Henrique Capriles: "Un estallido social acabaría con Venezuela"

Henrique Capriles, gobernador del estado de Miranda y ex candidato presidencial venezolano, fue recibido ayer en el Perú por la titular del Congreso, Luz Salgado, y por el presidente Pedro Pablo Kuczynski. El Comercio conversó con él sobre los objetivos de su visita y la coyuntura política en su país.

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- ¿Qué le pide al presidente Pedro Pablo Kuczynski?

No vamos a ningún país pidiendo injerencia. Lo que estamos pidiendo es solidaridad, primero con comida y medicina. Propongo que se debata sobre la posibilidad de abrir un canal humanitario para que se apoye a Venezuela. Lo segundo es que, durante estos largos años, las instancias internacionales fueron utilizadas por Maduro como refugio para defenderse de todas las violaciones internas, para lavarse la cara de todos los desmanes que comete. Unasur y Mercosur terminaban avalando lo que ocurría. Hay que relanzar la Unasur, pues hay una nueva realidad en América del Sur. Que esas instancias le exijan a Maduro que respete el orden constitucional.

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- Después de las elecciones que ganó Maduro usted, estuvo en el Perú.

No las ganó, las impugnamos. Que yo haya decidido no ir a una guerra civil en el país es otra cosa... Yo vine al Perú buscando ayuda.

- ¿Y qué le dijo el presidente Humala?

Humala no me recibió.

- Pero hizo la gestión.

Por su puesto, es más, ese día yo venía de Santiago de Chile de reunirme con el presidente Sebastián Piñera. Paramos aquí porque Humala ejercía la presidencia pro témpore de la Unasur, pero él nos mandó llamar con el canciller para decirnos que no podía atendernos porque salía de la ciudad. Salió de la ciudad para no recibirnos. Las vueltas que da la vida, hoy regreso al Perú, soy recibido en el Congreso, por el presidente, y lo que Humala representaba, ahora es minoría.

- La izquierda no ha querido sumarse a la moción promovida por el Congreso peruano...

Pero yo la leí, por tonterías.

- Ellos dicen que apoyan el diálogo promovido por la Unasur...

En Venezuela no se ha iniciado ningún diálogo. O lo desconocen o se están haciendo los que no saben. Cuando yo leo la moción que me entregaron los congresistas Marisa Glave y Marco Arana, con mucha cordialidad, cosa que agradezco, esta no se contradice con la que apoyan las fuerzas que representan el 85% del Parlamento.

- Fácilmente pudieron adherirse a ella entonces.

Absolutamente.

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- ¿Bajo qué condiciones están dispuestos a dialogar? ¿Qué pueden ceder?

El punto de inicio es el respeto a la Constitución. Quiero que tenga claro que el revocatorio no es mío. Los políticos no tenemos el derecho de negociar los derechos del pueblo. Para que haya diálogo tiene que respetarse el derecho constitucional del pueblo a decidir su futuro.

- Entonces no va a haber diálogo porque el Gobierno no acepta esas condiciones

Depende de Maduro. Él quiere el diálogo para lavarse la cara, para que pase el tiempo y no haya revocatorio.

- ¿Qué va a pasar el 1 de setiembre? ¿A cuántas personas piensan sacar a la calle?

Todas las personas que podamos. Yo nunca he dicho se movieron tantas personas, porque al final uno nunca tiene una calculadora para saberlo, eso cae en el campo de la subjetividad.

- Mucha gente pobre que hace cola todos los días debe haber firmado en la primera etapa revocatoria, pero ello no se siente en las últimas movilizaciones que ha convocado la oposición. ¿Hay una desconexión entre la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y ellos?

Salgo a la calle todos los días y a donde voy muevo a la gente. La gente está haciendo cola para comprar comida, si los convoco a una movilización política, lógicamente van a preferir la cola. Ahora, el reto que tiene la política es que la gente pueda comprar comida y sumarse a su vez al movimiento para exigir sus derechos. Tenemos que entender que el cambio no nos lo van a regalar, lo tenemos que parir. Y la lucha es de todos los días. El cambio no depende de que salgan 5 millones o un millón.

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- Pero mientras más personas haya protestando para exigir que la revocación se haga este año, el Gobierno va a sentir más presión.

Es correcto y es el reto que tenemos para el 1 de setiembre, para mañana y para pasado mañana.

- El señor Padrino López (ministro de Defensa y comandante de las Fuerzas Armadas) ahora es una suerte de superministro.

No. Maduro le puso una papa caliente porque quiere hacerle creer a la Fuerza Armada que si él se hunde, ellos también. Lo que ha hecho es trasladarle a los militares el principal problema del país: la falta de comida.

- ¿Y no se puede interpretar más bien que la Fuerza Armada está cerrando filas en torno a Maduro?

Es que una cosa es la Fuerza Armada como ente y otra la cúpula militar. Los segundos están con Maduro, el resto vive la crisis.

- ¿Está abierto un escenario de golpe de Estado?

Está latente. Yo no lo quiero. Sería una desgracia para el país un golpe militar o un estallido social. Y no se ha dado ni lo uno ni lo otro por el revocatorio, porque está vivo, es la esperanza del pueblo. Por eso Maduro no se ha atrevido a matarlo, tiene la intención de hacerlo, pero no lo ha hecho porque sabe que es una bomba que puede estallar.

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- Las consecuencias de la movilización del 2014 fueron cárcel para Leopoldo López y más represión. ¿No teme que después del 1 de setiembre ello empeore?

Yo no participé en esa movilización. A Leopoldo López tenemos que liberarlo. Yo no estuve de acuerdo con esa política, pero eso ya pasó. Ahora hay otra realidad. En la Venezuela de aquel momento, el Gobierno tenía un apoyo del 54%, hoy estará en el 20%. Además, cada vez hay menos voluntad de obedecer las órdenes de represión. Yo creo que sí habrá revocatorio, porque el país está a punto de un quiebre, y hay que lograr que ese quiebre sea electoral, no un estallido social, porque un estallido social barre con el país, acaba con todo.

- ¿Y sirve de algo si finalmente la revocación es después del 10 de enero?

El revocatorio después del 10 de enero significa que sale Maduro y se queda el vicepresidente. Un gobierno revocado, en cualquier escenario, está liquidado.

- El otro campo que tenían ganado era el Congreso, para dar la batalla política, pero este ha sido neutralizado. ¿Han perdido esa batalla?

La batalla popular la hemos ganado. La batalla legal la tiene el Gobierno. Pero el Gobierno con eso está acelerando su caída. Su radicalización no le ha aportado ningún beneficio. Sus asesores a diario lo empujan al barranco.

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- ¿No teme que ahora la represión judicial apunte contra usted?

Yo ya estuve preso. Usted sabe que cuando una persona está presa es como cuando se pierde la virginidad. Se pierde una sola vez. Miedo no le tengo a eso. Ahora, si Maduro cree que metiéndome preso evitará el cambio, está muy equivocado. Meterme preso y la radicalización adelantarán su salida.

- ¿Cómo están las cosas en la MUD, se acabaron las diferencias?

Hay unidad. La unidad no puede ser pensamiento único, la democracia es debate, son posiciones distintas, ese debate fortalece. Hay una unidad absoluta en torno al revocatorio. Y quién será luego el candidato presidencial lo decidiremos en primarias.

- ¿Usted quiere serlo?

No es un secreto que nadie ha logrado en Venezuela todo lo que ha hecho este servidor. Ahora, mi trabajo no es por un cargo, mi vocación de vida es servir a mi patria. Mi principal preocupación es la pobreza, las desigualdades. Yo no soy de derecha, soy progresista. Mi bandera es la educación. El 70% del presupuesto de mi estado lo invierto en educación. Qué más progresista, igualitario y revolucionario que la educación.

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