Conoce la historia, detalles y secretos de la patrona de México. (Foto: AFP)
Conoce la historia, detalles y secretos de la patrona de México. (Foto: AFP)
/ ALFREDO ESTRELLA
Redacción EC

La insigne y Nacional Basílica de San María de Guadalupe es el templo mariano más visitado del mundo. De hecho, el año pasado recibió más de 10 millones de visitantes.

Natalia Cabarga, maestra en historia del arte y guía de turistas certificada por la Secretaría de Turismo, realiza recorrido guiados en la ciudad de México y sus alrededores, entre ellos a la Basílica de Guadalupe. Durante este paseo se observan edificios iconos que narran la historia y mito en torno a la.

Antigua Parroquia de Indios. Es la primera parada. Natalia nos cuenta que esta es la parte más antigua. Se dice que aquí vivió Juan Diego de 1531 hasta su muerte en 1548. Anteriormente existieron dos ermitas: una construida por el primer obispo de México, Juan de Zumárraga, la cual fue el primer templo de la Virgen de Guadalupe; la segunda es la que mandó a edificar el obispo Alonso de Montúfar, para crecer el espacio para los devotos.

Ninguna de las dos existe ya, pero hay muros de adobe de las primeras ermitas en los cimientos de la parroquia de indios.

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La Capilla del Pocito se erige como uno de los recintos religiosos más importantes del conjunto que compone a la Villa de Guadalupe, donde se adora a la Virgen de Guadalupe. Se construyó entre 1777 y 1791 por el arquitecto Francisco de Guerrero y Torre, tiene un estilo barroco y es de las pocas que se caracteriza por tener una base circular. Su nombre deriva del manantial de aguas azufradas que había antes de la construcción. El 22 de diciembre de 1815 acudió a esta capilla uno de los héroes de la Independencia de México, José María Morelos y Pavón, a adorar a la guadalupana antes de ser fusilado. #capilladelpocito #villadeguadalupe #mexico #virgendeguadalupe #pregrinacion #fe #arquitectura #arte #devocion #milagros #tours

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Capilla del Pocito. Se construyó entre 1777 y 1791 por el arquitecto Francisco de Guerrero y Torre, el mismo que edificó el Palacio de Iturbide, en la calle Francisco I. Madero, en el Centro Histórico. Su arquitectura es barroca y en su base circular tiene talavera. Debe su nombre al pozo que hay dentro de la capilla.

“Aquí se encuentra narrado en pinturas las apariciones de la Virgen de Guadalupe. El 9 de diciembre de 1531 se le apareció por primera vez a Juan Diego, 10 años después de la conquista de México”, señala Cabarga.

Juan Diego vivía con su esposa y su tío. Eran una familia que formaba parte del catolicismo. Se dirigía a misa hacia Tlatelolco cuando, de pronto, escuchó un canto. Al levantar la mirada observó un resplandor y a una mujer en posición de oración.

“Juanito, el más pequeño de mis hijos, mucho deseo, mucho quisiera que en este lugar se me construyera un templo”. Esto es lo que, de acuerdo la creencia católica, se dice que la Virgen de Guadalupe solicitó a Juan Diego, quien fue a casa del obispo, tal cual lo pidió la Virgen. Como es de esperarse, el obispo Juan de Zumárraga no le cree.

El 10 de diciembre se volvió a aparecer la Virgen a Juan Diego. Ella prometió darle, al día siguiente, una prueba para que se la llevara al obispo y éste le creyera. Pero, al llegar la noche, el tío de Juan Diego se enfermó, lo que impidió su encuentro con ella.

El 12 de diciembre, en su búsqueda por un doctor, se encontró de nuevo con la Virgen: “que nada te inquiete, que nada te perturbe, tu tío ya sanó”, le dijo. En su cuarto encuentro le entregó a Juan Diego las rosas como prueba. Era invierno, así que era prácticamente imposible que en esa temporada crecieran esas flores.

Las guardó en su traje y se las mostró al obispo. Al desenvolver aquella prenda mostró la imagen de la Virgen estampada. Se cuenta que el obispo lloró y pidió perdón por su poca fe.

Natalia también nos cuenta que José María Morelos y Pavón, caudillo de la Independencia de México, pidió entrar a esta capilla para tener calma y rezar antes de ser fusilado.

Antigua Basílica de Guadalupe. Se construyó en el siglo XVIII y es de fachada barroca. Aun costado se encuentra el Convento de las Capuchinas, el cual sirvió de refugio a la imagen de la Virgen, cuando el templo fue restaurado.

La Antigua Basílica de Guadalupe sufrió un atentado durante la Guerra Cristera: le colocaron una bomba al manto. No sufrió ningún daño, así que se dijo que fue “un milagro”. Por miedo decidieron llevarse el traje a la casa de una familia de apellido Murguía. “Hicieron una treta para sacarla en un camión de mudanzas, escondida en un ropero”, cuenta Cabarga.

Insigne y Nacional Basílica de Santa María de Guadalupe. El recorrido llega a la Insigne y Nacional Basílica de Santa María de Guadalupe. Se inauguró en 1974, y en su diseño participaron varios arquitectos: Pedro Ramírez Vázquez fue uno de ellos. Se buscaba crear un espacio que pudiera recibir a muchas personas al mismo tiempo. Además, desde cualquier punto que un visitante se parece, podría observar sin obstáculos a la Virgen de Guadalupe.

Fuente: El Universal de México / GDA

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