Explosión en ducto de Pemex: México busca a decenas de desaparecidos tras la tragedia en Tlahuelilpan, Hidalgo. (AFP).
Explosión en ducto de Pemex: México busca a decenas de desaparecidos tras la tragedia en Tlahuelilpan, Hidalgo. (AFP).
Redacción EC

. Gerardo Pérez regresó el sábado al lugar donde un día antes atestiguó la explosión e incendio del oleoducto estatal , con la esperanza de reconocer a amigos desaparecidos. Sin embargo, le fue imposible.

Muy pocos restos humanos aún tenían piel y decenas de personas quedaron carbonizadas hasta los huesos o convertidas en cenizas tras la explosión que dejó por lo menos 79 muertos.




Pérez recordó que el viernes en la noche, él y su hijo habían sorteado un contingente de soldados para dirigirse hacia el ducto perforado por ladrones de combustible, desatendiendo las advertencias de que se alejaran de la zona ubicada en Tlahuelilpan, en el estado de Hidalgo, a unos 100 kilómetros al norte de la Ciudad de México.

Narró que ambos siguieron adelante, pero cuando se acercaron al lugar de donde salía el chorro de combustible tuvo un mal presentimiento y recuerda haber dicho a su hijo que mejor se fueran del lugar porque podría haber una explosión.

Y fue lo que sucedió: una bola de fuego envolvió a las personas que recogían la gasolina que escapaba del ducto clandestino con cuanto recipiente tenían a la mano. Diversos videos muestran el incendio que alcanza gran altura en la noche, mientras gente gritaba y huía corriendo de la explosión, algunas envueltas en llamas y agitando los brazos. Pérez y su hijo resultaron ilesos.

Para el sábado en la tarde la cifra de muertos se había elevado a 79, según el gobernador de Hidalgo; Omar Fayad. Al menos otras 65 personas continuaban heridas y decenas más estaban desaparecidas. Cincuenta y cuatro cadáveres no han sido identificados.

Los expertos forenses continuaban separando y contando los cadáveres quemados mientras los parientes y amigos de quienes se creen que han muerto se reunían alrededor del lugar donde ocurrió la tragedia.

A pocos metros de donde el ducto de gasolina pasaba por un campo de alfalfa, muchos cadáveres quedaron encima de otros, quizá porque las víctimas, antes de morir, tropezaron unas con otras o intentaron ayudarse.

Varios de los fallecidos quedaron boca arriba, con los brazos extendidos, indicio de su agonía. Algunas víctimas al parecer se cubrieron el pecho en un último intento para protegerse de la explosión. Pocos cadáveres estaban juntos como si estuvieran unidos en un abrazo de muerte. Zapatos sueltos estaban diseminados en una superficie del tamaño de una cancha de fútbol, así como recipientes de plástico fundidos que las víctimas habían llevado para recoger la gasolina que salía del oleoducto. Cerca del lugar de la explosión, los trabajadores forenses marcaban con números montículos de cenizas.

El viernes, centenares de personas se habían reunido en el campo 
donde unos ladrones perforaron el ducto de combustible. La escena tenía ambiente de fiesta y el chorro de gasolina alcanzaba los seis metros de altura.

La empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) dijo que el oleoducto, que suministra combustible a gran parte del centro de México, había sido reabierto después de que lo cerraran el 23 de diciembre. En poco más de tres meses ha sido perforado en 10 ocasiones.

La tragedia ocurrió apenas tres semanas después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador lanzara una ofensiva contra grupos delictivos que roban combustible y que han efectuado peligrosas perforaciones en ductos de combustible para instalar tomas clandestinas.

En los primeros 10 meses de 2018, se contabilizaron 12,581 tomas clandestinas, un promedio de 42 por día. Debido al combate al robo de combustible, una amplia escasez afecta a las gasolineras en todo el país en momentos en que Pemex reorganiza la distribución.

En una conferencia de prensa el sábado temprano, López Obrador prometió seguir la lucha contra el robo de combustible, que recauda 3,000 millones de dólares anualmente.

"Vamos a erradicar eso que no sólo daña materialmente, no sólo es lo que pierda la nación por ese comercio ilegal, este mercado negro de combustibles, sino el riesgo, el peligro, la pérdida de vidas humanas", dijo el presidente.

Dijo que la Fiscalía General de la Nación investigará si la explosión fue intencional —si la causó un individuo o algún grupo— o si la bola de fuego se debió al riesgo inherente de la extracción clandestina de combustible. López Obrador pidió a los lugareños a que rindan su testimonio no solo de lo ocurrido el viernes en Hidalgo, sino de toda la cadena del mercado negro del robo de combustible.

El jefe de Estado aseguró que cree en la gente y espera que con este tipo de hechos dolorosos y lamentables se distancien del robo de combustible.

Fuente: AP

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