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Raúl Castro celebra el 62° aniversario de la revolución cubana - 10

Santiago de Cuba. Los tambores y los bailadores parecen insomnes marcando centenarias danzas de origen africano en el telúrico carnaval de Santiago de Cuba, que festeja los 500 años de la ciudad y los 62 del inicio de la revolución de Fidel Castro.

"Este año estamos celebrando un acontecimiento súper especial, que se llama 500 aniversario, y por eso el carnaval adquiere una mayor dimensión", dijo el pintor Jorge Ortiz, de 67 años, en el paseo marítimo La Alameda, un icono de esta ciudad, ubicada 900 kilómetros al sureste de La Habana.

El "gran rumbón", como también se le denomina al carnaval, es el más famoso de sus similares en toda la isla y acaba de ser declarado "Patrimonio Cultural de la Nación".

Es precisamente en La Alameda donde el carnaval, que comenzó hace cinco días, alcanza su clímax con el desfile de carrozas con esbeltas bailarinas muy ligeramente vestidas.

También las bulliciosas comparsas y congas santiagueras se adueñan de esa avenida, con espacios para bailadores espontáneos. 

"Los carnavales están muy buenos. Buena comida, bastante cerveza, el pueblo está contento", explicó Suiberto Perdomo, un obrero del petróleo de 65 años, que trabaja en La Habana pero que, como "buen santiaguero", hizo coincidir sus vacaciones con la fiestas populares.

Con sus atuendos multicolores y sus danzas, las comparsas santiagueras (desfile coreográfico) -entre ellas la centenaria "Carabalí Isuama" - compiten entre sí durante el carnaval, defendiendo una tradición traída de África por esclavos.

Cada una defiende su identidad y pertenencia a un barrio, tiene su propio vestuario, bandera, canto y toque de tambor, lo que imprime una magia especial al carnaval santiaguero, que también festeja el 62 aniversario del asalto al cuartel Moncada, primera acción armada del movimiento revolucionario que Fidel Castro llevó al poder en 1959.

Algunos santiagueros como Perdomo regresan a casa en la madrugada, pero a otros los sorprende el amanecer bebiendo ron o cerveza y bailando en la calle. 

"Esto es una fiesta que uno espera todo el año, para la que uno ahorra un dinerito, y esta vez es a lo grande, sin límites", dijo Ramiro, de 22 años, que volvía a su casa sabrosamente ebrio, al filo del amanecer.

Ciudad renació tras poderoso huracán

Fundada en 1515 por el conquistador español Diego Velázquez, Santiago de Cuba fue devastada hace tres años por el huracán Sandy, que dejó miles de casas dañadas y millonarias pérdidas.

Pero su zona histórica ya está totalmente reconstruida, pintada, muy limpia, y sus autoridades dijeron que durante los festejos fueron inauguradas unas 200 obras sociales y entregadas alrededor de 1.000 viviendas a familias damnificadas por el huracán.

Entre las avenidas y edificios reparados están La Alameda, la casa de Diego Velázquez, de cinco siglos y que es ahora un museo, y la catedral, que se terminó de construir en 1522. 

"La ciudad está preciosa, bella, y esto se debe al esfuerzo de todos. Aquí se ha trabajado muy duro", dijo Odalys Lorié, de 42 años y dedicada a la gastronomía.

El presidente Raúl Castro dijo el pasado día 15 que "quien hoy compare esta ciudad heroína con aquella que quedó después de ser azotada por el huracán Sandy (...) podrá comprender que no hay nada imposible para un pueblo unido, como el nuestro".

"Brindis popular" con ron añejo

Los festejos también incluyeron, entre otras actividades oficiales, una velada cultural el viernes en el Parque Céspedes, ubicado frente a la sede del gobierno provincial y desde cuyo balcón central Fidel Castro proclamó en 1959 el triunfo de su revolución.

También un "brindis popular por la prosperidad" con el ron extra añejo "Santiago de Cuba 500", creado especialmente para la ocasión.

Una andanada de fuegos de artificio selló el viernes las celebraciones y dio paso a la conmemoración del Moncada, la primera que Cuba organiza después de restablecer relaciones con Estados Unidos el pasado 20 de julio.

El acto central por esa efeméride se realizó antes del amanecer de este domingo en el patio de esa antigua fortaleza militar y estuvo encabezado por Raúl Castro.

"Me voy (a La Habana) con la fiel esperanza de que Santiago siempre siga siendo Santiago", dijo escuetamente Raúl al termino de la ceremonia.

Tras la conmemoración el pueblo volvió a lanzarse a las calles para continuar con el carnaval.

Fuente: AFP

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