(Foto: AFP)
Agencia AFP

El líder del grupo yihadista nigeriano , Abubakar Shekau, reivindicó los últimos atentados cometidos en el nordeste de en un vídeo enviado el lunes a la AFP, en un contexto de recrudecimiento de la violencia.

"Gozamos de buena salud y no nos ha pasado nada", afirma el líder del grupo que sigue sembrando el caos en toda la región del lago Chad.

"Hemos llevado a cabo los ataques contra Maiduguri, Gamboru y Damboa. Reivindicamos todos estos ataques", agregó en este video, el primero desde agosto, expresándose en árabe y en lengua hausa.

Los atentados suicidas y los ataques contra pueblos, ciudades y puestos militares se multiplicaron en los dos últimos meses. A principios de diciembre, el grupo yihadista atacó un retén del ejército en Damboa, con saldo de al menos cuatro muertos y 12 heridos.

En Gamboru, en la frontera con Camerún, al menos cuatro personas murieron en un ataque contra un convoy de mercancías a mediados de diciembre. Los insurgentes se llevaron un camión cargado de ayuda alimentaria destinada a las miles de personas desplazadas por la violencia.

Durante el fin de semana de Navidad, hombres armados atacaron varios puestos de control a la entrada de Maiduguri, la capital del estado de Borno donde nació Boko Haram y que es el epicentro de la violencia.

Aunque no hubo balance oficial de víctimas, varias fuentes de seguridad contactadas por la AFP dieron cuenta de nueve muertos, entre ellos dos civiles y dos miembros de Boko Haram.

El 31 de diciembre, 35 leñadores a los que Boko Haram acusaba de espiar para el ejército y milicias civiles fueron abatidos.

Sin embargo en el video, Shekau, que viste una larga túnica blanca y kufiya, parece intranquilo y lee con dificultad sus notas.

En imágenes de combates, difundidas tras su discurso, los combatientes atacan retenes y la ciudad de Maiduguri vestidos con harapos, a pie o a tres en una moto. Disparan al tuntún, sin una aparente estrategia de combate.

Las imágenes siguientes muestran tanques y todoterrenos robados al ejército nigeriana, así como tomas importantes de municiones, sobre todo de lanzacohetes.

El conflicto, que estalló en 2009 bajo el mando de Shekau, ha dejado más de 20.000 muertos y dos millones de desplazados. El nordeste de Nigeria enfrenta una grave crisis humanitaria y alimentaria.

Pero el grupo está ahora dividido en dos facciones rivales: la de Shekau y la que dirige Abu Mosab Al Barnaoui, reconocida por el grupo Estado Islámico.

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