Queijeiro confía en que la Argentina de Messi clasificará a Rusia 2018. Por último, le queda jugar por el repechaje contra Nueva Zelanda. “Y si no le puedes ganar a ellos, no mereces ir al Mundial”, asegura. (El Comercio)
ÁNGEL HUGO PILARES

Antes de la entrevista comentábamos la situación y me dijiste: “Argentina pasa”.

— ¿Somos [los peruanos] tan fáciles?
Todos los partidos van a ser difíciles. Lo que decía es que Argentina no tiene una situación tan complicada como muchos lo quieren hacer pintar. Argentina depende de sí misma y tiene chances incluso no ganándole a Perú.

— Pero hay desconfianza...
Vas a Ecuador y haces una encuesta y te dicen que quedaron fuera del Mundial. Vas a Paraguay y te dicen que después de perder con Uruguay quedan afuera. Hablas con los chilenos y ellos quieren matarlos a todos. Si todos quedan afuera, ya no hay más equipo y Argentina tiene todas las chances. El resto de equipos está peor. Y Argentina tiene jugadores, juega de local. Puede empatar con Perú y todavía llegaría con posibilidades de enfrentar a Ecuador. Chile la última fecha tiene que ganarle a Brasil de visitante. Todo este panorama que te estoy pintando hace que Argentina tenga muchas chances de estar en Rusia, con lo cual tengo que respirar tranquilo. Otra sería la situación si tuvieras que ganar y esperar que otro gane 4-0.

—¿Entonces, qué queda?
Lo próximo para Argentina es afrontar un partido muy difícil de local con Perú, que si pierde, se complica la clasificación. Que tiene un buen equipo. Hay que ver cómo reacciona si va perdiendo o si va empatando el partido.

— ¿De dónde viene el ánimo contra la selección argentina en las calles?
Es mucho de lo que les vendemos los periodistas. Me parece que está mal confundir a la gente y acá había zócalos en todos los noticieros que decían que Argentina tenía que ganar o ganar ante Venezuela. Y no era verdad.

— ¿Ven a Perú ganable?
Argentina jugó con Alemania, que venía de ganarle 7-1 a Brasil, y la gente decía que éramos candidatos. Me parece que hay que hacer un equilibrio entre aquel argentino que dice que le gana a todos, en base no sé a qué, y el que dice que todavía no le ganamos a nadie. Yo tengo 42 años. El último título que ganamos, yo estaba en la escuela secundaria. Ha pasado mucho tiempo. Hay una generación que no vio a la selección argentina campeón mundial.

— Hoy no asustan.
De lo que decía antes es que tiene que salir la mentalidad de la selección argentina en el siglo XXI. En el siglo XX venían Ruggeri, Goycochea, Maradona, Caniggia, iban al Maracaná, se plantaban y tenías miedo. Hoy esta selección no le mete miedo a nadie. Parecen los muñecos de Monsters Inc. que no le meten miedo a nadie, pero tienen muchos recursos.

— ¿Pero todavía creen que pueden ganar?
Absolutamente. Argentina tiene que mejorar su juego y su mentalidad. Van a la Bombonera para meterle miedo al rival, pero los asustados son los nuestros, no los rivales. Si te doy a Di María, Messi, Icardi, el ‘Kun’ Agüero, no podemos perder.

— Pero la cancha va a presionar.
Una cosa es la Bombonera cuando juega Boca y otra cuando juega la selección. Pusieron las entradas muy caras. No sé si van a ir los mismos 50 mil que vienen todos los domingos a ver a Boca. Va a venir gente de otros equipos, turistas que vienen a ver a Messi, gente del interior que viene a los tours. Están los hoteles cinco estrellas que te venden entradas para ver a Argentina. Con eso no sé si va a haber el clima ese. Y si creemos todavía que la gente gana los partidos, mejor hagamos entrenamientos de hinchada. Hagamos un cásting de hinchas, contratemos a los 60 mejores, comprémosles bombos y practiquemos toda la semana: “Vamos, vamos, Argentina, vamos, vamos a ganar” y despreocupémonos del juego. Puede pasar cualquier cosa.

— Lo del Maracaná en el 50 es una prueba de eso.
Perdió Brasil en Maracaná, Racing contra Sporting Cristal tuvo el recibimiento más espectacular de la Copa Libertadores y perdió porque Julinho jugó mejor. No puedo creer que en el siglo XXI estemos pensando eso. Nos hace retroceder. Y cuando veo todo eso digo: “No sé si merecemos estar en el Mundial”. Estamos haciendo las cosas mal, las cosas básicas tienden a obtener muy malos resultados.

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