” y traer “perjuicios” para la economía. “El derecho de circular es sagrado”.

Igualmente el presidente de la autoridad electoral, Alexandre de Moraes, denunció los cortes de rutas e indicó que quienes “están practicando actos antidemocráticos serán tratados como criminales”.

“No hay forma de protestar contra un resultado divulgado democráticamente con manifestaciones ilícitas, antidemocráticas y criminales”, afirmó.

Algunos casos generaron polémica, como un video viralizado que muestra a bolsonaristas supuestamente haciendo un saludo nazi durante una protesta contra el triunfo de Lula en Santa Catarina (sur).

El video -que acumuló unos dos millones de vistas en redes sociales desde el martes, según el equipo de fact-check de la AFP- suscitó la condena de las embajadas de Alemania e Israel.

Sin embargo, una investigación del Ministerio Público de Santa Catarina estableció de forma preliminar que “no hay pruebas” de que se trate de un acto de apología del nazismo.

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