(Foto: Reuters)
(Foto: Reuters)
Gisella López Lenci

Los brasileños definen su destino político. Aunque todo indica que habrá segunda vuelta, el país deberá decidir entre y , los candidatos con el mayor nivel de rechazo.

El Comercio conversó con el analista brasileño Thiago de Aragao, asesor de la consultora ArkoAdvice, sobre lo que se espera en estos comicios.

—Bolsonaro y Haddad son los dos candidatos que llegarían a la segunda vuelta, pero también son los candidatos con mayor porcentaje de antivoto…
Los dos tienen un rechazo muy alto. Hay una polarización. Para esta elección tenemos tres perfiles de electores: el que está a favor del Partido de los Trabajadores (PT), que es más lulista; el que está a favor de Bolsonaro y que, en su mayoría, son muy anti PT; y el tercer grupo donde están los que votarán por los otros candidatos que no van a llegar a segunda vuelta y rechazan tanto a Bolsonaro como Haddad. Lo que tenemos es una disputa entre dos rechazados, pero el candidato que va a tener un rechazo menor es el que debe ganar.

—En la última semana ha habido un aumento del rechazo hacia Haddad. ¿Esto significa un rechazo hacia Lula da Silva?
Sí, es un rechazo de lo que significa el PT. Para muchos, el PT es el arquitecto de la más grande corrupción de la historia continental. Para los que van a votar por el PT, esto no es un problema, porque parten de la idea que todos los políticos son corruptos. Ahora, el rechazo del PT es un rechazo hacia Lula. Lula es popular, pero es una sombra comparado con lo que fue. En el 2011, tenía el 85% de aprobación en Brasil. Hoy ese número no llega a 40%. Es un número importante, pero no es suficiente para ganar las elecciones. Al mismo tiempo que Lula le transfirió apoyo a Haddad, también le transfirió rechazo.

—¿Cómo debería conquistar Haddad al electorado de centro en una eventual segunda vuelta? ¿Cómo desmarcarse de la sombra de Lula?
Es que él no intenta disociarse de la sombra de Lula. Incluso en la segunda vuelta, su discurso va a ser de una nostalgia positiva sobre la era Lula, una época en que, por ejemplo, las tasas de desempleo estaban bajas. El problema es que él va a tener que hacer un corte muy quirúrgico para rescatar la época dorada en el desempeño económico, pero haciendo un contrapeso con la situación actual que también fue generada por ellos.

—¿Qué tan peligroso es para América Latina una candidatura tan ultraconservadora como la de Jair Bolsonaro?
Bolsonaro es ultraderechista desde hace poco, porque durante sus casi 30 años en el Congreso nunca lo fue. Pasó por varios partidos políticos e incluso votó junto al PT en varios proyectos económicos durante la gestión de Lula. El problema es que su discurso agresivo puede generar una legitimidad para que el ciudadano común empiece a utilizar ese mismo discurso agresivo. Él ha sobrevivido en política durante muchos años, y personalmente creo que va a intentar ser mucho más neutral de lo que ha demostrado en la campaña.

—Los mercados han reaccionado de manera positiva ante la subida de Bolsonaro en las encuestas…
Esto se debe, sobre todo, a Paulo Guedes, su posible futuro ministro de Finanzas, que es muy respetado por gran parte del mercado financiero. Fue educado en Chicago y tiene un pensamiento liberal a favor de reformas económicas.

—¿En la segunda vuelta, el escenario es más favorable para Bolsonaro?
Yo veo que está ligeramente más favorable para Bolsonaro porque tiene más opciones de buscar votos. Es muy dificil para Haddad personificar algo nuevo, que es el gran deseo de la sociedad brasileña. Además, él casi no tuvo tiempo de televisión durante la primera vuelta y va a tener mucha exposición en la segunda ronda. Si él busca un discurso más conciliador, sin agresión a ninguna minoría, es posible que pueda lograr una victoria. Yo pienso que para Haddad es más difícil porque el PT nunca ha hecho un mea culpa de toda la corrupción, e imagino que esta es una de las razones del rechazo contra ellos.

Contenido sugerido

Contenido GEC