Venezuela: "Los civiles y militares estamos obligados a actuar"
Venezuela: "Los civiles y militares estamos obligados a actuar"
Juan Francisco Alonso

Reivindicada. Así se siente la lideresa opositora María Corina Machado, quien desde hacía meses –y sin medias tintas– venía calificando de dictadura al gobierno del presidente de , Nicolás Maduro, aún a contracorriente de un importante sector de la oposición. 

Para la ex diputada, la actual crisis provocada por los últimos fallos del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que prácticamente han liquidado la Asamblea Nacional, son una oportunidad para poner punto final al chavismo.

Entre un ir y venir de llamadas telefónicas y reuniones, Machado recibió unos minutos a El Comercio para abordar la complicadísima situación que vive Venezuela.
 
— Usted ha calificado de golpe de Estado la sentencia del TSJ contra el Parlamento. ¿Puede efectivamente un tribunal dar un golpe de Estado?
Puede. Y lo ha dado desde antes de que la Asamblea Nacional se instalara. Primero, al suspender a unos diputados; y después, al irle arrebatando competencias poco a poco.
 
—¿Cómo valora las declaraciones de la fiscal general, Luisa Ortega Díaz, quien denunció que en las sentencias se “evidencian varias violaciones al orden constitucional”?
Así se desmoronan los regímenes mafiosos, los cuales por fuera parecen muy estables o casi inexpugnables, pero de repente hay algo que saca a flote sus debilidades. Lo estamos viendo en este caso. Cuando el mundo clara y expresamente ha comenzado a reconocer que lo ocurrido en Venezuela es un golpe de Estado, los que quieren salvar el pellejo comienzan a desmarcarse y dan un paso al costado. Lo veníamos diciendo desde hace tiempo, que se estaban produciendo delaciones, filtraciones y deserciones en el chavismo.
 
—Sin embargo, no es poca cosa que la garante de la legalidad diga que el máximo juzgado ha violado la Constitución.
Cierto, pero tampoco tenemos que perder de vista que esta fiscal estuvo amparando y ejecutando abusos durante estos 18 años. Ahora bien, sabe y se da cuenta de que ya es demasiado, con estas decisiones contra la asamblea, que además le pueden acarrear consecuencias imprescriptibles a ella misma.
 
—¿Cree que esta situación pueda producir la salida de Nicolás Maduro de la presidencia?
Eso no lo sabemos, pero es una oportunidad, pues se están produciendo muchas cosas en bastantes ámbitos. La develación de las características criminales de este régimen ante la comunidad internacional puede provocar nuevas deserciones y divisiones que lo hagan caer. En el chavismo hay muchos que seguramente no están de acuerdo con esto o que consideran que esto ya es demasiado y que dirán: ‘Es verdad, yo cometí algunos abusos, pero yo no soy narcotraficante o yo no soy golpista’.
 
—Pero antes ya se han producido otros abusos considerables y no pasó nada.
Una crisis diplomática, política y económica como la actual jamás había ocurrido en Venezuela. El malestar en las calles es muy grande porque estos tipos se robaron hasta el último dólar y por eso no hay medicinas ni alimentos, y como saben que la gente está consciente de ello no quieren dejar funcionar al Parlamento ni celebrar elecciones.
 
—¿Cómo evalúa el comportamiento de la comunidad internacional, en particular de los países de la región? ¿Le parece la correcta o es todavía tibia?
Apenas se están generando las reacciones y creo que van en buen camino. Hoy el TSJ había convocado al cuerpo diplomático para explicar la sentencia, pero tuvo que suspender la cita porque buena parte de los embajadores dijeron que no iban a ir ni mandar a nadie porque saben perfectamente que lo que ha ocurrido aquí es un golpe de Estado. La comunidad internacional debe entender que Luis Almagro, secretario general de la OEA, tenía razón cuando ya el año pasado pidió activar la Carta Democrática y debe reconocer que el llamado diálogo fue solamente una estrategia del régimen para ganar tiempo.

 —¿Y qué hacer ahora?
Yo creo que no basta con convocar una reunión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA. Hay que convocar a los cancilleres y eso se lo pido al presidente Kuczynski, a quien agradezco todo su apoyo, lo mismo que al Congreso y a la sociedad peruana.
 
—¿Y en el país cuál es el paso siguiente?
Todos los ciudadanos, civiles y militares, estamos obligados a actuar ante el riesgo de desaparición de la república. El aniquilamiento del Parlamento, que es el órgano más democrático en cualquier país, pone en riesgo la existencia de la república. La Constitución, en sus artículos 333 y 350, nos ordena a todos los ciudadanos salir en su defensa cuando ella esté en riesgo.
 
—¿Pero no resulta peligroso pedir a los militares actuar, no es abrirle las puertas a un golpe de Estado tradicional?
Nadie está pidiendo eso. Lo que le pedimos a la reserva moral de la Fuerza Armada Nacional es que tiene la obligación de pronunciarse frente a lo que está ocurriendo y de desconocer las órdenes ilegales e inconstitucionales que el régimen seguramente está dando para reprimir al pueblo que está saliendo a las calles de todas las ciudades del país a rechazar este golpe.

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