La estudiante a la que no becan porque vive en la calle [VIDEO]

Cada tarde al volver de la escuela, Pamela Lizeth Hernández Viviano se quita el uniforme y se sienta sobre la cama de sus padres.

Es ese el único lugar disponible para hacer la tarea.

Vive con su familia en una precaria vivienda de madera y lonas que ella misma ayudó a construir en medio de dos avenidas en Ciudad Nezahualcóyotl (estado de México), justo al este de la capital mexicana.

La historia de Pamela, de 11 años, empezó a circular en los medios mexicanos luego de que se supiera que pese a vivir en situación de calle, es una de las mejores alumnas de su escuela.

Y ahora es parte de un proyecto de la BBC denominado "Five lives the world wants to change" ("Cinco vidas que el mundo quiere cambiar").

Lanzado en el marco de los 
nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU (ODS), que reemplazan a los Objetivos del Desarrollo del Milenio (ODM) que expiran a fin de año, esta iniciativa busca seguir a lo largo de los años a cinco jóvenes en diferentes partes del mundo para saber cómo van cambiando sus vidas.

Además de la historia de Pamela, la BBC se centrará en las vidas de Gift Charles (Malaui, 10 años), Farzana Usman (Pakistán, 13), Taina Bentes dos Santos (Brasil, 9) y Volodya Khomutovskyi (Ucrania, 11).

Historias como la de Pamela puede haber varias en México, que pese a ser la segunda economía de América Latina, 
es el único país de la región que en las últimas décadas no ha logrado reducir los índices de pobreza.

De hecho, en los dos últimos años el porcentaje de la población en esa situación pasó del 45,5% en 2012 al 46,2% en 2014: 55,3 millones de personas son pobres en México.

Sus padres, Leonardo y Verónica (ambos de 29 años), llevan tiempo en la pobreza.

Entre ambos juntan unos 4.000 pesos mexicanos al mes (US$237) y dicen que apenas les da para vivir.

Él se dedica a recoger basura y a la recolección en un carro tirado por un caballo y ella a cuidar a sus hijos —Pamela tiene una hermana, Azul (9), y un hermano, Erik (1) — y también junta tortillas viejas para vender como alimento para animales.

Ésa una de las tareas del hogar en las que colabora Pamela. Y hasta ayudó a construir la vivienda.

"Esta casa entre mi mamá, mi hermana y yo la construimos porque nosotras queríamos tener un espacio aunque sea pequeña para nosotras. Mi hermana y yo juntábamos los clavos, los limpiábamos, y juntábamos lonas y tablas", le dice a BBC Mundo.

"Algunas veces nos lastimábamos con el martillo, nos pinchábamos con clavos o nos astillábamos con las maderas, pero esta casa la hicimos sabiendo que íbamos a estar unidos".

La tuvieron que levantar de urgencia hace poco más de un año luego de que fueron desalojados de su vivienda y quedaron en la calle.

Son cinco en un cuarto minúsculo, se lavan los dientes fuera de la pieza y cocinan dentro. En la parte superior de una litera duermen las niñas y debajo los padres junto al más pequeño.

La falta de espacio, o la incomodidad por el ruido constante de los vehículos y las moscas, no ha impedido que Pamela mantenga promedios de hasta 10 en la escuela primaria Gregorio Torres Quintero.

Y cuando no lo ha mantenido, cuenta, ha sido por recibir una menor calificación por no llevar el uniforme adecuado para educación física o no tener los zapatos en buen estado.

Pese a su destacado rendimiento académico, las autoridades han asegurado queno puede recibir beneficios sociales al no poder comprobar un domicilio.

Sin embargo, se espera que reciba algún tipo de ayuda especial y fundaciones privadas y particulares ya han expresado su intención de asistirla.

"Ahora con la gente que la está apoyando porque le echa ganas la escuela veo que las alas que yo le pude haber cortado pues otra gente se las está poniendo, y no sólo sus alas sino que le están poniendo un cohete porque la quieren hacer volar", explica su padre.

"A mí me gusta echarle ganas la escuela porque no creo que tenga algo que ver que viva aquí. Me gusta la escuela porque yo quiero tener mejores posibilidades de vida", asegura Pamela.

"Cuando sea grande quisiera saber que mi familia y yo vamos a tener un hogar digno", asegura, "una casa donde podamos estar bien, y mucha gente aquí en México que vive como nosotros que tengan también un lugar bien, un hogar digno para que puedan estar bien con su familia, para que también si tienen hijos que no sea su excusa: 'Es que yo no tengo casa y por eso no voy a mi escuela'. Eso es un pretexto para no hacer muchas cosas".

Pamela sueña con tener una casa y un coche, y planea estudiar una carrera de ciencia y tecnología, sus materias preferidas en la escuela.

"Pero antes", dice, "cuando estudie mi carrera, quiero meterme en una escuela para ser aeromoza porque me agrada viajar, conocer otros lugares, idiomas, me agrada aprender cosas nuevas".

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